El «tanque» soviético que el bando nacional apresó en la Guerra Civil
En el museo al aire libre de unidades acorazadas de la Brigada «Guadarrama» XII del Ejército de Tierra (en la madrileña Base de «El Goloso») hay un carro de combate que llama la atención. Con la bandera de España pintada en su frontal. Es el carro soviético «T-26» modelo 1933. Uno de los carros de combate que el bando nacional pudo capturar al bando republicano durante la Guerra Civil. Justo en frente, esta la versión 100% republicana, sin la bandera nacional.
Una vez en el bando liderado por el general Francisco Franco, al carro de combate se le pintó la bandera de los colores nacionales. Era también conocido como «Vickers», por ser una copia del «Vickers» 6 toneladas, comprado por la URSS al Reino Unido.
«Desde septiembre de 1936 llegaron a la zona republicana unos 450 y fue el mejor carro de la guerra», explica el folleto de un museo desconocido que se puede visitar previa solicitud de visita. «En zona nacional era muy apreciado por el cañón, por lo que los capturados se ponían en servicio cuando se podía, pintados con grandes banderas para distinguirlos bien».
A FONDO: T-26
Tipo | Tanque ligero de infantería |
---|---|
País de origen | Unión Soviética |
Historia de servicio | |
En servicio | 1931 - 1945 (URSS) 1936 - 1953 (España) |
Operadores | Véase Usuarios |
Guerras | |
Historia de producción | |
Cantidad producida | 11.218[1] |
Especificaciones | |
Peso | 10,5 t |
Longitud | 4,88 m |
Anchura | 3,41 m |
Altura | 2,41 m |
Tripulación | 3 (Comandante-artillero, cargador y conductor) |
| |
Blindaje | 15 mm acero remachado casco y torreta, 10 mm techo y 6 mm en el suelo barcaza |
Arma primaria | cañón de 37 ó 45 mm |
Arma secundaria | 2 ametralladoras DT de 7,62 mm |
| |
Motor | GAZ T-26 refrigerado por
aire, 8 cilindros opuestos en línea., gasolina 91 CV (68 KW] 2200 rpm. |
Relación potencia/peso | 9,23 CV/t |
Velocidad máxima | 28,5 km/h en carretera y 20,9 km/h campo a través |
Autonomía | 225 km carretera y 175 km campo a través. |
Transmisión | Por árbol y caja mecánica de ciclos con 5 velocidades hacia delante y una hacia atrás. |
Rodaje | orugas con 8 ruedas de rodaje a cada lado |
Suspensión | ballestas invertidas |
El T-26 fue un tanque ligero soviético que
participó en numerosos conflictos de los años 30 así como en la Segunda
Guerra Mundial. Fue desarrollado a partir de 1930, tomando como modelo al Vickers 6-ton británico, siendo considerado
por algunos como el diseño de tanques más exitoso de años años 30.
Fue fabricado en mayor
cantidad que cualquier otro tanque de su época, siendo producidos más de 11.000
unidades. Durante los años 30, la URSS desarrolló un número récord de 53 variantes del
T-26, incluyendo diferentes vehículos de combate basados en su chasis como tanques
lanzallamas, vehículos de ingenieros, artillería autopropulsada o
tractores de artillería; 23 de estos modelos fueron producidos en serie,
mientras que otros quedaron como modelos experimentales.
Fue suministrado en
grandes cantidades por el Ejército Rojo a las fuerzas armadas de la Segunda República durante
la Guerra Civil Española (1936 - 1939), y cuando
esta finalizó las unidades restantes fueron puestas de nuevo en servicio dentro
del Ejército Franquista. Participó durante
algunas de las primeras operaciones de la Segunda Guerra Mundial, como en el ataque a
Polonia y la Guerra de Invierno con Finlandia, cesando su producción en 1941. Durante la Invasión alemana de la URSS participó
en gran número dado que constituía el grueso de las fuerzas acorazadas
soviéticas, aunque fue paulatinamente sustituido por otras unidades más modernas
como el T-34. Aun así, destacó su participación
durante la Batalla de Moscú, el Sitio de
Leningrado (1941-1944), la Batalla por el Caúcaso o incluso en una fecha tan
tardía como 1945, durante la Invasión soviética de
Manchuria.[6]
El T-26 fue exportado y
empleado extensamente por los Ejércitos de España, China y Turquía. Además, las
unidades capturadas del T-26 fueron usadas de nuevo por las Ejércitos de
Finlandia, la Alemania
nazi, Rumanía y Hungría.
A finales de la década de
1920, los diseñadores del Ejército Rojo elaboraron un programa de construcción
de tanques. Del mismo modo que sucedía en otras naciones, la Unión Soviética fue
consciente de la necesidad de un tanque de apoyo a la infantería y, después de
haber intentado desarrollar un proyecto propio, optó por el modelo del tanque
ligero británico Vickers
6-ton , planeándose su producción a gran escala, ya que el tanque británico
costaba 42.000 rublos en oposición al T-19 soviético (el equivalente que se
estaba produciendo en aquel momento) que costaba 96.000 rublos y además era más
complejo de mantener y fabricar.
