El mediador internacional para Siria trata de impulsar su mediación ante Assad
Día 24/12/2012 - 17.20h
Según diversas fuentes el objetivo de la reunión era el de presentar a Assad una propuesta acordada por EE.UU. y Rusia
El presidente sirio, Bashar al Assad, ha expresado este lunes el interés de su régimen en que tenga éxito cualquier iniciativa que proteja al pueblo y la soberanía del país, en una reunión con el mediador internacional para Siria, Lajdar Brahimi.
«Las conversaciones (con Brahimi) fueron constructivas y el presidente Al Assad subrayó el interés del Gobierno en trabajar por el éxito de cualquier esfuerzo que beneficie a los intereses del pueblo sirio y preserve la soberanía e independencia de la nación», se indica en un escueto comunicado de la Presidencia siria.
Brahimi, por su parte, ha explicado a Al Asad los resultados de sus últimos contactos y conversaciones para tratar de solucionar la situación en el país, inmerso desde marzo de 2011 en una crisis que ha derivado en una guerra civil.
Tras la reunión, el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria dijo a los periodistas en Damasco que la situación es «preocupante» pero que espera que «todas las partes lleguen a una solución».
En unas breves declaraciones, Brahimi ha explicado que intercambió con Al Asad «sus puntos de vista y los pasos que se deben dar para acabar con la crisis», aunque no ha desvelado qué tipo de propuesta ha remitido al presidente.
Fuentes diplomáticas ha explicado a Efe que la visita de Brahimi tenía como objetivo presentar a Al Assad una propuesta acordada por EE.UU. y Rusia en una reunión en Ginebra la semana pasada, que busca la formación de un Gobierno de transición.
El enviado de la ONU y la Liga Árabe habría pedido al presidente sirio que nombre a una serie de ministros para representar al régimen en ese Ejecutivo, de acuerdo a las fuentes.
Este Gabinete incluiría también a representantes de la oposición, como estipula el acuerdo alcanzado en Ginebra por el Grupo de Acción para Siria en su reunión del 30 de junio pasado.
Esta es la tercera visita del mediador internacional a Siria desde que sustituyó en el cargo a principios de septiembre pasado al exsecretario general de la ONU Kofi Annan.
En su última visita, en octubre pasado, Brahimi planteó una tregua temporal durante la festividad musulmana del Aid al Adha, que fue violada por ambos bandos.
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La ONU trata de preservar el diálogo en Siria mientras la guerra empeora
El argelino Brahimi visita por tercera vez Damasco para mantener abierto el diálogo en medio de la presión internacional
Ó. GUTIÉRREZ / Agencias Madrid / Damasco24 DIC 2012 - 18:55 CET
Foto oficial de la agencia Sana del encuentro entre Lakhdar Brahimi (a la izquierda) y Bachar el Asad. / AFP
Que el enviado de la ONU a Siria, Lakhdar Brahimi, haya evitado por arriesgado el aeropuerto de Damasco y optado por entrar a través de la frontera de Líbano —sendero que recorren muchos opositores—, dice mucho del estado de las cosas en el frente. El diplomático argelino llegó este domingo a la capital siria en una visita poco esperada. “Le he comentado [al presidente Bachar el Asad] lo que he visto y hablado con diferentes actores regionales y extranjeros”, trasladó Brahimi a la prensa tras la cita mantenida el lunes. “La situación en Siria”, sostuvo el argelino, “es motivo de preocupación. Espero que las partes trabajen para llegar a una solución”.
El enviado de la ONU y la Liga Árabe manifestó, con especial celo, que durante su charla había explicado los “pasos” que el régimen debe dar en el futuro para frenar la crisis y una sangría que, según los cálculos de activistas, ha matado en 21 meses a más de 40.000 personas.
Tampoco fue mucho más claro el mensaje lanzado desde la presidencia siria: “El Asad subrayó [en su conversación con Brahimi] el interés del Gobierno en trabajar por el éxito de cualquier esfuerzo que beneficie a los intereses del pueblo sirio y preserve la soberanía e independencia de la nación”.
El fracaso cosechado por el emisario argelino en su viaje de octubre, en el que alcanzó el compromiso de los dos bandos por una tregua que nunca existió, ha bajado, al menos en su versión pública, el listón del plan de viaje. En el fondo, Brahimi lleva hasta Damasco un nuevo intento por sentar en una misma mesa a opositores y miembros de la actual cúpula de poder para, primero, abrir el diálogo y, segundo, poner la vista en una futura transición sin violencia con un Gobierno provisional en el que el régimen podría tener aún buena presencia. Esta opción, sellada en Ginebra en junio por el Grupo de Acción para Siria (en el que están representados EE UU, la UE, el Consejo de Seguridad de la ONU y los países árabes) contaría con el apoyo de Rusia y China, aliados todavía de El Asad, quien, en todo caso, debería dejar paso a una nueva presidencia.
La visita de Brahimi coincidió con la denuncia por parte de activistas de la ciudad de Homs del “uso de un gas desconocido” por las fuerzas leales al régimen. Según informó el lunes por teléfono Mataz Suheil, del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, seis milicianos rebeldes murieron en el barrio de Khaldiyá por el efecto de un “gas blanco” cuya tipología desconocen, por lo que han instado a la Cruz Roja a que se persone para iniciar una investigación.
