Cazador cazado
Cuando a Chris Kyle, de 38 años, el francotirador más letal de la historia de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, se le ocurrió llevar al marine Eddie Ray Routh, de 25 años, al campo de tiro de Rough Creek Lodge (Texas) lo hizo con la intención de ayudarle con sus fantasmas de la guerra de Irak. Jamás hubiese podido adivinar que el día iba a terminar con Routh empuñando un arma contra él y su amigo Chad Littlefield. Todavía se desconocen las razones que llevaron a Routh, veterano de la guerra de Irak y desplegado en Haití en 2010 para la operación de ayuda al terremoto, a terminar con la vida de estos dos hombres.
Estos días, cuando se debate sobre el control de armas, este caso es uno de los que más ha llamado la atención en Estados Unidos. Al debate sobre las armas, se une la ironía de que un francotirador de las Fuerzas Armadas encuentre la muerte en casa, y a todo esto se añade el estigma del estrés postraumático que los soldados sufren cuando vuelven de la guerra. Los estadounidenses se hacen muchas preguntas: ¿por qué a Eddie Ray Routh se le permitió la entrada a ese campo de tiro? ¿Por qué se le dejó manejar un arma teniendo en cuenta sus antecedentes psicológicos? ¿Por qué Kyle pensó que lo mejor que se podía hacer para ayudarle era llevarle a un campo de tiro?.
Entrevistado por LA RAZÓN hace un año, Chris Kyle reconoció que tenía pesadillas, pero negó padecer estrés postraumático: «Creo que cualquier persona que haya estado en una zona de combate tiene estrés. Pero eso no es PTSD. Sí tengo pesadillas a veces. No con la gente que he matado, sino con las personas que no pude salvar. Sobre todo con mis amigos», reconoció durante la conversación con motivo de la promoción de su libro «American Sniper: The Autobiography of the Most Lethal Sniper in US Military History» (Francotirador Americano: La autobiografía del francotirador más letal de la historia de Estados Unidos), del sello editorial HarperCollins.
Mientras, el jueves, al cierre de este reportaje, el jefe de Policía de Los Ángeles, Charlie Beck, hizo un llamamiento ante la búsqueda de un ex oficial sospechoso de doble homicidio y haber disparado a otros tres policías. Al parecer, el sospechoso Christopher Jordan Droner, de 33 años, tenía sed de venganza. Ex oficial de Policía y reservista de la Marina de Estados Unidos, caminó el jueves por las calles de Los Ángeles con varias armas, incluido un rifle de asalto del tipo que el presidente Barack Obama planea retirar de las calles de Estados Unidos, para saldar algún tipo de cuenta pendiente con sus antiguos compañeros de departamento.
Estos días, cuando se debate sobre el control de armas, este caso es uno de los que más ha llamado la atención en Estados Unidos. Al debate sobre las armas, se une la ironía de que un francotirador de las Fuerzas Armadas encuentre la muerte en casa, y a todo esto se añade el estigma del estrés postraumático que los soldados sufren cuando vuelven de la guerra. Los estadounidenses se hacen muchas preguntas: ¿por qué a Eddie Ray Routh se le permitió la entrada a ese campo de tiro? ¿Por qué se le dejó manejar un arma teniendo en cuenta sus antecedentes psicológicos? ¿Por qué Kyle pensó que lo mejor que se podía hacer para ayudarle era llevarle a un campo de tiro?.
Entrevistado por LA RAZÓN hace un año, Chris Kyle reconoció que tenía pesadillas, pero negó padecer estrés postraumático: «Creo que cualquier persona que haya estado en una zona de combate tiene estrés. Pero eso no es PTSD. Sí tengo pesadillas a veces. No con la gente que he matado, sino con las personas que no pude salvar. Sobre todo con mis amigos», reconoció durante la conversación con motivo de la promoción de su libro «American Sniper: The Autobiography of the Most Lethal Sniper in US Military History» (Francotirador Americano: La autobiografía del francotirador más letal de la historia de Estados Unidos), del sello editorial HarperCollins.
Apretar el gatillo
Entonces, pareció tener ciertas respuestas preparadas, quizá alertado por la controversia que provocó la muerte de su primera víctima: una mujer que se acercó a un grupo de marines, entre los que podía haber estado el joven Routh, su asesino hace una semana. Entonces Kyle, que nada más apretar el gatillo sabía si iba a dar o fallar a su blanco, contestó que «o la mataba o lo hacía otro», sin ningún tipo de duda o remordimiento. Era su trabajo y el francotirador Kyle lo hacía mejor que nadie. A este caso se suma el del veterano de la Guerra de Vietnam Jimmy Lee Dykes, que ha muerto después de tener secuestrado durante casi una semana en un búnker bajo tierra en Alabama a un niño de cinco años. En este caso, tampoco se conocen los motivos que llevaron a Jimmy Lee Dykes a matar al conductor del autobús de la ruta del colegio de Ethan. Podría haber padecido estrés postraumático, como sospechaban sus vecinos al verle patrullar su jardín con un rifle cada noche. Ocho de los nueve casos de los últimos tiroteos han sido protagonizados por personas con problemas mentales.Mientras, el jueves, al cierre de este reportaje, el jefe de Policía de Los Ángeles, Charlie Beck, hizo un llamamiento ante la búsqueda de un ex oficial sospechoso de doble homicidio y haber disparado a otros tres policías. Al parecer, el sospechoso Christopher Jordan Droner, de 33 años, tenía sed de venganza. Ex oficial de Policía y reservista de la Marina de Estados Unidos, caminó el jueves por las calles de Los Ángeles con varias armas, incluido un rifle de asalto del tipo que el presidente Barack Obama planea retirar de las calles de Estados Unidos, para saldar algún tipo de cuenta pendiente con sus antiguos compañeros de departamento.
