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domingo, 8 de septiembre de 2013

EL ALAMEIN, LA GESTA, DE LA DIVISIÓN "FOLGORE"

LA DIVISION DE PARACAIDISTAS ITALIANOS "FOLGORE", EN LA BATALLA DEL ALAMEIN


Si alguna vez una derrota fue gloriosa, éste es el caso de los paracaidistas de la División Folgore. No suele despertar nuestra admiración la capacidad de combate de las fuerzas italianas durante la IIGM. Es lógico; nos atraen más las heroicidades de las unidades rusas, alemanas, japonesas, inglesas, neocelandesas, australianas, estadounidenses, españolas, francesas y un largo etcétera. Pero quizás fuese el soldado italiano el que menos sentido encontraba a esa guerra: se sentía ajeno a ella, no le gustaba combatir en Rusia ni en el Desierto Occidental. Con cierta lógica se preguntaba qué demonios se le había perdido a él en esos infiernos. Además, estaba mal entrenado, mal equipado y mal dirigido. Y lo que es peor, en general no era querido por sus suboficiales, oficiales y mandos. Cada escalafón jerárquico era un mundo, y el del soldado italiano, un sub-mundo.

 Pero si yo fuera italiano y hubiera combatido con la Folgore me sentiría tan lleno de orgullo como el mayor de los héroes de la IIGM. Los británicos, tan orgullosos siempre, reconocieron lo que estoy diciendo y, cuando finalmente derrotaron a los hombres del general Frattini, les rindieron el tributo del honor de las armas y la mayor admiración.

 Los miembros de la Folgore eran los soldados mejor preparados del ejército italiano en toda la IIGM, y por su comportamiento en el combate merecen un lugar de honor entre las unidades más destacadas de la historia militar. Churchill les llamó “Leones” durante una intervención en la Cámara de los Comunes, después de la victoria británica en El Alamein.

 Al igual que sus camaradas alemanes “los diablos verdes” de la Brigada Ramcke, estos soldados italianos fueron especialmente entrenados (por los alemanes) para operaciones aerotransportadas, y deberían haber sido empleados para la toma de Malta. Pero fueron pérfidamente desplegados como infantería para reemplazar a las unidades perdidas en la guerra del desierto.

 Sin embargo, no eran en absoluto unos soldados de infantería comunes, y lo demostraron en el campo de batalla. La Folgore llegó a Egipto perfectamente bien entrenada y motivada, aunque su equipo era inferior como era costumbre en el ejército italiano. Tenían el clásico mosquete ’91, bombas de mano Balilla, mosquete automático ’38 (sólo entregado al 15% de los soldados), el poco fiable fusil automático Breda 30, unas pocas ametralladoras Breda 45/81 y algunos cañones antitanque 47/32. Las unidades de suministro eran casi inexistentes, las provisiones de agua (el agua es la vida en el desierto) eran totalmente inadecuadas. La falta de agua potable, así como la disentería y las enfermedades, se convirtieron en uno de los enemigos más peligrosos de los paracaidistas de la Folgore (se informó que algunos grupos aislados sólo podían beber y comer las provisiones de los enemigos muertos). Éstas eran las terribles dificultades que los soldados italianos tenían que encarar día tras día, lo que hacía mucho más meritorio su valor. Ningún soldado en el mundo entero podía haberlo hecho mejor. La primera operación ofensiva de los paracaidistas de la Folgore fue la batalla de Alam-Halfa, a finales de agosto de 1942, un avance fallido para intentar cercar las primeras líneas defensivas británicas.



 Durante esos seis días, el Eje perdió la mayoría de sus tanques debido a la efectividad de los cañones antitanque aliados/británicos y al dominio aéreo absoluto de la RAF, que además había destruido importantes líneas de suministro. A esta altura, Rommel –que nunca había deseado comenzar esa ofensiva obligada por Hitler y Mussolini- decidió defender su posición, y las fuerzas del Eje comenzaron a fortificar sus líneas. La Folgore tenía que defender los 14 kilómetros más meridionales de la línea defensiva. Su fortaleza antitanque fue improvisada con cañones de otras unidades.

