Defensa investiga las imágenes de malos tratos a detenidos en Irak
“Los primeros que reprueban estas prácticas son los militares”, dice el ministerio
El Ministerio de Defensa investigará las “deplorables” imágenes de soldados españoles maltratando a dos prisioneros iraquíes, publicadas ayer en la web de EL PAÍS, para comprobar si corresponden al centro de detención que existía en la base española de Diwaniya (Irak) en los primeros meses de 2004.
En la grabación, de 40 segundos, se ve cómo cinco militares entran en una celda y tres de ellos la emprenden a patadas con dos detenidos, de los que solo se escuchan quejas y lamentos. Uno de los militares se empeña con especial saña y vuelve en dos ocasiones para descargar con todas sus fuerzas su bota sobre los cuerpos indefensos. Dos soldados observan la paliza desde la puerta y un sexto rueda la escena. Al inicio de la grabación, uno de los soldados ordena a gritos a los detenidos que se incorporen y, al final, se oye a otro decir: “A éste se lo han cargado ya”.
Fuentes de Defensa anunciaron que se investigará si las “fechorías” son ciertas y, en caso afirmativo, se intentará determinar la identidad de los agresores “para ver si se pueden depurar responsabilidades”. Según las mismas fuentes, “los primeros que lamentan y reprueban estas prácticas son los propios militares, que llevan más de 20 años en misiones en el exterior realizando un trabajo impecable sin que jamás hayan recibido una sola queja”. En su cuenta personal de Twitter, el portavoz de Defensa, Diego Mazón, escribió ayer: “Respeto a los militares. 133.498 han pasado por las misiones cumpliendo. Cuatro presuntamente agredieron a dos prisioneros. No generalicen”.
La mayoría de las fuerzas políticas exigieron ayer una investigación urgente. La ex ministra de Exteriores y secretaria de Política Social del PSOE, Trinidad Jiménez, calificó el hecho de “lamentable y trágico” para la imagen de las Fuerzas Armadas, pero se mostró convencida de que se trata de un “caso aislado. Si se pueden depurar responsabilidades en este momento, que se haga; pero también [hay que] tratar de ver las cosas en sus justos términos”, agregó la exministra.
Por su parte, el portavoz de Defensa del PSOE, Diego López Garrido, instó al ministro Pedro Morenés a realizar una investigación “inmediata y en profundidad” de lo sucedido y añadió que, en función de los resultados, su grupo no descarta ninguna iniciativa parlamentaria.
“El Ejército es el primer interesado en que este caso se aclare cuanto antes, porque no debe empañar la forma impecable en que se han conducido los militares españoles en el exterior”, añadió. Garrido recordó que, en aquella época, José María Aznar era presidente y Federico Trillo ministro de Defensa, por lo que “deberían explicar por qué metieron a España en una guerra ilegal e ilegítima, en contra de la ONU y de la opinión pública”.
“Impactado” por la brutalidad de las imágenes, el portavoz de Izquierda Unida, José Luis Centella, anunció que su grupo pedirá mañana la comparecencia de Pedro Morenés en el Congreso. Laia Ortiz, de Iniciativa per Catalunya (ICV), pedirá explicaciones “a quien haga falta”, porque estos hechos “no pueden quedar impunes”. La formación ecosocialista Equo reclamó una investigación urgente ante unas imágenes “absolutamente nauseabundas e inaceptables”.
Mariano Casado, secretario general de la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME), dijo que se trata de hechos muy graves ante los que “no se puede mirar para otro lado”. La conducta de la inmensa mayoría de los militares españoles “no ha sido esa, sino justamente la contraria”, agregó.
El Ejército español tuvo especial cuidado en evitar el choque cultural con la población iraquí, que se produjo, por ejemplo, cuando los soldados británicos emplearon perros (animal impuro) para registrar viviendas. Por eso, el Manual de Área sobre Irak elaborado en junio de 2003 para los 1.300 soldados de la Brigada Plus Ultra incluía un capítulo titulado Normas de comportamiento. “Los occidentales debemos comportarnos siempre con educación y, respetar las costumbres árabes. Se debe de evitar a toda costa los aires de superioridad y condescendencia, así como la familiaridad forzada”, advertía.
Por ejemplo, “el Islam prohíbe el consumo de alcohol, aunque muchos árabes sí lo hacen. Es deseable esperar que el anfitrión haga el primer gesto en esta dirección. No es prudente presentar bebidas alcohólicas, ya que pueden interpretarse como una ofensa grave”.
