Obama visita una Alemania en cólera por el espionaje masivo
Día 19/06/2013 - 04.09h
Los alemanes son los ciudadanos más vigilados en Europa por el programa Prisma
El presidente Obama llegó ayer a Alemania en un ambiente cargado de ira y decepción por el ciberespionaje masivo del que han sido víctimas los internautas alemanes, los más vigilados de Europa por el programa estadounidense Prisma. Berlín quiere explicaciones. El comisionado de Derechos Humanos del Ejecutivo germano, Markus Löning, ha subrayado que «no podemos ser objeto de la arbitrariedad de los servicios secretos estadounidenses». Más diplomático, pero también molesto, el ministro de Exteriores Guido Westerwelle, señaló que Berlín ve «con gran escepticismo y reticencia» lo ocurrido.
Y pese a todo, los alemanes prefieren a Obama antes que a su canciller. Así lo señala una encuesta del semanario Die Zeit: dos de cada tres alemanes votarían por el demócrata estadounidense, a quien consideran más acertado que la democristiana. De aquí que no sorprenda la expectación suscitada por esta primera visita de Obama como presidente a Berlín -ya lo hizo como candidato en julio 2008-. Procedente de Belfast, el Air Force One aterrizó ayer por la tarde en el sector militar del aeropuerto de Tegel, el mismo en el que piso suelo alemán su antecesor John F. Kennedy hace 50 años en un histórico viaje a la dividida Berlín.
Merkel recibirá hoy a Obama en la cancillería, en una entrevista en la que no faltarán motivos para la controversia. Desde la posibilidad de armar a los rebeldes sirios, a la política económica europea, el cierre de Guantánamo, el eventual envío desde territorio alemán de drones -aviones no tripulados- hacia el norte de África... y el engorroso asunto que se ha colado en la agenda bilateral: el ciberespionaje por los servicios secretos estadounidenses.
El deseado discurso
Que Obama visite a Merkel en plena campaña electoral tampoco tendría que interpretarse como un gesto de apoyo activo del presidente de Estados Unidos a la canciller alemana. Los analistas consideran más bien que es puro pragmatismo político ante las encuestas que dan a Merkel como ganadora de una tercera legislatura. Y es que las relaciones entre Obama y Merkel tampoco han sido de las mejores conocidas en la historia de EE.UU. y Alemania. Baste recordar que cuando, Obama visitó Berlín en plena campaña electoral, pidió dar un discurso en la Puerta de Brandeburgo, Merkel le dijo que no; el candidato de la democristiana era entonces el republicano John McCain. Pero, aunque con cinco años de retraso, Obama pronunciará al fin su deseado discurso en la Puerta de Brandeburgo.
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