El modelo fue denominado V-26 (denominación soviética de los carros británicos) y se renombró a T-26, llegando los primeros ejemplares británicos a la Unión Soviética en 1930, siendo siglados como T-26A-1. Un grupo de ingenieros del Departamento de Diseño Experimental (OKMO) en la factoría Bolchevik de Leningrado, bajo la dirección de N. V. Barikov y S. A. Ginzbury, fabricaron 20 vehículos similares; después de diversas pruebas, el proyecto fue aceptado por el Consejo Militar Revolucionario en febrero de 1931 y la producción comenzó ese mismo año en varias fábricas, entre las que se contaba la fábrica Kirov de Leningrado. Los primeros modelos iban equipados con un sistema de dos torretas, con sendas ametralladoras de 7,62 mm en el T-26A-2 y una de 12,7 mm, más otra de 7,62 mm en el T-26A-3; algunos fueron provistos con una ametralladora en una torreta y un cañón (de 27 mm en el T-26A-4 y de 37 mm en el T-26A-5) en la otra. Pero, el sistema de las dos torretas se mantuvo hasta 1934, donde ese mismo año se construyó un único tanque T-26 multitorreta, siendo sustituida su producción por el, ya en marcha, T-26 con una sola torreta. Los siguientes T-26B montaba un único cañón (de 37 mm en el T-26B-1; de 45 mm en los modelos posteriores).
La soldadura se adoptó
después de las experiencias obtenidas en los combates con los
japoneses que tuvieron lugar a mediados de la década de 1930 a lo largo de
las confusas fronteras de Mongolia y
Manchuria. Se recibieron informes
del general Vasili
Blücher, comandante del Ejército Especial del Lejano Oriente, estableciendo
que los tanques T-26 de coraza remachada se habían mostrado poco eficaces ante
el fuego japonés: la práctica demostró que en un T-26 alcanzado por disparos
enemigos era posible que los remaches, expulsados de sus alvéolos, salieron
disparados hacia el interior del carro como verdaderos proyectiles. Se decidió
entonces el uso de la soldadura, el cual se inició en los últimos tanques Modelo
1933, pero se normalizó en el T-26S.
La fabricación de la serie
T-26 terminó totalmente en 1941, tras el comienzo de la Operación
Barbarroja, cuando los alemanes se adueñaron de la mayor parte de las
fábricas que construían el vehículo y los nuevos centros de producción, situados
en las regiones orientales de la URSS, se dedicaron a construir tanques más modernos como
el T-34.Pero para el año 1941 ya se habían
entregado 11,218 T-26 de todos los tipos; en
consecuencia, estos se encontraron entre los vehículos acorazados más numerosos
utilizados en la primera fase de la Gran
Guerra Patriótica.
Durante su vida operativa, los T-26 experimentaron muchos cambios en su
producción y empleo, la mayor parte de los primeros se dieron en la mejora del
blindaje (espesor mínimo de 6 mm y máximo de 25 mm) y del armamento. Asimismo,
se construyeron muchas versiones especiales, entre las que quizás fueron las más
numerosas los tanques lanzallamas, identificados con el
prefijo OT. La primera de estas versiones fue denominada OT-26 y la última
OT-133; la mayor parte tenía la boquilla del arma en una torreta y carecía de
cañón, pero los siguientes modelos estuvieron dotados de un cañón, además del
lanzallamas. Se produjeron también versiones posapuentes (ST-26) y se hicieron
tentativas de montar en el tanque piezas de 76 mm para incrementar la eficacia
del apoyo a la infantería. También se desarrollaron versiones especiales de
mando, equipadas con radio, designadas T-26A-4(U) y T-26A-2(U); estas eran
identificables por su antena de radio en "barandilla" alrededor del casco.
Durante los años 30 entraron en combate contra las Fuerzas japonesas durante las Guerras Fronterizas Soviético-japonesas, especialmente en batallas como la de Jaljin Gol y el Lago Jasán. También tuvo una destacadísima participación durante la Guerra Civil Española, donde fue enviado en grandes cantidades para apoyar a la República Española contra las Fuerzas sublevadas.
Tras el comienzo de la Segunda
Guerra Mundial, intervino en la invasión soviética de
Polonia y en la Campaña contra Finlandia de 1939-1940. Al
producirse la invasión alemana de la Unión
Soviética, en 1941, un gran número de T-26 fueron destruidos en combate o
cayeron en manos de los invasores. Muchos fueron transformados por sus nuevos
propietarios en tractores de artillería o en cañones autopropulsados, ya que
estos tenían una gran necesidad de este tipo de vehículos. Para entonces este
tanque ya estaba siendo sustituido por modelos más modernos, aunque los
soviéticos lo continuaron empleando en operaciones tan importantes como la Batalla de
Moscú, el Sitio de Leningrado o la Batalla del Caúcaso. Incluso en una fecha tan tardía como 1945
fue empleado durante la Invasión soviética de
Manchuria, coincidiendo con el final de la Guerra Mundial.
