La vida del soldado
Hugo Chávez ha dejado huérfanos a toda una generación de venezolanos que vieron en su movimiento bolivariano al dirigente que necesitaban para salir de la pobreza y la marginación. A la gran suma de simpatías que consiguió durante sus mandatos, se le unió un número igual o mayor de enemigos que consideraron su personal estilo de mando como una dictadura y que siempre criticaron sus medidas socialistas.
Hugo Chávez nació en 1954 en la localidad de Sabaneta, oeste de Venezuela, el segundo de seis hijos de una familia trabajadora. Se casó en dos ocasiones. Su primera esposa fue Nancy Colmenares con la que tuvo tres hijos. Contrajo matrimonio por segunda vez con María Isabel Rodríguez, con quien tuvo otra hija, aunque se separó en 2003.
Chávez ingresó en el Ejército en 1971, donde comenzó su carrera en la Academia Militar. En 1982 fundó en las propias Fuerzas Armadas el Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR200), en referencia a los 200 años del nacimiento de Símon Bolivar, líder de la independencia venezolana y una de las principales figuras a las que Chávez ha recurrido durante toda su carrera.
Su entrada en política se produjo en 1992, cuando el teniente coronel Hugo Chávez dirigió un golpe de Estado contra el entonces mandatario venezolano, Carlos Andrés Pérez. Tras el fracaso que supuso esta iniciativa, pasó dos años en la cárcel antes de que le indultara el presidente Rafael Caldera, tras un acuerdo con los grupos de izquierda.
Con su salida de prisión, Chávez inició su ascenso a la Presidencia de Venezuela con el Movimiento Quinta República (MVR), iniciativa que defendía una regeneración de la democracia al que se unieron otras formaciones políticas de izquierda. En las elecciones parlamentarias de noviembre de 1998, el MVR se configuró como segunda opción política con más del 20 por ciento de los votos.
La figura de Chávez se engrandeció y el 6 de diciembre de ese mismo año fue elegido presidente con más del 56 por ciento de los votos, tras una campaña en la que contó con el apoyo de la izquierda
y en la que las capas más bajas de la sociedad venezolana se vieron representadas.
Hugo Chávez asumió la Presidencia en febrero de 1999 y comenzó la refundación del país con la puesta en marcha de la Asamblea Nacional Constituyente para cambiar la Carta Magna que terminaría sentando las bases de su reelección en el año 2000 y la creación de su República Bolivariana. En esta primera etapa comenzó su famoso programa 'Aló Presidente', que servía para vitorear sus propias reformas, e inicio su proyección internacional entre los países de la OPEP.
El mandatario avanzó en sus reformas tras este intento de destitución, pero la oposición no cejó en su intento por derrocarle. Las protestas continuaron con un gran paro de varios sectores industriales a finales de 2002 que llevaron a la oposición a una campaña para conseguir las firmas necesarias para celebrar un referéndum revocatorio contra Chávez en 2004, del que consiguió salir indemne, gracias, en parte, a los altos índices de crecimiento económico conseguidos desde 2003.
A este impulso económico se le unió un aumento de las adquisiciones y del número de efectivos del Ejército venezolano, controlado por figuras próximas a Chávez, y una subida de los subsidios a las clases más desfavorecidas, con la puesta en marcha de las Misiones Bolivarianas.
Con una oposición desaparecida, que boicoteó los comicios parlamentarios de 2005, y la reelección de Chávez en 2006 por seis años, el mandatario venezolano aglutinó a todos los movimientos que respaldaban su gestión para fundar el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), bajo cuyas siglas siguió avanzando en la nacionalización de empresas y recursos y en programas sociales.
En la región, unió a los principales dirigentes de izquierdas, en el marco de un esfuerzo que inició en 2004 con la creación de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA) junto al presidente cubano Fidel Castro, con el que mantuvo una relación de amistad.
El 'chavismo' comenzó a extenderse por la región gracias a las inversiones impulsadas en algunos países dirigidos por mandatarios que habían imitado el estilo de Chávez, como Evo Morales en Bolivia, el nicarag~ense Daniel Ortega, Manuel Zelaya en Honduras y Rafael Correa en Ecuador.