 Los británicos pronto aprendieron de estos enfrentamientos que tenían que vérselas con un soldado italiano completamente diferente de aquel que conocían de los dos años anteriores en la Cirenaica. Por tanto, tenían que estudiar nuevas tácticas para “tratar” con los hombres de la Folgore. Incluso los australianos y los neocelandeses, que eran considerados los soldados más peligrosos de la Commonwealth, tenían un trabajo por delante extremadamente duro. Los paracaidistas italianos demostraron una actitud muy agresiva, e iniciativa propia: siempre prefirieron el ataque a la defensa. El mismo Rommel y Ramcke, comandante de los Diablos Verdes alemanes, (excelentes paracaidistas que habían tomado Creta en 1941) estaban muy preocupados por arriesgar en demasía una unidad tan importante como la Folgore, y sugirieron más prudencia.

 Durante este período estático, los paracaidistas de la Folgore no descansaron: llevaron a cabo muchos ataques detrás de las líneas enemigas (a menudo, es preciso decirlo, para coger agua, comida y armas). Entre los prisioneros que capturaron se encontraba el general Clifton, comandante de la 6ª Brigada neocelandesa, y su Estado Mayor.

 Durante estos días los paracaidistas consiguieron capturar algunos cañones antitanque británicos que se mostraron muy útiles posteriormente, durante la siguiente gran batalla. El 30 de septiembre hubo un intento de destruir a este poderoso enemigo que era la Folgore.
 Los británicos atacaron las posiciones del 9º batallón de la Folgore con grupos blindados formados por el Regimiento Real de la Reina y un regimiento de las “Ratas del Desierto”, después de haber machacado fuertemente el área con fuego artillero. Pero los paracaidistas, con un fiero contraataque, los rechazaron.

 Finalmente, el 23 de octubre comenzó la gran batalla, y la 7ª División Blindada aplastó las posiciones más avanzadas de la Folgore. Los “Ratas del Desierto” consiguieron destruir las posiciones del frente italiano, los italianos combatieron en retirada vigorosamente, haciendo pagar un alto precio a los británicos: muchos tanques fueron destruidos, y cientos de soldados de los Greys, los City of London Yeomanry, los Derbyshire, y los Queen’s y los Buffs and Royal West Kent pagaron con su vida el tributo de la ofensiva.

 A lo largo del día 24 los británicos atacaron nuevamente a la Folgore con la 44ª División y la Brigada de Franceses Libres, sin éxito. En la noche del 25, los británicos lo intentaron de nuevo, y una vez más fueron rechazados, pero la Folgore sufrió grandes pérdidas; a la mañana siguiente fue atacado el 4º batallón de la Folgore por la 4ª Brigada (4/8º Húsaress, los Greys, 1º Krcc), que perdió 22 tanques y se retiró. Al atardecer los británicos habían perdido 120 tanques y cerca de 1.000 hombres (400 capturados). Durante esta batalla, los paracaidistas de la Folgore, hombres contra monstruos de acero, consiguieron destruir los tanques británicos no sólo con los pocos cañones antitanque que tenían, sino también atacándolos a pie con bombas de mano y botellas de petróleo caseras, al estilo de los cócteles Molotov.

 Durante la noche del 26, los británicos atacaron nuevamente las posiciones de la Folgore intentando penetrar en el sector sur para atacar a los alemanes desde detrás de sus líneas. El Regimiento Green Howard y el Royal West Kent, la Brigada de Franceses Libres, el 4/8º de Húsares y la Caballería Household participaron en este ataque. Algunas posiciones de ametralladoras de la Folgore fueron destruidas por el avance de los tanques, pero el ataque fue finalmente detenido por el intenso y preciso fuego de los cañones antitanque.

 El 27 de octubre tuvo lugar la última de las operaciones de Lightfoot: algunos elementos de infantería británicos y franceses fueron rechazados con contraataques. En este punto los británicos habían logrado la mitad de los objetivos planeados y tuvieron que parar por las altas pérdidas que estaban teniendo: el resultado fue que donde la Folgore estaba estacionada, ellos no pudieron pasar.
 El precio que la División Folgore tuvo que pagar por parar a los británicos fue alto: cientos de hombres, entre ellos muchos oficiales, se perdieron. Después de rechazar los ataques británicos durante la operación Lightfoot, la Folgore se quedó sola enfrentada a la operación británica llamada Supercharge, un masivo ataque blindado de los “Ratas del Desierto” de la 7ª División blindada, la 44ª y la 50ª divisiones de infantería, y la Brigada de Franceses Libres.

