Patrulleras gibraltareñas y de la Guardia Civil se enfrentan en la bahía de Algeciras
Tres pesqueros de Algeciras fueron impedidos por la Royal Navy por echar las redes en aguas próximas a la colonia
Patrulleras de la Royal Gibraltar Police y de la Royal Navy han salido esta noche al paso de tres pesqueros de Algeciras para impedirles echar las redes en aguas próximas a la colonia, lo que ha provocado una confrontación con embarcaciones de la Guardia Civil que protegían a los pescadores. Según han confirmado a EFE fuentes del sector pesquero, los tres barcos de Algeciras se aproximaron sobre las 21.00 horas a la bocana sur del puerto de Gibraltar con la intención de echar las redes.
Antes de hacerlo, cuando encendieron los luceros de sus barcos para iluminar el fondo de mar y echar las redes, se han aproximado varias patrulleras de la Royal Gibraltar Police, haciendo pasadas a su alrededor a gran velocidad, lo que ha provocado momentos de gran tensión e incluso, según las fuentes, de peligro.
Inmediatamente se han acercado al lugar varias embarcaciones y un helicóptero de la Guardia Civil para proteger a los pescadores, tal y como el gobierno español les ha encomendado. También ha acudido al lugar una embarcación de la Royal Navy, que ha realizado varias comunicaciones por radio con la Guardia Civil para instar a los agentes a que abandonaran la zona.
Se trata de uno de los incidentes más graves de los que se han producido en las aguas próximas a la colonia desde el pasado mes de marzo, cuando la policía gibraltareña comenzó a hostigar a los pesqueros españoles que faenan en la zona basándose en un acuerdo suscrito en 1999. El ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, ha esgrimido que ese acuerdo era ilegal porque iba contra una ley medioambiental local de 1991 que prohíbe la pesca en la zona con redes.
El incidente se produce un día después de que Picardo y la cofradía de pescadores de La Línea suscribieran un "memorandum de entendimiento" por el que los pescadores se comprometían a faenar únicamente con el palangre y a no desafiar la ley gibraltareña en tanto una comisión de expertos independientes analizaba que tipo de artes se pueden utilizar en la zona, ya que los pescadores españoles alegan que las suyas son legales en la UE.
Este acuerdo invitaba a sumarse a los pescadores de Algeciras, que no participaron en la reunión de ayer y que hoy han salido a faenar.
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La Guardia Civil se encara con patrulleras del Peñón que acosaban a tres pesqueros
Se trata del incidente más grave desde que estalló la crisis con los pesqueros
Los agentes españoles protegían a un pesquero de las fuerzas del Peñón
El incidente derivó en un choque verbal entre las patrulleras, que llegaron a rozarse
Cándido Romaguera Algeciras24 MAY 2012 - 01:54 CET
Un momento del incidente en aguas de la bahía de Algeciras. A la derecha de la imagen, con la borda blanca, se ve a una patrulla de la Guardia Civil que acudió al auxilio de los pesqueros españoles. / A.Carrasco Ragel (EFE)
Embarcaciones de la policía de Gibraltar impidieron faenar esta noche, pasadas las 23.00, a los pesqueros algecireños La Joaquina, Unión Vázquez Blanco y Cabo Negro, que habían salido a faenar horas antes en las aguas que rodean el Peñón. La lanchas de la policía de Gibraltar y una embarcación de la Royal Navy hostigaron a los botes auxiliares de los pesqueros españoles impidiéndoles hacer su trabajo, lo que acabó derivando en un enfrentamiento directo con las patrulleras del Servicio Marítimo de la Guardia Civil que se encontraban en la zona.
Los momentos de mayor tensión se produjeron cuando las embarcaciones de las autoridades gibraltareñas llegaron a tocar casco con casco a las de la Guardia Civil, que trataban de dar cobijo a los tres pesqueros algecireños. Al parecer, el enfrentamiento verbal entre los agentes británicos y españoles fue tenso durante el tiempo en que los barcos permanecieron en la zona.
El incidente comenzó cuando los pesqueros sacaron los llamados botes de la luz -pequeños barcas con potentes focos que se encienden mirando a la mar para que suba la pesca- junto a la llamada zona del Almirantazgo, pegados a la bocana del puerto gibraltareño. En ese momento, dos lanchas neumáticas de gran tamaño de la policía gibraltareña salieron del puerto a gran velocidad, mientras una patrullera artillada de la Royal Navy -lleva montada una ametralladora de gran tamaño en popa- se asomaba al abra como apoyo.
Las lanchas, sin llegar a decir a los españoles que no podían calar sus redes allí, comenzaron a pasar junto a los pesqueros a gran velocidad, zarandeando los botes auxiliares e imposibilitando cualquier forma de pesca. El patrón del Cabo Negro comunicó entonces a su armador, Lucas Martínez: “Aunque no nos han dicho como en otras ocasiones que no podemos pescar, nos están echando las patrulleras encima”.