A esta lista de países, se le unieron las alianzas estratégicas que desarrolló con la Argentina de Néstor Kirchner, y el Brasil de Luiz Inacio Lula da Silva. Sin embargo, se enfrentó en varias ocasiones a Alvaro Uribe, presidente de Colombia (2002-10), por incidentes fronterizos que llevaron a ambos países a estar al borde del conflicto militar.
A pesar del rechazo de la sociedad venezolana, Chávez consiguió en 2009 aprobar uno de los puntos más controvertidos: la reelección indefinida, en un intento por perpetuar su modelo 'chavista' del que apenas surgieron figuras que le hicieran sombra.
Pero este modelo unipersonal se vio truncado con la detección en 2011 de una "lesión" pélvica. El secretismo de su enfermedad le llevó
a operarse en Cuba y a someterse a diferentes ciclos de quimioterapia en la isla. Aunque no tenía la misma fuerza que en etapas anteriores ni mantuvo su presencia monopolista en los medios, Chávez declaró en julio de 2012 estar "libre" de la enfermedad y volvió a presentarse como candidato para las elecciones del 7 de octubre.
En estos últimos comicios, consiguió una nueva victoria con diez puntos de diferencia respecto al candidato de la oposición mientras en plena campaña aumentaban las especulaciones sobre su salud, las cuales se vieron confirmadas poco después. El 8 de diciembre de 2012, sin haber jurado su cargo como presidente, anunció que debía viajar a Cuba para operarse de nuevo. Chávez pidió a la sociedad venezolana que eligiese a Nicolás Maduro, su vicepresidente, en caso de que a él "le ocurriese algo".
Chávez anunció el pasado 18 de febrero a través de su cuenta oficial en Twitter (@chavezcandanga) que había regresado a Venezuela, tras permanecer 70 días en La Habana y fue ingresado en un hospital militar de Caracas. Sin embargo, no se pudo ver ninguna imagen en movimiento del mandatario desde el regreso a su país.
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Hugo Chávez nació en 1954 en la localidad de Sabaneta, oeste de Venezuela, el segundo de seis hijos de una familia trabajadora. Se casó en dos ocasiones. Su primera esposa fue Nancy Colmenares con la que tuvo tres hijos. Contrajo matrimonio por segunda vez con María Isabel Rodríguez, con quien tuvo otra hija, aunque se separó en 2003.
Chávez ingresó en el Ejército en 1971, donde comenzó su carrera en la Academia Militar. En 1982 fundó en las propias Fuerzas Armadas el Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR200), en referencia a los 200 años del nacimiento de Símon Bolivar, líder de la independencia venezolana y una de las principales figuras a las que Chávez ha recurrido durante toda su carrera.
Su entrada en política se produjo en 1992, cuando el teniente coronel Hugo Chávez dirigió un golpe de Estado contra el entonces mandatario venezolano, Carlos Andrés Pérez. Tras el fracaso que supuso esta iniciativa, pasó dos años en la cárcel antes de que le indultara el presidente Rafael Caldera, tras un acuerdo con los grupos de izquierda.
Con su salida de prisión, Chávez inició su ascenso a la Presidencia de Venezuela con el Movimiento Quinta República (MVR), iniciativa que defendía una regeneración de la democracia al que se unieron otras formaciones políticas de izquierda. En las elecciones parlamentarias de noviembre de 1998, el MVR se configuró como segunda opción política con más del 20 por ciento de los votos.
La figura de Chávez se engrandeció y el 6 de diciembre de ese mismo año fue elegido presidente con más del 56 por ciento de los votos, tras una campaña en la que contó con el apoyo de la izquierda
y en la que las capas más bajas de la sociedad venezolana se vieron representadas.
Hugo Chávez asumió la Presidencia en febrero de 1999 y comenzó la refundación del país con la puesta en marcha de la Asamblea Nacional Constituyente para cambiar la Carta Magna que terminaría sentando las bases de su reelección en el año 2000 y la creación de su República Bolivariana. En esta primera etapa comenzó su famoso programa 'Aló Presidente', que servía para vitorear sus propias reformas, e inicio su proyección internacional entre los países de la OPEP.