Otra recomendación: “[...] es todavía posible entrar en muchas casas árabes y no ver nunca a una mujer, [...] siempre es aconsejable entre musulmanes no preguntar sobre los miembros femeninos de la familia, ya que se considera un signo de mala educación. El método correcto es preguntar por la familia y no por la esposa”.
También se aconsejaba a los militares cómo actuar ante la prensa: “Informar a los superiores sobre las preguntas que hagan los periodistas. No dejarse llevar por el periodista a decir cosas sobre las que no se debe hablar”.
En la grabación, de 40 segundos, se ve cómo cinco militares entran en una celda y tres de ellos la emprenden a patadas con dos detenidos, de los que solo se escuchan quejas y lamentos. Uno de los militares se empeña con especial saña y vuelve en dos ocasiones para descargar con todas sus fuerzas su bota sobre los cuerpos indefensos. Dos soldados observan la paliza desde la puerta y un sexto rueda la escena. Al inicio de la grabación, uno de los soldados ordena a gritos a los detenidos que se incorporen y, al final, se oye a otro decir: “A éste se lo han cargado ya”.
Fuentes de Defensa anunciaron que se investigará si las “fechorías” son ciertas y, en caso afirmativo, se intentará determinar la identidad de los agresores “para ver si se pueden depurar responsabilidades”. Según las mismas fuentes, “los primeros que lamentan y reprueban estas prácticas son los propios militares, que llevan más de 20 años en misiones en el exterior realizando un trabajo impecable sin que jamás hayan recibido una sola queja”. En su cuenta personal de Twitter, el portavoz de Defensa, Diego Mazón, escribió ayer: “Respeto a los militares. 133.498 han pasado por las misiones cumpliendo. Cuatro presuntamente agredieron a dos prisioneros. No generalicen”.
La mayoría de las fuerzas políticas exigieron ayer una investigación urgente. La ex ministra de Exteriores y secretaria de Política Social del PSOE, Trinidad Jiménez, calificó el hecho de “lamentable y trágico” para la imagen de las Fuerzas Armadas, pero se mostró convencida de que se trata de un “caso aislado. Si se pueden depurar responsabilidades en este momento, que se haga; pero también [hay que] tratar de ver las cosas en sus justos términos”, agregó la exministra.
Por su parte, el portavoz de Defensa del PSOE, Diego López Garrido, instó al ministro Pedro Morenés a realizar una investigación “inmediata y en profundidad” de lo sucedido y añadió que, en función de los resultados, su grupo no descarta ninguna iniciativa parlamentaria.
“El Ejército es el primer interesado en que este caso se aclare cuanto antes, porque no debe empañar la forma impecable en que se han conducido los militares españoles en el exterior”, añadió. Garrido recordó que, en aquella época, José María Aznar era presidente y Federico Trillo ministro de Defensa, por lo que “deberían explicar por qué metieron a España en una guerra ilegal e ilegítima, en contra de la ONU y de la opinión pública”.
“Impactado” por la brutalidad de las imágenes, el portavoz de Izquierda Unida, José Luis Centella, anunció que su grupo pedirá mañana la comparecencia de Pedro Morenés en el Congreso. Laia Ortiz, de Iniciativa per Catalunya (ICV), pedirá explicaciones “a quien haga falta”, porque estos hechos “no pueden quedar impunes”. La formación ecosocialista Equo reclamó una investigación urgente ante unas imágenes “absolutamente nauseabundas e inaceptables”.
Mariano Casado, secretario general de la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME), dijo que se trata de hechos muy graves ante los que “no se puede mirar para otro lado”. La conducta de la inmensa mayoría de los militares españoles “no ha sido esa, sino justamente la contraria”, agregó.
Manual de usos y costumbres
Por ejemplo, “el Islam prohíbe el consumo de alcohol, aunque muchos árabes sí lo hacen. Es deseable esperar que el anfitrión haga el primer gesto en esta dirección. No es prudente presentar bebidas alcohólicas, ya que pueden interpretarse como una ofensa grave”.
Otra recomendación: “[...] es todavía posible entrar en muchas casas árabes y no ver nunca a una mujer, [...] siempre es aconsejable entre musulmanes no preguntar sobre los miembros femeninos de la familia, ya que se considera un signo de mala educación. El método correcto es preguntar por la familia y no por la esposa”.
También se aconsejaba a los militares cómo actuar ante la prensa: “Informar a los superiores sobre las preguntas que hagan los periodistas. No dejarse llevar por el periodista a decir cosas sobre las que no se debe hablar”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario