Alemania participa en el programa nuclear israelí con sus submarinos Dolphin
Esto contradice la versión oficial de Berlín, que aseguraba desconocer detalles de los planes de Tel Aviv al respecto
Día 03/06/2012 - 20.59h
Hace unos días el presidente alemán Joachim Gauck, en su primera visita oficial a Israel, pedía disculpas por el Holocausto y defendía el derecho de Israel a defenderse, mientras semanas antes el Nobel de literatura Günter Grass polemizaba acerca del programa nuclear israelí con su poema Lo que hay que decir.
Hoy –se veía venir–: la imagen de portada del semanario más influyente de Alemania, Der Spiegel, muestra un collage que mezcla una bandera israelí, los rostros de la canciller alemana Angela Merkel y del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu y la de un Submarino. La razón: la participación alemana en el programa nuclear israelí con la venta a precio reducido de tres submarinos Dolphin construidos en Kiel, la capital de Schleswig-Holstein y una de las principales bases navales alemanas desde la década de 1860. «Operación secreta Sansón» titula el semanario su portada.
Israel estaría armando con cabezas nucleares los submarinos alemanes y esto lo sabe Berlín hace mucho tiempo. Lo que contradice la versión oficial que Alemania siempre ha alegado desconocimiento sobre las actividades nucleares de Israel.
Los misiles nucleares de crucero son capaces de ser lanzados a través de un novedoso sistema de eyección hidráulica para lo que los submarinos han sido preparados. Los archivos del Ministerio de Exteriores alemán obtenidos por Der Speigel revelan que Berlín tuvo conocimiento del programa israelí desde 1961. La última discusión en este sentido tuvo lugar en 1977 entre el entonces canciller Helmut Schmidt y el ministro de Exteriores israelí Moshe Dayan.
Toda la transacción ha sido realizada gracias a «sustanciales concesiones» facilitadas por Merkel: Berlín está financiando una tercera parte del coste del submarino –unos 135 millones de euros–. Israel espera contar con otros tres submarinos alemanes más para 2017, el sexto sin embargo conlleva una serie de condiciones impuestas por la canciller alemana a Israel, entre ellas el cese de la política de expansión de los asentamientos israelíes en territorio palestino ocupado, y la finalización de una planta de tratamiento de residuos en la Franja de Gaza; un proyecto cofinanciado por Alemania.
Berlín ha defendido hasta ahora esas entregas como parte de la colaboración bilateral, por encima de las repetidas denuncias de ONGs internacionales afirmando que tales submarinos son susceptibles de ser equipados con armamento nuclear. Fuentes consultadas por el semanario alemán, como el ex-secretario de Defensa Lothar Rühl, sostienen en cambio que Berlín es consciente desde hace tiempo de ese uso.
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Israel arma con artefactos nucleares submarinos comprados a Alemania
El semanario 'Der Spiegel' afirma que los Gobiernos alemanes saben que Tel Aviv dota a su armada de capacidad atómica
Portada del último número de 'Der Spiegel'.
Israel ha armado con artefactos nucleares tres submarinos fabricados en astilleros de Kiel, en el norte de Alemania, y parcialmente financiados por el Gobierno alemán. Un novedoso dispositivo hidráulico, hasta ahora secreto, permite a los submarinos de fabricación alemana disparar misiles nucleares. El semanario Der Spiegel dedica la portada de hoy a la denominada Operación secreta Sansón. Dentro, un largo reportaje revela que los Gobiernos alemanes saben desde hace años que Israel dota a su armada con misiles de capacidad atómica. El ex secretario de Estado Lothar Rühl y el exfuncionario de Defensa Hans Rühle han confirmado a la revista que estas prácticas son bien conocidas en Berlín. Rühle dice además que él mismo ha hablado de ellas con militares israelíes. Documentos del ministerio de Exteriores confirman que Alemania está informada sobre el programa atómico de Israel desde 1961. Berlín no lo comenta públicamente.
El ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, dijo a los reporteros alemanes que su país “pude estar orgulloso de haber asegurado la supervivencia del Estado de Israel desde hace muchos años”. Según Der Spiegel, Alemania ya ha entregado a Israel tres submarinos de la clase Dolphin, una versión muy modificada del u-boot 209. Este tipo de submarino con motor diesel-eléctrico es desde hace décadas un notable éxito exportador alemán y sirve en armadas de una docena de países. Jerusalén ha acordado la compra de otros tres submarinos Dolphin, el próximo de los cuales zarpará a Israel a finales de este año. Lo más probable es que Israel haya montado en sus submarinos misiles de crucero basados en el proyectil Popeye Turbo. Son de producción propia. Podrían transportar ojivas de 200 kilos a distancias superiores a 1.500 kilómetros.
Der Spiegel explica que Alemania está ayudando así a que “Israel disponga de un arsenal nuclear flotante”. Al parecer, el Gobierno de Benjamín Netanyahu se está planteando encargar otros tres buques más. La compra del último de los seis, que se entregará en 2017, se ha cerrado hace poco tiempo. El contribuyente alemán sufraga este sexto submarino con 135 millones de euros, un tercio de su valor. Según se ha informado hoy, la canciller federal, Angela Merkel, puso varias condiciones para firmar la venta. Israel debe frenar su política de asentamientos en los territorios palestinos y permitir la construcción de una depuradora en la franja de Gaza que también ha de ser financiada con dinero alemán.
En abril, el premio Nobel de literatura Günter Grass publicó un poema en EL PAÍS donde acusaba a Israel de amenazar la paz mundial y de plantearse un “primer ataque” contra Irán que podría “exterminar al pueblo iraní”. Por eso pedía que Alemania no venda submarinos a sus aliados israelíes.
El ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, dijo a los reporteros alemanes que su país “pude estar orgulloso de haber asegurado la supervivencia del Estado de Israel desde hace muchos años”. Según Der Spiegel, Alemania ya ha entregado a Israel tres submarinos de la clase Dolphin, una versión muy modificada del u-boot 209. Este tipo de submarino con motor diesel-eléctrico es desde hace décadas un notable éxito exportador alemán y sirve en armadas de una docena de países. Jerusalén ha acordado la compra de otros tres submarinos Dolphin, el próximo de los cuales zarpará a Israel a finales de este año. Lo más probable es que Israel haya montado en sus submarinos misiles de crucero basados en el proyectil Popeye Turbo. Son de producción propia. Podrían transportar ojivas de 200 kilos a distancias superiores a 1.500 kilómetros.
Der Spiegel explica que Alemania está ayudando así a que “Israel disponga de un arsenal nuclear flotante”. Al parecer, el Gobierno de Benjamín Netanyahu se está planteando encargar otros tres buques más. La compra del último de los seis, que se entregará en 2017, se ha cerrado hace poco tiempo. El contribuyente alemán sufraga este sexto submarino con 135 millones de euros, un tercio de su valor. Según se ha informado hoy, la canciller federal, Angela Merkel, puso varias condiciones para firmar la venta. Israel debe frenar su política de asentamientos en los territorios palestinos y permitir la construcción de una depuradora en la franja de Gaza que también ha de ser financiada con dinero alemán.
En abril, el premio Nobel de literatura Günter Grass publicó un poema en EL PAÍS donde acusaba a Israel de amenazar la paz mundial y de plantearse un “primer ataque” contra Irán que podría “exterminar al pueblo iraní”. Por eso pedía que Alemania no venda submarinos a sus aliados israelíes.




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