GOLPE DE ESTADO
Mientras, la oposición realizó acciones de fuerza --como multitudinarias manifestaciones en Caracas-- que se vieron colmadas en 2002 con el apoyo de un golpe militar, que contó con el respaldo de empresarios y políticos de la oposición. Las reaccionarias decisiones de ese nuevo gobierno impidieron su consolidación y, a los tres días, Chávez ya estaba de vuelta en la Presidencia.El mandatario avanzó en sus reformas tras este intento de destitución, pero la oposición no cejó en su intento por derrocarle. Las protestas continuaron con un gran paro de varios sectores industriales a finales de 2002 que llevaron a la oposición a una campaña para conseguir las firmas necesarias para celebrar un referéndum revocatorio contra Chávez en 2004, del que consiguió salir indemne, gracias, en parte, a los altos índices de crecimiento económico conseguidos desde 2003.
A este impulso económico se le unió un aumento de las adquisiciones y del número de efectivos del Ejército venezolano, controlado por figuras próximas a Chávez, y una subida de los subsidios a las clases más desfavorecidas, con la puesta en marcha de las Misiones Bolivarianas.
Con una oposición desaparecida, que boicoteó los comicios parlamentarios de 2005, y la reelección de Chávez en 2006 por seis años, el mandatario venezolano aglutinó a todos los movimientos que respaldaban su gestión para fundar el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), bajo cuyas siglas siguió avanzando en la nacionalización de empresas y recursos y en programas sociales.
POLITICA EXTERIOR
Chávez fue intensificando su figura internacional, ya muy conocida tras sobrevivir al golpe de Estado, y fijó a Estados Unidos, al que denominaba 'El Imperio', como principal enemigo de la paz internacional. El mandatario impulsó una mejora de los lazos con Rusia, a quien compraba gran parte de su material militar, y a otros países cuyos dirigentes criticaban la supremacía de Washington, como la Libia de Muamar Gadafi o Irán.En la región, unió a los principales dirigentes de izquierdas, en el marco de un esfuerzo que inició en 2004 con la creación de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA) junto al presidente cubano Fidel Castro, con el que mantuvo una relación de amistad.
El 'chavismo' comenzó a extenderse por la región gracias a las inversiones impulsadas en algunos países dirigidos por mandatarios que habían imitado el estilo de Chávez, como Evo Morales en Bolivia, el nicarag~ense Daniel Ortega, Manuel Zelaya en Honduras y Rafael Correa en Ecuador.
A esta lista de países, se le unieron las alianzas estratégicas que desarrolló con la Argentina de Néstor Kirchner, y el Brasil de Luiz Inacio Lula da Silva. Sin embargo, se enfrentó en varias ocasiones a Alvaro Uribe, presidente de Colombia (2002-10), por incidentes fronterizos que llevaron a ambos países a estar al borde del conflicto militar.
ENFERMEDAD
Chávez mantuvo sus reformas que comenzaron a granjearle el apelativo de autoritario en la escena internacional, por medidas como la no renovación de la licencia del canal privado RCTV en 2007. Durante este mandato, se produjo un aumento de la delincuencia que apenas fue atendida mientras que la falta de inversiones en la industria, junto con la crisis internacional, debilitaron la economía venezolana, lo que produjo un aumento de la inflación.A pesar del rechazo de la sociedad venezolana, Chávez consiguió en 2009 aprobar uno de los puntos más controvertidos: la reelección indefinida, en un intento por perpetuar su modelo 'chavista' del que apenas surgieron figuras que le hicieran sombra.
Pero este modelo unipersonal se vio truncado con la detección en 2011 de una "lesión" pélvica. El secretismo de su enfermedad le llevó
a operarse en Cuba y a someterse a diferentes ciclos de quimioterapia en la isla. Aunque no tenía la misma fuerza que en etapas anteriores ni mantuvo su presencia monopolista en los medios, Chávez declaró en julio de 2012 estar "libre" de la enfermedad y volvió a presentarse como candidato para las elecciones del 7 de octubre.
En estos últimos comicios, consiguió una nueva victoria con diez puntos de diferencia respecto al candidato de la oposición mientras en plena campaña aumentaban las especulaciones sobre su salud, las cuales se vieron confirmadas poco después. El 8 de diciembre de 2012, sin haber jurado su cargo como presidente, anunció que debía viajar a Cuba para operarse de nuevo. Chávez pidió a la sociedad venezolana que eligiese a Nicolás Maduro, su vicepresidente, en caso de que a él "le ocurriese algo".