Muerto en el lugar más seguro
En sus cuatro despliegues en Irak, Chris Kyle había sido alcanzado en dos ocasiones y herido en seis explosiones diferentes de bombas caseras. Era un hombre con suerte en el campo de batalla. Con tres estrellas de plata y cinco de bronce, era uno de los mejores y más condecorados Seals de la historia, pero fue asesinado por Routh, en la foto, en Fort Worth (Texas), el que se presupone que debe ser uno de los lugares más seguros del mundo.
A FONDO: CHRIS KYLE
Christopher Scott Kyle (Odessa, Texas, Estados Unidos; 8 de abril de 1974 - Glen Rose, Texas, Estados Unidos; 2 de febrero de 2013) fue
un militar estadounidense perteneciente a los SEAL de
la Armada norteamericana, famoso por ser el francotirador más letal de
la historia militar estadounidense, fue apodado como el Diablo de
Ramadi (Al-Shaitan Ramad) por los iraquíes durante la Guerra de Irak de 2003.
Christopher Kyle nació en Odessa, en el estado de
Texas en 1974, era hijo de un matrimonio religioso que se dedicaba a las
labores de granja. A los 8 años, Chris Kyle recibió como regalo un rifle
Springfield para niños, y se aficionó junto a su padre en la caza furtiva de
aves de presa y ciervos de su comarca, desarrollando una gran aptitud para el
manejo efectivo de un arma. Intentó ganarse la vida como cowboy de rodeo de
exhibición en su estado; pero un accidente grave en un brazo lo retiró de los
rediles. En 1998, Chris entonces intentó enrolarse en la Marina de los Estados
Unidos con la intención de formarse como un SEAL; pero la lesión de su brazo
causó que fuera desestimado en un principio. Sin embargo, gracias a contactos
dentro de la Marina, Chris Kyle tuvo otra oportunidad y fue admitido para el
curso de SEAL en la especialidad de francotirador en 1999, era su segundo
intento.
Ese mismo año, Kyle es enviado como parte de la
compañía Charlie del equipo n°3 de tareas de los Seals a Irak en el contexto de
la Guerra de Irak siendo designado a Ramadi, Anwar
y Bagdad. Kyle realizó cuatro ciclos de relevo en Irak mientras duró esta
guerra. Kyle se convirtió en una leyenda viva entre los Marines por lograr unas
255 muertes de insurgentes irakíes; pero en el Pentágono solo se le
acreditaron 150 muertes convirtiéndolo en el francotirador más letal de los
Estados Unidos.
Kyle efectuó en Ramadi acciones mortíferas
en su especialidad logrando dar en el blanco a una distancia de 2.100 m cuando un joven insurgente se dirigía
con un RPG a un convoy
norteamericano en marcha. Otra de sus acciones fue matar a una mujer con un
bebé en brazos que portaba una granada y que se acercaba confundida entre la
muchedumbre a un grupo de soldados norteamericanos. Se ganó el apodo de
el Satán de Ramadi por los insurgentes irakíes.
En la segunda batalla por la ciudad
de Fallujah, Kyle hizo
en un solo día, 40 muertes de insurgentes, los irakies pusieron un precio por
su cabeza con una recompensa de Dollares US 20.000. Kyle fue además herido dos
veces por disparos de otros francotiradores y sobrevivió a 6 atentados con
explosivos disimulados mientras se trasladaba en vehículos de la Marina. Kyle
por sus actos ganó dos medallas de Plata y cinco de bronce al Valor.
Kyle permaneció 10 años en los SEAL´s de
la Marina hasta el 2009 , retirándose para poder salvar su matrimonio con su esposa
Taya con quien tenía dos hijos. Kyle fue entrevistado numerosas veces y siempre
defendió su labor en Irak con la premisa de que por cada baja de un insurgente
irakie, salvaba varias vidas americanas y que no consideraba a sus víctimas
como personas.
-"La primera vez,
ni siquiera estás seguro de que puedas hacerlo (matar). Pero yo no estaba allí
mirando a esas personas como personas. No me preguntaba si tenían familia. Solo
estaba tratando de mantener a mi gente a salvo"-
Fundó una empresa de seguridad privada
para militar y civil llamada Craft International y escribió un
libro autobiográfico llamado American Sniper donde relata sus
experiencias en Irak, que resultó todo un exito de ventas.
Muerte
El sábado 2 de febrero de 2013, Kyle y un amigo llamado Chad Littlefield
estaban practicando en un campo de tiro en Rough Creek Lodge en Glen Rose a eso
de las 15 horas, Texas cuando fueron asesinados a tiros de larga distancia con
un arma automática, a las 17 horas. El autor de los disparos fue identificado
como Eddie Routh que vivía en Lancaster según
el Departamento de Seguridad de Texas. Los motivos de Routh no están
claros aún y son motivo de investigación; pero Routh fue un exmarine que
también estuvo asignado en Irak en el mismo periódo de Kyle. Kyle enfrentaba el
1 de agosto de 2013 una demanda por difamación en contra del gobernador de
Minnesota, Jesse
Ventura por comentarios antipatrióticos y difamacion a la honra
de Kyle ocurrido en 2006.
ARCHIVO
FOTOGRÁFICO
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