Tres detenidos en Santiago relacionado con el robo del Códice
El individuo estuvo vinculado hace un tiempo con la catedral de Santiago. Su mujer y su hijo también han sido detenidos
Día 04/07/2012 - 06.28h
Después de un año de intensísimas gestiones, la Policía detuvo ayer por la mañana en Santiago a una persona en relación con el robo del Códice Calixtino. En paralelo continúan las investigaciones policiales y judiciales para dar con el paradero del valioso documento que, de momento, no ha aparecido, según ha sabido ABC.
A sólo 48 horas de que este jueves 5 de julio se cumpla un año de la desaparición de la considerada como primera guía de peregrinación a través del Camino de Santiago, también fueron arrestados la mujer y el hijo de este extrabajador de la Catedral por la posibilidad de que hayan sido cómplices o encubridores de la sustracción del Códice Calixtino.
El arrestado es sospechoso desde hace meses del robo más sonado de la historia de Galicia. Se trata de una persona que ha estado vinculada en un pasado no lejano con la Catedral de Santiago prestando algún servicio de forma continua y, por tanto, conoce a la perfección las dependencias de la Basílica y las exiguas medidas de seguridad con que contaba.
No ha aparecido
Cautela era la palabra más repetida ayer. Sobre todo porque el «Liber Santic», el verdadero objeto de tantos esfuerzos, aún no se ha encontrado y existe el temor de que cualquier paso en falso pueda perjudicar a esta joya. En cuanto al móvil de la sustracción, pese a las múltiples especulaciones y la teoría que apunta a una venganza, las fuentes consultadas prefieren no precipitarse.
En el registro de la vivienda del detenido, que comparte con su mujer, no se halló el Códice aunque sí otros efectos claves de cara a las gestiones que están en marcha. La colaboración prestada por el individuo y su entorno ha sido hasta ahora nula, un rasgo que ya se había detectado desde mucho antes del arresto.
Poco más ha trascendido hasta el momento sobre la identidad y los motivos de uno de los hombres más buscados. Con al menos dos líneas de investigación abiertas, los agentes han tirado de múltiples hilos durante los últimos doce meses hasta cerrar el círculo en torno a este «aficionado» ladrón de arte y patrimonio. Desde el principio, las pesquisas apuntaron al interior del templo y al reducidísimo círculo de aquellos que tenían acceso regular al tesoro patrimonial. Más de setenta personas han sido interrogadas y se han apurado al detalle las exhaustivas técnicas de investigación habituales de la Brigada Central de Patrimonio.
Ayer, antes de que trascendiera la detención, el director del Museo de la Catedral, Ramón Yzquierdo, incidía en la versión de un ladrón surgido en el entorno más próximo al templo compostelano y deslizaba su opinión sobre una venganza; pero la última palabra es de los responsables del caso.
La catedral ha vivido desde julio pasado convulsionada por la pérdida del manuscrito del siglo XII, considerado la primera guía del Camino de Santiago, y por la dejadez y falta de control del patrimonio que evidenció su robo. Por el camino se quedó el archivero del Códice y deán de la Catedral, que admitió su culpa como responsable del documento y dimitió como guardador del archivo meses después.
Las pobres medidas de seguridad del recinto donde se custodiaba la obra y el descontrol sobre las llaves -se llegó a decir que estaban puestas en la cerradura- se cobraron así su única víctima. Una marcha, alentada desde el propio ámbito eclesiástico que llegó a cuestionar la rutina con la que se conservaba el facsímil.
Seis millones de euros
Sobre el valor que el Códice tendría a día de hoy en el mercado pocos han querido pronunciarse, aunque el historiador Juan Monterroso recuerda: «En 1993 se evaluó en mil millones de pesetas -seis millones de euros- el seguro que tuvo esta obra con motivo de una muestra en la que estuvo expuesta». El enigma sigue abierto y, por tanto, la duda de si esta joya catedralicia retornará a tiempo para presidir los actos del santo patrón, el próximo 25 de julio.
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