Chávez anunció el pasado 18 de febrero a través de su cuenta oficial en Twitter (@chavezcandanga) que había regresado a Venezuela, tras permanecer 70 días en La Habana y fue ingresado en un hospital militar de Caracas. Sin embargo, no se pudo ver ninguna imagen en movimiento del mandatario desde el regreso a su país.
Su estilo de dirigir el país le ha granjeado fuertes reacciones tanto en la sociedad venezolana como en la comunidad internacional que ha conseguido mantenerle en el centro de la escena en varias cumbres internacionales, como el episodio en el que el Rey español Juan Carlos I le mando callar en una cumbre iberoamericana o su comparación del presidente estadoundiense George W. Bush con el mismo diablo.
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Chávez, de una derrota militar a la victoria política
El golpe de Estado fallido que comandó en 1992 supuso su primer gran triunfo
La primera aparición de Hugo Chávez en televisión ocurrió en la mañana del 4 de febrero de 1992, cuando llamó a la rendición de los oficiales que le acompañaron en la intentona golpista que él comandó, esa misma madrugada, contra el Gobierno de Carlos Andrés Pérez. “Compañeros, lamentablemente, por ahora, los objetivos que nos planteamos no fueron logrados en la ciudad capital. […] Oigan mi palabra, oigan al comandante Chávez, que les lanza este mensaje para que, por favor, reflexionen y depongan las armas. […] Yo, ante el país y ante ustedes, asumo la responsabilidad de este movimiento militar bolivariano”, les dijo. El comandante Chávez no logró tomar el Palacio de Gobierno de Miraflores, en Caracas, mientras sus compañeros sí controlaban las guarniciones militares más importantes del país. Pero Chávez dijo “por ahora” y esas palabras, transmitidas a través de todas las cadenas de televisión del país, convirtieron la derrota militar que daba al traste con décadas de conspiración, en su primera victoria política.
Hugo Rafael Chávez Frías (Sabaneta de Barinas, 28 de julio de 1954) se apuntó a la Academia Militar en agosto de 1971, persuadido por la idea de que así podría dejar su pueblo natal e irse a la capital, Caracas, donde se esforzaría por captar la atención de un cazador de talentos de la liga americana de béisbol. Él quería ser lanzador. Y lo fue: en el anuario su promoción, la primera de licenciados en Ciencias y Artes Militares de Venezuela, se le recuerda como el zurdo Furia, “el mejor lanzador” del Ejército y “excelente primera base”. A la par de su carrera deportiva y militar, bajo la tutela de su hermano Adán, comenzó a vincularse con movimientos políticos de izquierda y a tejer conspiraciones para desbancar al sistema de bipartidista y hacerse del poder. Dos de sus sueños se habían hecho realidad cuando pudo lanzar la primera bola de un partido en el antiguo Shea Stadium de los Mets de Nueva York, seis meses después de convertirse en presidente de Venezuela. Ese día lanzó y se quedó en el terreno de juego un rato más de lo pautado, saludando a la multitud.
Chávez ganó sus primeras elecciones el 6 de diciembre de 1998 con el 56,44% de los votos y como candidato del Movimiento V República (MVR). Entonces, de acuerdo con las encuestas, dos tercios de los venezolanos no creían en los partidos políticos como institución y a ellos, les propuso refundar el Estado y acabar con las corruptelas. Una vez en la Presidencia, su primer decreto consistió en la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente. Durante el primer año de su Gobierno contó con el consenso de las clases medias y pobres, de grupos empresariales, de la mayoría de los partidos políticos de izquierda, de los medios de comunicación.
La Constitución redactada por esta asamblea y aprobada en 1999 estableció, en otras reformas, el cambio de nombre de la república, la creación del Poder Moral y del Poder Electoral, la garantía de vivienda y trabajo para todos los venezolanos, la prolongación del periodo presidencial de cinco a seis años y la obligación de que todos los poderes fuesen relegitimados en los meses siguientes. En las elecciones por la relegitimación, el 30 de julio de 2000, Chávez fue elegido por segunda vez presidente con el 59,76%. Su partido también obtuvo mayoría en el Parlamento y esta mayoría eligió, a su vez, a los integrantes de los tres poderes restantes: el Judicial, el Moral y el Electoral.
