El negocio de la guerra
Día 09/06/2013 - 03.38h
China desplaza al Reino Unido como el quinto exportador mundial de armas. El sector de la venta de armamento, afectado por la reducción del gasto público
Ni la guerra se libra de la crisis. Por primera vez desde mediados de los 90, un negocio tan rentable como la venta de armas está viendo mermados sus ingresos por la reducción del gasto público en Europa y la retirada de las tropas estadounidenses de Irak y Afganistán. Según el Instituto Internacional de Estocolmo de Estudios para la Paz (SIPRI, en sus siglas en inglés), la venta de armas en todo el mundo generó 410.000 millones de dólares (316.435 millones de euros) en 2011, mil millones de dólares (772 millones de euros) menos que en 2010.
Así consta en un estudio difundido recientemente que abarca desde 2008 hasta el año pasado. Durante ese periodo, y en consonancia con su crecimiento económico, China ha desplazado al Reino Unido como el quinto mayor exportador de armas gracias a un aumento de sus ventas del 162%. De copar el 2% del mercado global de armamento, el gigante asiático ha pasado al 5%, pero aún se encuentra bastante lejos de los principales fabricantes: Estados Unidos, que domina el 30%, y Rusia, que acapara el 26% de las ventas. Tras ellos se sitúan países como Alemania (7%) y Francia (6%). En total, los cinco primeros proveedores de armas en el mundo controlan el 75% del mercado.
Este ascenso de China se debe a países como Pakistán, que recibe el 55% de sus ventas, Myanmar (antigua Birmania), con el 8%, Bangladesh (7%), Argelia, Venezuela y Marruecos, que han adquirido sus fragatas, aviones y vehículos de combate. Junto a Rusia y China, que le suministran respectivamente el 66 y el 12% de sus armas, España es uno de los principales proveedores de Venezuela, proporcionándole también el 12% de sus importaciones. A su vez, España compra el 8% de las exportaciones de armas de Alemania, situándose en tercer lugar tras Corea del Sur y Grecia, cada una con el 10%.
Los que más demandan
Por su parte, los mayores compradores de armamento se localizan en Asia. En primer lugar, India absorbe el 12% de las importaciones globales, seguida de China, Pakistán, Corea del Sur y Singapur. En total, estos cinco países suman el 32% de las compras globales de armas, espoleadas por la rivalidad histórica entre la India y Pakistán, el auge de China como superpotencia y la división entre las dos Coreas, la última frontera que queda de la Guerra Fría. Como consecuencia, la región de Asia y Oceanía capitaliza el 47% de las compras mundiales de armas.
Relevando a China como principal importador, India ha adquirido en los últimos tiempos un centenar de cazas rusos Su-30MKI, tres aviones con radar A-50EhI (que tienen componentes de Rusia, Israel y Uzbekistán), un submarino nuclear ruso de la clase Akula y el primero de ocho aviones antisubmarinos estadounidenses P-8I.
Aunque la industria militar china ha avanzado a pasos agigantados durante los últimos años, aún sigue dependiendo de componentes procedentes de Rusia o de las antiguas repúblicas soviéticas. Sin ir más lejos, su primer portaaviones, el «Liaoning», fue comprado a Ucrania en 1998, cuando aún estaba a medio construir.
A pesar del embargo internacional de armas que pesa sobre China desde la matanza de Tiananmen en 1989, Rusia le ha suministrado los motores AL-31FN a sus cazas J-10 y J-11 y el año pasado recibió el pedido de 55 helicópteros de transporte Mi-17, al tiempo que está negociando la posible compra de submarinos y aviones de combate Su-35.
Del mismo modo, «China se está consolidando como un suministrador de armamento decisivo para importantes Estados», señaló en un comunicado el director de SIPRI, Paul Holtom, quien lanzó sus previsiones para los próximos años y confirmó que «Pakistán continúe siendo el mayor importador de armas chinas debido a sus pedidos de aviones de combate, submarinos y fragatas».
Fabricantes
A pesar de este ascenso, 74 de los 100 mayores fabricantes de armamento se localizan en Estados Unidos y Europa Occidental, que generan el 90% de las ventas en este sector. Entre 2002 y 2011, dichas ventas subieron un 51%. Como las cifras de las empresas chinas no están disponibles, los cinco mayores proveedores de armas son las estadounidenses Lockheed Martin y Boeing, la británica BAE Systems, la también norteamericana General Dynamics y la alemana Northorp Grumman.
Todas ellas han incluido en su cartera de negocio la ciberseguridad para proteger ordenadores y sistemas de ataques enemigos, que la mayoría de países occidentales están potenciando pese a la austeridad que impone la crisis.
«Diversificarse en la ciberseguridad permite a los fabricantes de armamento ampliar su base civil de clientes, por ejemplo con agencias gubernamentales o gestores privados de infraestructuras vitales, y al mismo tiempo desarrollar avances técnicos para la guerra electrónica en el mercado militar», analiza el informe.
Potente industria militar
A pesar del embargo de armas, China ha desarrollado una potente industria militar gracias a su extraordinario crecimiento económico de las tres últimas décadas. A su auge como segunda potencia mundial se suman las disputas territoriales con sus vecinos asiáticos y su reivindicación histórica de Taiwán, la isla que permanece separada del régimen de Pekín desde el final de la guerra civil (1945-49). Consciente de que la pugna con Estados Unidos por la hegemonía mundial se decidirá en el Pacífico, China seguirá sacándole músculo a su brazo armado.
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