 Durante esta fase de la batalla se alcanzó algunas veces un ratio de 1/20. El 2 de noviembre, Montgomery ordenó el comienzo de Supercharge que se concentraría en el sector meridional. El 3 de noviembre, la Folgore recibió la orden de retirarse 25 kilómetros al oeste y así comenzó una marcha lenta de duros combates entre los paracaidistas italianos. Todos fueron a pie, y los pocos cañones todavía operativos tenían que ser remolcados a mano mientras se enfrentaban a ataques continuos. Los británicos solicitaron varias veces la rendición de la Folgore, usando potentes megáfonos:

“¡Vosotros sois bravos soldados, rendiros y tendréis el honor de las armas; continuad luchando y seréis destruidos! No tenéis ninguna oportunidad de resistir!”. En cada ocasión, cada vez más alto, la respuesta de los paracaidistas italianos fue su grito de ataque: “¡¡¡Folgore!!!”.



Todo esto acabó el 6 de noviembre, cuando el último grupo organizado mandado por el coronel Camosso y el mayor Zanninovich, rodeados por los tanques británicos, acabaron sus reservas de municiones. Los oficiales ordenaron destruir todas las armas, y todavía algunos rechazaron rendirse y todos los sobrevivientes se pusieron en fila si ondear ninguna bandera blanca.

 Algunos ojos lloraron en silencio, pero eran lágrimas de hombres curtidos. Los británicos cesaron el fuego y contemplaron la escena con admiración. De una fuerza inicial de 5.000 hombres sólo quedaban 306 paracaidistas incluyendo a los oficiales.

 A las 14,35 del viernes 6 de noviembre de 1942, los británicos alcanzaron a los supervivientes de la Folgore y le concedieron el honor de las armas. Algunos grupos aislados de la Folgore continuaron combatiendo hasta el 11 de noviembre sin rendirse y otros pequeños grupos consiguieron juntarse con la retirada del Afrika Korps y continuaron combatiendo en otras unidades.

 El 7 de noviembre, el general Hugues, comandante de la 44ª División de infantería (cuyas unidades sufrieron grandes pérdidas combatiendo contra la Folgore), se acercó a tres prisioneros italianos, uno de ellos el general Frattini, comandante de la Folgore. El oficial británico saludó marcialmente a los tres prisioneros y ellos le devolvieron el saludo. Hugues le dijo a Frattini: “Había oído rumores de que el comandante de la Folgore había muerto. Estoy contento de saber que esto no es cierto”. “Gracias” le respondió Frattini. “También deseo decirle a usted que durante mi larga vida de soldado nunca había encontrado hombrees tan valientes como los paracaidistas de la Folgore” añadió Hugues. Frattini respondió de nuevo “Gracias”.

Cuando se dio por zanjado el novelón de Malta, la 185ª División de Paracaidistas Folgore fue re-denominada 185ª División de Infantería “Cacciatori d’Africa”, quizás en un intento de ocultar la “vergüenza” que supone enviar a una formación de elite de paracas a combatir como fuerza estática de infantería. Todo estuvo contra la Folgore. Cuando la embarcaron hacia el norte de África desde Grecia e Italia, lo hicieron vía aérea, y los hombres de Frattini tuvieron que dejar atrás todo su equipo pesado, ¡hasta las cocinas de campaña de la división!


 La estructura básica de la Folgore (general Frattini) estaba compuesta por:


• Jefe de estado mayor de la división: coronel Bignami

• 186º Regimiento de Paracaidistas del coronel Tantillo

-V Batallón de Paracaidistas del mayor Izzo

-VI Batallón de Paracaidistas del mayor Bersonzi

• 187º Regimiento de Paracaidistas del coronel Camosso

-II Batallón de Paracaidistas del mayor Zanninovich

-IV Batallón de Paracaidistas del teniente coronel Luserno

-IX Batallón de Paracaidistas del mayor Rossi

-X Batallón de Paracaidistas del capitán Carugno

• Reaggruppamento “Ruspoli” del teniente coronel Ruspoli

-VII Batallón de Paracaidistas del teniente coronel Ruspoli

-VIII Batallón de Paracaidistas Guastatori del mayor Burzi

• Tropas divisionales:

-185º Regimiento de Artillería de Paracaidistas del coronel Boffa

• Unidades asignadas:

-III/1º Eugenio di Savoia Grupo Artillería Celere

-I/3º Duca D’Aosta Grupo de Artillería Celere

-I/21º Po Grupo de Artillería Motorizado (División Trieste)

-III/26º Rubicone Grupo de Artillería (División Pavia)

-IV/26º Rubicone Grupo de Artillería (División Pavia)

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