Lo que de antemano molestaba a la oposición del carácter de Chávez y de su forma de gobernar se hizo intolerable entre los años 2000 y 2002: sus constantes alocuciones en “cadena nacional” de radio y televisión, vestido de uniforme militar; sus decisiones sorpresivas, unilaterales; la descalificación de quienes le adversaban. En diciembre de 2001, el presidente decretó un conjunto de 49 leyes que aumentaban el poder del Estado, investido como estaba con poderes legislativos especiales, a través de una Ley Habilitante que aprobó la mayoría oficialista en el Parlamento. El 7 de abril de 2002, despidió por televisión, en directo, a toda la alta gerencia de la estatal Petróleos de Venezuela, que explota y comercializa el crudo con el que se financia más del 60% del presupuesto del país. Todo esto generó un primer cisma entre las filas del chavismo. El país se dividió entonces en dos polos, hasta ahora irreconciliables, y lo que siguió fue un largo periodo de protestas en las calles.
El 11 de abril de 2002, miles de venezolanos marcharon hacia el Palacio de Miraflores para pedir la renuncia del presidente. Hubo muertos y heridos. La jornada terminó en un golpe de Estado que derrocó a Chávez por 48 horas, ejecutado por el alto mando militar y la cúpula empresarial del país. El día 13,un grupo de oficiales leales al Gobierno rescataron al presidente de la isla donde fue llevado detenido por los golpistas.
En diciembre de ese mismo año, las federaciones de empresarios y trabajadores del país convocaron a una huelga general, a la que se sumó buena parte de la nómina de PDVSA. El país estuvo paralizado durante varios meses: cerraron las escuelas, había escasez de alimentos y de combustibles, y los buques que transportaban el petróleo venezolano quedaron atracados en altamar.
Poco a poco, el Gobierno logró tomar el control de la situación y a partir de entonces, Chávez quedó persuadido de la necesidad de controlar todos los “sectores estratégicos” de la nación: la industria petrolera, la producción y comercialización de los alimentos, las telecomunicaciones, los servicios públicos. El golpe de Estado de 2002 como la huelga general le otorgaron la oportunidad de vaciar de opositores tanto a la Fuerza Armada Nacional como a PDVSA, la empresa que mueve la economía local. En 2003, amenazado por la convocatoria de un referendo revocatorio en su contra, creó las “misiones bolivarianas” Barrio Adentro, Robinson, Sucre: un conjunto de programas sociales dedicados a la atención primaria en salud y a la educación de los más pobres, que desde entonces se convirtieron en bandera de su Gobierno. Cuando llegó el día del referendo, en agosto de 2004, Chávez volvió a arrasar, con el 59,10% de los votos.
Al tiempo que Chávez consolidaba su poder político interno, el país experimentó un boom petrolero comparable al de la década de los setenta del siglo XX,un periodo recordado como el de la “Venezuela saudí”, cuando Carlos Andrés Pérez estaba en su primer Gobierno. Entre los años 2005 y 2008, el barril de crudo venezolano llegó a cotizarse en más de 124 dólares. El dinero del petróleo permitió mantener un gasto público sostenido y contribuyó a aceitar el liderazgo personal de Hugo Chávez en América Latina. Desde entonces, independientemente de cómo se cotice el producto en el mercado mundial, Venezuela vende petróleo a los países amigos a un precio fijo de 40 dólares por barril, pagadero a plazos, con un 1% de interés; y a los países de la región hostiles a su política, con excepción de Estados Unidos, ha llegado a cortarles el suministro.
Con el transcurso de los años, Hugo Chávez fue alargando el plazo para abandonar la presidencia de Venezuela. “Ustedes ya saben, yo me voy en el 2021”, dijo cuando fue electo para un primer periodo de cinco años, y luego fue postergando aún más la fecha: “…hasta el 2031”, “…hasta el 2049”, “…hasta que Dios me dé vida”. En febrero de 2009, Chávez promovió una enmienda a la Constitución, que fue aprobada en referendo popular y estableció, entre otras reformas, la reelección presidencial indefinida. Esto le permitió presentarse a las elecciones del 7 de octubre de 2012, que ganó con el 55,07% de los votos, con la expectativa de gobernar hasta el año 2019 y completar un periodo de 20 años consecutivos en el poder.