El 15 de octubre de 1936
llegó el primer embarque de 50 tanques T-26, que arribaron a Cartagena.Estos entraron en combate en combate
muy pronto, el 26 de octubre, bajo la dirección del teniente coronel soviético
Semyon
Krivoshein, al sur de Madrid. La primera operación de combate en
España de los T-26 estuvo cerca de la ciudad de Seseña, cuando una compañía de tanques republicanos
contraatacaron contra la punta de lanza de la unidad de los sublevados durante
su avance hacia Madrid. A pesar de que comúnmente se menciona
que las fuerzas republicanas recibieron 312 T-26, este número incluía FT-17s, entregados por
Polonia, y 15 T-26 que en realidad nunca llegaron a España. En última instancia, 281 T-26 fueron
entregados a España durante la Guerra Civil Española.
Los primeros 50 tanques
T-26 que llegaron a España fueron tripulados por personal soviético. Sin
embargo, el teniente coronel soviético Krivoshein abrió una escuela de formación
en la localidad de Archena, cerca de
Cartagena, reclutando principalmente a
conductores de camiones y autobuses de ciudades como Madrid y Barcelona. Con el entrenamiento en marcha, y los
tanques incorporándose rápidamente al combate, los primeros 50 vehículos del Ejército Popular
republicano se organizaron en el primer batallón de tanques. En diciembre de 1936, el general Pavlov organizó nuevos vehículos blindados
soviéticos en una brigada blindada, la componían cuatro batallones de tanques y
una compañía de reconocimiento. Esta brigada, conocida como Brigada
de Carros de Combate, se componía de 56 tanques y 68 vehículos blindados, e
inmediatamente entró en combate en torno a Madrid, incluso en las batallas de Jarama y Guadalajara. En julio de 1937, la
brigada participó en la Batalla de Brunete, la batalla más grande
con tanques desde el principio de la guerra, participando unos 150 tanques
republicanos. La batalla fue también uno de los
pocos ejemplos durante la Guerra Civil Española de la utilización de tanques
para explotar una penetración a lo largo del frente.
T-26 Embarcados Durante la Guerra Civil
FECHA BARCO Nº VEHICULOS
15 de octubre de 1936 Komsomol 50
30 de noviembre de 1936 Cabo Palos 37
30 de noviembre de 1936 Mar Caribe 19
6 de marzo de 1937 Cabo Santo Tomé 60
8 de marzo de 1937 Darro 40
7 de mayo de 1937 Cabo Palos 50
13 de marzo de 1938 Gravelines 25
FECHA BARCO Nº VEHICULOS
15 de octubre de 1936 Komsomol 50
30 de noviembre de 1936 Cabo Palos 37
30 de noviembre de 1936 Mar Caribe 19
6 de marzo de 1937 Cabo Santo Tomé 60
8 de marzo de 1937 Darro 40
7 de mayo de 1937 Cabo Palos 50
13 de marzo de 1938 Gravelines 25
Antes del final de la
contienda, volvieron a entrar en acción en las batallas de Belchite, Teruel y en la del
Ebro, su última
acción importante. Demostraron tal superioridad ante los blindados alemanes
(tanque PzKpfw
I) e italianos (tanqueta CV.3/35),
vulnerables a los disparos del T-26, que el mando rebelde decidió ofrecer una
recompensa en metálico (500 pesetas de la época) por cada ejemplar capturado. Sin
embargo, a pesar de ser superior a los carros alemanes en dicha guerra, muchos
fueron destruidos con relativa facilidad. El bando rebelde ideó la forma de
destruir a los T-26, llegando incluso a tirar mantas sobre las tomas de aire de
los motores y hacerlas arder con algún componente inflamable. El invento del cóctel molotov fue
un gran avance que lanzándose sobre el motor del tanque, podía inutilizarlo
fácilmente. Además el blindaje de entre 7-15 mm en el frente era insuficiente
para protegerse de cualquier cañón antitanque de la época. Esto, junto con las
deficiencias de los motores, llevó a los soviéticos a pensar en la
necesidad de un tanque mejor protegido y fiable, de donde partió el tanque medio
T-34 y el pesado KV-1.
Ejércitos que lo utilizaron
La URSS fue el mayor usuario de T-26, pero vendió
algunas unidades a otros países con el fin de mostrar su tanque estrella del
momento. El 1 de junio de 1941 el ejército Rojo tenía 10.268[1]
T-26 de entre todos los modelos incluyendo los de mando y para otros propósitos,
aunque la producción final fue de 11.219 ejemplares.
Otros usuarios del T-26 fueron:- Reino de Afganistán: 2 T-26 (primer modelo).
- Alemania nazi: Empleó tanques T-26 capturados bajo el nombre de Panzerkampfwagen T-26 737(r).
- Estado Español: Los T-26 capturados por el Ejército franquista al final de la Guerra Civil.
- Finlandia: 126 T-26 capturados durante la Guerra de Invierno.
- Reino de Hungría: Unidades capturadas después de 1941.
- Reino de Rumania: Unidades capturadas después de 1941.
- República de China: 82 T-26B (modelo 1933).
- República Española: 281 T-26B que lucharon en la Guerra Civil Española.
- Turquía: 60 T-26.
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