EUTM Malí (III): El Ejército ya despliega aviones no tripulados Raven
Publicado por Esteban Villarejo el mar 3, 2014
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Como reflejo de la importancia que año a año gana la región del Sahel, la guerra no tripulada comienza a desarrollarse en esta vasta zona donde las fronteras son porosas: raíz del problema de inseguridad y desestabilización en países como Malí, Níger, Mauritania o Burkina Faso. Digamos que la influencia militar ejercida en Afganistán gravita ahora hacia esta región, en lo referido a los países europeos con Francia a la cabeza.
Por el momento solo con capacidad de reconocimiento, el Ejército francés ha desplegado en una base del vecino Níger un primer sistema de drones Reaper MQ-9 (Block 1), formado por dos vectores (aviones) y un sistema de control y guía. Insistió el Ministerio de Defensa francés que estos aviones no portan bombas.
Por su parte, EE.UU. también estableció en febrero de 2013 una base de «drones» en Níger para operar en el Sahel, con el consiguiente despliegue de 120 militares del Ejército del Aire. Sus operaciones son «top secret» por parte del Pentágono y el Africom.
¿Y España? Hasta ahora desconocíamos que nuestras tropas empleaban un sistema no tripulado también en Malí. Es el Raven 11B (en la imagen de cabecera de este texto), es decir, nada que ver con los desplegados por Francia y EE.UU. en la región. Es más modesto, sirviendo para controlar y supervisar áreas mucho más reducidas.
Asistimos a un ejercicio nocturno conjunto entre el Ejército español y el maliense. Son 36 malienses del 33 Regimiento Paracaidista con base en Bamako, antigua guardia presidencial, un regimiento de élite que se entrena ahora en una misión de extracción de un individuo ligado a Al Qaida de una vivienda. Todo el ejercicio será monitoreado desde la plataforma del Raven 11-B, cuyo zumbido al ser lanzado percibimos. Es uno de los usos que se le da a este avión no tripulado español («made in USA», por cierto) en Malí.
¿Otras misiones? Nos apuntan a acciones de vigilancia puntuales. El Raven 11-B tiene una envergadura de 1,4 metros, una longitud de 0,9 metros y pesa 1,9 kilos. Además tiene un perímetro de alcance de 10 kilómetros. Dispone en el morro de dos cámaras con visión frontal y lateral, panorámica, picado y zoom electrónicos. La autonomía es de hasta 110 minutos, alcanzando una altura de entre 30 y 305 metros.
La incógnita es si el Estado Mayor de la Defensa decidirá trasladar también a Malí la joya de la corona de la guerra no tripulada española: el Searcher MK-III J (fabricación israelí), conocido como el «Armadillo». Cuando se decida a ello, será ya definitivo que el interés ha gravitado hacia el Sahel, el vasto mapa difuso donde pueden aparecer los nuevos estados fallidos.
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