Solo la enfermedad logró trastocar sus planes. En junio de 2011, el presidente-comandante fue diagnosticado de cáncer y sometido, desde entonces, a cuatro cirugías y a meses de quimio y radioterapias. Mientras duró su convalecencia, se negó a revelar los detalles de su enfermedad y a delegar plenamente su poder. Solo cuando creyó inminente su muerte, encargó temporalmente del Gobierno a su vicepresidente y canciller, Nicolás Maduro, y le pidió “de corazón” a sus seguidores que lo eligieran presidente en caso de que él ya no pudiera llevar las riendas de la revolución.
Hugo Rafael Chávez Frías era el segundo de seis hermanos, hijo de los maestros de escuela Hugo de los Reyes Chávez y Elena Frías y padre de Rosa Virginia, María Gabriela, Hugo Alejandro y Rosinés. Todos le sobreviven.
Hugo Rafael Chávez Frías (Sabaneta de Barinas, 28 de julio de 1954) se apuntó a la Academia Militar en agosto de 1971, persuadido por la idea de que así podría dejar su pueblo natal e irse a la capital, Caracas, donde se esforzaría por captar la atención de un cazador de talentos de la liga americana de béisbol. Él quería ser lanzador. Y lo fue: en el anuario su promoción, la primera de licenciados en Ciencias y Artes Militares de Venezuela, se le recuerda como el zurdo Furia, “el mejor lanzador” del Ejército y “excelente primera base”. A la par de su carrera deportiva y militar, bajo la tutela de su hermano Adán, comenzó a vincularse con movimientos políticos de izquierda y a tejer conspiraciones para desbancar al sistema de bipartidista y hacerse del poder. Dos de sus sueños se habían hecho realidad cuando pudo lanzar la primera bola de un partido en el antiguo Shea Stadium de los Mets de Nueva York, seis meses después de convertirse en presidente de Venezuela. Ese día lanzó y se quedó en el terreno de juego un rato más de lo pautado, saludando a la multitud.
Chávez ganó sus primeras elecciones el 6 de diciembre de 1998 con el 56,44% de los votos y como candidato del Movimiento V República (MVR). Entonces, de acuerdo con las encuestas, dos tercios de los venezolanos no creían en los partidos políticos como institución y a ellos, les propuso refundar el Estado y acabar con las corruptelas. Una vez en la Presidencia, su primer decreto consistió en la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente. Durante el primer año de su Gobierno contó con el consenso de las clases medias y pobres, de grupos empresariales, de la mayoría de los partidos políticos de izquierda, de los medios de comunicación.
La Constitución redactada por esta asamblea y aprobada en 1999 estableció, en otras reformas, el cambio de nombre de la república, la creación del Poder Moral y del Poder Electoral, la garantía de vivienda y trabajo para todos los venezolanos, la prolongación del periodo presidencial de cinco a seis años y la obligación de que todos los poderes fuesen relegitimados en los meses siguientes. En las elecciones por la relegitimación, el 30 de julio de 2000, Chávez fue elegido por segunda vez presidente con el 59,76%. Su partido también obtuvo mayoría en el Parlamento y esta mayoría eligió, a su vez, a los integrantes de los tres poderes restantes: el Judicial, el Moral y el Electoral.
Lo que de antemano molestaba a la oposición del carácter de Chávez y de su forma de gobernar se hizo intolerable entre los años 2000 y 2002: sus constantes alocuciones en “cadena nacional” de radio y televisión, vestido de uniforme militar; sus decisiones sorpresivas, unilaterales; la descalificación de quienes le adversaban. En diciembre de 2001, el presidente decretó un conjunto de 49 leyes que aumentaban el poder del Estado, investido como estaba con poderes legislativos especiales, a través de una Ley Habilitante que aprobó la mayoría oficialista en el Parlamento. El 7 de abril de 2002, despidió por televisión, en directo, a toda la alta gerencia de la estatal Petróleos de Venezuela, que explota y comercializa el crudo con el que se financia más del 60% del presupuesto del país. Todo esto generó un primer cisma entre las filas del chavismo. El país se dividió entonces en dos polos, hasta ahora irreconciliables, y lo que siguió fue un largo periodo de protestas en las calles.