El enviado de la ONU y la Liga Árabe manifestó, con especial celo, que durante su charla había explicado los “pasos” que el régimen debe dar en el futuro para frenar la crisis y una sangría que, según los cálculos de activistas, ha matado en 21 meses a más de 40.000 personas.
Tampoco fue mucho más claro el mensaje lanzado desde la presidencia siria: “El Asad subrayó [en su conversación con Brahimi] el interés del Gobierno en trabajar por el éxito de cualquier esfuerzo que beneficie a los intereses del pueblo sirio y preserve la soberanía e independencia de la nación”.
El fracaso cosechado por el emisario argelino en su viaje de octubre, en el que alcanzó el compromiso de los dos bandos por una tregua que nunca existió, ha bajado, al menos en su versión pública, el listón del plan de viaje. En el fondo, Brahimi lleva hasta Damasco un nuevo intento por sentar en una misma mesa a opositores y miembros de la actual cúpula de poder para, primero, abrir el diálogo y, segundo, poner la vista en una futura transición sin violencia con un Gobierno provisional en el que el régimen podría tener aún buena presencia. Esta opción, sellada en Ginebra en junio por el Grupo de Acción para Siria (en el que están representados EE UU, la UE, el Consejo de Seguridad de la ONU y los países árabes) contaría con el apoyo de Rusia y China, aliados todavía de El Asad, quien, en todo caso, debería dejar paso a una nueva presidencia.
La visita de Brahimi coincidió con la denuncia por parte de activistas de la ciudad de Homs del “uso de un gas desconocido” por las fuerzas leales al régimen. Según informó el lunes por teléfono Mataz Suheil, del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, seis milicianos rebeldes murieron en el barrio de Khaldiyá por el efecto de un “gas blanco” cuya tipología desconocen, por lo que han instado a la Cruz Roja a que se persone para iniciar una investigación.
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Asad pide al mediador de la ONU que apoye iniciativas que protejan al pueblo
El presidente sirio, Bachar al Asad, aseguró hoy que su régimen apoya cualquier iniciativa que busque "el bien del pueblo sirio y proteja la soberanía del país", en una reunión con el mediador internacional para Siria, Lajdar Brahimi.
Según las declaraciones difundidas por los medios oficiales sirios, Al Asad insistió en que los esfuerzos para dar una salida al conflicto deben respetar tanto la soberanía como la independencia de Siria.
En su encuentro con Brahimi, que llegó ayer a Damasco en un nuevo intento mediador, el presidente sirio expuso su punto de vista sobre la situación en el país, inmerso en una crisis desde marzo de 2011 que ha derivado en una guerra civil.
Lajdar Brahimi, ha trasladado este lunes personalmente al presidente Bashar al Assad la necesidad de alcanzar cuanto antes una "solución" al enfrentamiento que libran desde hace más de año y medio las fuerzas del Gobierno y los rebeldes opositores.
Brahimi ha viajado a Damasco para volver a reunirse con el máximo dirigente del país. El diplomático argelino ha llegado procedente de Líbano por carretera, ya que los enfrentamientos en torno al aeropuerto de Damasco han impedido su traslado por aire.
El mediador internacional ha explicado ante la prensa que habló con Al Assad de la actual situación en Siria y de posibles soluciones a un conflicto que, según los activistas, ya se ha cobrado más de 44.000 vidas desde marzo de 2011.
"Le conté lo que percibía en el extranjero y le hablé de los encuentros que he mantenido con diferentes autoridades de la región y de otras partes", ha explicado Brahimi, quien ha sostenido que "la situación en Siria todavía es motivo de preocupación".
"Esperamos que las dos partes trabajen para lograr una solución, puesto que es lo que quiere el pueblo sirio", ha añadido.
Según las declaraciones difundidas por los medios oficiales sirios, Al Asad insistió en que los esfuerzos para dar una salida al conflicto deben respetar tanto la soberanía como la independencia de Siria.
En su encuentro con Brahimi, que llegó ayer a Damasco en un nuevo intento mediador, el presidente sirio expuso su punto de vista sobre la situación en el país, inmerso en una crisis desde marzo de 2011 que ha derivado en una guerra civil.
Lajdar Brahimi, ha trasladado este lunes personalmente al presidente Bashar al Assad la necesidad de alcanzar cuanto antes una "solución" al enfrentamiento que libran desde hace más de año y medio las fuerzas del Gobierno y los rebeldes opositores.
Brahimi ha viajado a Damasco para volver a reunirse con el máximo dirigente del país. El diplomático argelino ha llegado procedente de Líbano por carretera, ya que los enfrentamientos en torno al aeropuerto de Damasco han impedido su traslado por aire.
El mediador internacional ha explicado ante la prensa que habló con Al Assad de la actual situación en Siria y de posibles soluciones a un conflicto que, según los activistas, ya se ha cobrado más de 44.000 vidas desde marzo de 2011.
"Le conté lo que percibía en el extranjero y le hablé de los encuentros que he mantenido con diferentes autoridades de la región y de otras partes", ha explicado Brahimi, quien ha sostenido que "la situación en Siria todavía es motivo de preocupación".
"Esperamos que las dos partes trabajen para lograr una solución, puesto que es lo que quiere el pueblo sirio", ha añadido.
El de hoy es el tercer encuentro entre Brahimi y Al Assad y ha llegado tras una serie de avances de las fuerzas rebeldes, que han capturado varias instalaciones militares en distintos puntos del país, incluidas algunas cercanas a Damasco.
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