sábado, 15 de junio de 2013

VON CHOLTITZ, EL ALEMÁN "BUENO" QUE SALVO PARÍS

Anécdotas heroicas: El "nazi" bueno que salvó París
Saludos amigos,
 
      Hay varias anécdotas relativas en torno a uno de los oficiales alemanes más valorados por los franceses hoy en día. Hablamos de Dietrich von Choltitz, el gobernador militar de París durante la 2ª Guerra Mundial.
 
     Von Choltitz era un oficial alemán de alta graduación condecorado nada más y nada menos que por la Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro, es decir, un auténtico héroe de guerra alemán, de sangre prusiana corriendo por sus venas y de un antiguo linaje nobiliario que su apellido, Von, ya nos delataba.
 
Von Choltitz con varias de sus condecoraciones
 
      ¿Por qué Von Choltitz es recordado? Si has leído el título de la entrada tiene una gran pista que te puede ayudar a averiguarlo. Efectivamente, Von Choltitz salvaría París del horror de la guerra y de la venganza del Führer de Alemania, Adolf Hilter.
 
      Todo comenzó el 6 de junio de 1944, cuando los aliados pusieron pie en territorio francés al dar inicio la Operación Overlord (que no el Día D, dado que el Día D no es más que una parte de la Operación Overlord, error habitual que comenten los neófitos historiadores :) ). Los alemanes, tras confirmar días después que era la Gran Operación Aliada para conquistar Francia, informaron a Adolf Hitler, y una de las decisiones que este tomó fue la destrucción de París y de todas sus edificaciones más simbólicas, en caso de que los aliados entraran a la ciudad de las Luces para liberarla. Se ordenó al gobernador militar de París, Von Choltitz, preparar cargas explosivas a lo largo y ancho de la ciudad, así como en el Arco del Triunfo, la Torre Eiffel y otros lugares emblemáticos de la capital gala. Los aliados tendrían que encontrar escombros y la gloria de París debería ser destruida.
 
      Von Choltitz hizo cumplir las órdenes al pie de la letra, colocando en todos los lugares señalados cargas explosivas y bombas, esperando a los aliados. Pero a medida que iban pasando los días, Von Choltitz meditaba en su despacho los pros y los contras que aquella decisión tendría sobre la ciudad, sobre los civiles y sobre su propia conciencia. Tenía bastante claro que seguramente Alemania ya estaba condenada a perder la Guerra y que, muy seguramente, durante el avance aliado sería posiblemente detenido, dado que como Gobernador Militar de París tendría que defender la ciudad y hacer cumplir las órdenes hasta que la ciudad cayera, por lo que la idea de destruir París y toda su grandeza le resultaba cada vez más y más incomoda.
 
    
Hitler delante de la emblemática torre en su única visita a Paris
 
 
     Hay que recordar, y este dato es muy curioso, que Hitler era un amante de la arquitectura y el arte, pero dicho amor parece que no protegería a los edificios franceses. Por eso, Choltitz y Hitler mantenían conversaciones por teléfono para ver como iban los preparativos de la destrucción de la ciudad, dado que estaba más que claro que los aliados acabarían liberando la ciudad. En las últimas horas, cuando ya el avance de las fuerzas francesas sobre París era más que conocido, Hitler llamaba cada 5 minutos a Choltitz para preguntar si la ciudad ya estaba siendo destruida, y Choltitz siempre ponía alguna excusa y trataba de demorar el máximo posible, la destrucción de París.
 
     No quería dar la orden, se negaba a ser recordado y pasado a la Historia como el Destructor de París y por eso, pese a la orden imperativa de su Führer, no quiso hacerlo. También se negaba a aumentar el daño causado a la población civil de París, y muy seguramente, sobre su conciencia. Choltitz era un militar, no un asesino y un destructor, de eso no cabe duda. Finalmente, en las horas finales de la presencia alemana en París, Hitler volvió a llamar de nuevo a Choltitz. Al otro lado de la línea se escuchaba a un Hitler gritando, salido de sus casillas:
 
- ¿Arde París Choltitz? ¿Arde ya París? ¡¡Responde!!
 

     Choltitz, colgó el teléfono, dejando así constancia de sus intenciones. Si los aliados hubieran demorado su entrada en París algunos días, es muy, muy probable que Hitler hubiera enviado un telegrama solicitando el fusilamiento o arresto de Choltitz por traición, por lo que el oficial alemán sabía muy claramente que se estaba jugando cuando colgó a Hitler y se negó una y otra vez a cumplir las órdenes dadas.
 
      Finalmente Choltitz se rendía, firmaba la capitulación y la Historia le recordaría como el "salvador de París".
 
Von Choltitz, firmando la capitulación de París
 
 
     Por eso hoy en día, en los viajes concertados de turistas a la ciudad del amor, muchos guías turísticos dicen que tal o cual edificio no fue destruido gracias a Von Choltitz, sin dar una explicación al respecto sobre este oficial alemán tan importante en la Historia de Francia. Sería ampliamente reconocido a lo largo de toda su vida por esta acción, pero eso, es otra Historia que debe ser contada en otra ocasión... 

 
Extracto de la obra CABALLEROS DE LA CRUZ DE HIERRO.
 
 
 

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