El 11 de abril de 2002, miles de venezolanos marcharon hacia el Palacio de Miraflores para pedir la renuncia del presidente. Hubo muertos y heridos. La jornada terminó en un golpe de Estado que derrocó a Chávez por 48 horas, ejecutado por el alto mando militar y la cúpula empresarial del país. El día 13,un grupo de oficiales leales al Gobierno rescataron al presidente de la isla donde fue llevado detenido por los golpistas.
En diciembre de ese mismo año, las federaciones de empresarios y trabajadores del país convocaron a una huelga general, a la que se sumó buena parte de la nómina de PDVSA. El país estuvo paralizado durante varios meses: cerraron las escuelas, había escasez de alimentos y de combustibles, y los buques que transportaban el petróleo venezolano quedaron atracados en altamar.
Poco a poco, el Gobierno logró tomar el control de la situación y a partir de entonces, Chávez quedó persuadido de la necesidad de controlar todos los “sectores estratégicos” de la nación: la industria petrolera, la producción y comercialización de los alimentos, las telecomunicaciones, los servicios públicos. El golpe de Estado de 2002 como la huelga general le otorgaron la oportunidad de vaciar de opositores tanto a la Fuerza Armada Nacional como a PDVSA, la empresa que mueve la economía local. En 2003, amenazado por la convocatoria de un referendo revocatorio en su contra, creó las “misiones bolivarianas” Barrio Adentro, Robinson, Sucre: un conjunto de programas sociales dedicados a la atención primaria en salud y a la educación de los más pobres, que desde entonces se convirtieron en bandera de su Gobierno. Cuando llegó el día del referendo, en agosto de 2004, Chávez volvió a arrasar, con el 59,10% de los votos.
Al tiempo que Chávez consolidaba su poder político interno, el país experimentó un boom petrolero comparable al de la década de los setenta del siglo XX,un periodo recordado como el de la “Venezuela saudí”, cuando Carlos Andrés Pérez estaba en su primer Gobierno. Entre los años 2005 y 2008, el barril de crudo venezolano llegó a cotizarse en más de 124 dólares. El dinero del petróleo permitió mantener un gasto público sostenido y contribuyó a aceitar el liderazgo personal de Hugo Chávez en América Latina. Desde entonces, independientemente de cómo se cotice el producto en el mercado mundial, Venezuela vende petróleo a los países amigos a un precio fijo de 40 dólares por barril, pagadero a plazos, con un 1% de interés; y a los países de la región hostiles a su política, con excepción de Estados Unidos, ha llegado a cortarles el suministro.
Con el transcurso de los años, Hugo Chávez fue alargando el plazo para abandonar la presidencia de Venezuela. “Ustedes ya saben, yo me voy en el 2021”, dijo cuando fue electo para un primer periodo de cinco años, y luego fue postergando aún más la fecha: “…hasta el 2031”, “…hasta el 2049”, “…hasta que Dios me dé vida”. En febrero de 2009, Chávez promovió una enmienda a la Constitución, que fue aprobada en referendo popular y estableció, entre otras reformas, la reelección presidencial indefinida. Esto le permitió presentarse a las elecciones del 7 de octubre de 2012, que ganó con el 55,07% de los votos, con la expectativa de gobernar hasta el año 2019 y completar un periodo de 20 años consecutivos en el poder.
Solo la enfermedad logró trastocar sus planes. En junio de 2011, el presidente-comandante fue diagnosticado de cáncer y sometido, desde entonces, a cuatro cirugías y a meses de quimio y radioterapias. Mientras duró su convalecencia, se negó a revelar los detalles de su enfermedad y a delegar plenamente su poder. Solo cuando creyó inminente su muerte, encargó temporalmente del Gobierno a su vicepresidente y canciller, Nicolás Maduro, y le pidió “de corazón” a sus seguidores que lo eligieran presidente en caso de que él ya no pudiera llevar las riendas de la revolución.
Hugo Rafael Chávez Frías era el segundo de seis hermanos, hijo de los maestros de escuela Hugo de los Reyes Chávez y Elena Frías y padre de Rosa Virginia, María Gabriela, Hugo Alejandro y Rosinés. Todos le sobreviven.
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