La Guardia Civil, que tiene la misión de dar escolta para evitar incidentes en esas aguas, se interpuso con las zodiacs para proteger a los pesqueros españoles e intentar que los gibraltareños desistieran de sus maniobras de riesgo. Fue entonces cuando los gibraltareños enfilaron hacia la patrullera de la Guardia Civil, con quienes mantuvieron una fuerte discusión de borda a borda, llegando a tocarse las amuras de las embarcaciones española y llanitas. El mayor encontronazo y el momento de mayor tensión produjo cuando una la embarcación de la Royal Navy se dirigió hacia ellos, lo que provocó otro encontronazo. La tensión continuó durante más de una hora.
Poco ante de estos hechos, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, había asegurado que el Gobierno británico "no tiene voluntad de humillar" al Ejecutivo español en Gibraltar y había pedido que imperase "el buen sentido". Fernández se mostró convencido de que no iba a ocurrir ningún tipo de incidente. "No hay ninguna humillación ni hay voluntad de humillar, faltaría más, y España no va a aceptar ningún tipo de humillación", había dicho el ministro tras ser preguntado por los incidentes entre la Royal Navy británica y la Guardia Civil en aguas de Gibraltar.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, reclamará el martes próximo en Londres que la flota gaditana vuelva a faenar sin restricciones en las aguas en disputa que rodean Gibraltar, como venía sucediendo desde 1999 hasta que el Gobierno gibraltareño rompió en marzo el statu quo.
Así lo ha avanzado él mismo en rueda de prensa conjunta con su colega mexicana, Patricia Espinosa, donde ha reivindicado el "derecho" de los pescadores españoles a pescar en unas aguas que España considera propias, pues no las reconoce como británicas ya que no se cedieron por el Tratado de Utrecht de 1713.
García-Margallo ha adelantado que uno de los mensajes que trasladará a su colega británico, William Hague, será la necesidad de "volver a la aplicación del acuerdo de 1999", por el que se permitía a la flota gaditana faenar en las aguas en disputa, siempre y cuando no se adentraran a menos de 225 metros de la costa.
Los momentos de mayor tensión se produjeron cuando las embarcaciones de las autoridades gibraltareñas llegaron a tocar casco con casco a las de la Guardia Civil, que trataban de dar cobijo a los tres pesqueros algecireños. Al parecer, el enfrentamiento verbal entre los agentes británicos y españoles fue tenso durante el tiempo en que los barcos permanecieron en la zona.
El incidente comenzó cuando los pesqueros sacaron los llamados botes de la luz -pequeños barcas con potentes focos que se encienden mirando a la mar para que suba la pesca- junto a la llamada zona del Almirantazgo, pegados a la bocana del puerto gibraltareño. En ese momento, dos lanchas neumáticas de gran tamaño de la policía gibraltareña salieron del puerto a gran velocidad, mientras una patrullera artillada de la Royal Navy -lleva montada una ametralladora de gran tamaño en popa- se asomaba al abra como apoyo.
Las lanchas, sin llegar a decir a los españoles que no podían calar sus redes allí, comenzaron a pasar junto a los pesqueros a gran velocidad, zarandeando los botes auxiliares e imposibilitando cualquier forma de pesca. El patrón del Cabo Negro comunicó entonces a su armador, Lucas Martínez: “Aunque no nos han dicho como en otras ocasiones que no podemos pescar, nos están echando las patrulleras encima”.
La Guardia Civil, que tiene la misión de dar escolta para evitar incidentes en esas aguas, se interpuso con las zodiacs para proteger a los pesqueros españoles e intentar que los gibraltareños desistieran de sus maniobras de riesgo. Fue entonces cuando los gibraltareños enfilaron hacia la patrullera de la Guardia Civil, con quienes mantuvieron una fuerte discusión de borda a borda, llegando a tocarse las amuras de las embarcaciones española y llanitas. El mayor encontronazo y el momento de mayor tensión produjo cuando una la embarcación de la Royal Navy se dirigió hacia ellos, lo que provocó otro encontronazo. La tensión continuó durante más de una hora.
Poco ante de estos hechos, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, había asegurado que el Gobierno británico "no tiene voluntad de humillar" al Ejecutivo español en Gibraltar y había pedido que imperase "el buen sentido". Fernández se mostró convencido de que no iba a ocurrir ningún tipo de incidente. "No hay ninguna humillación ni hay voluntad de humillar, faltaría más, y España no va a aceptar ningún tipo de humillación", había dicho el ministro tras ser preguntado por los incidentes entre la Royal Navy británica y la Guardia Civil en aguas de Gibraltar.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, reclamará el martes próximo en Londres que la flota gaditana vuelva a faenar sin restricciones en las aguas en disputa que rodean Gibraltar, como venía sucediendo desde 1999 hasta que el Gobierno gibraltareño rompió en marzo el statu quo.
Así lo ha avanzado él mismo en rueda de prensa conjunta con su colega mexicana, Patricia Espinosa, donde ha reivindicado el "derecho" de los pescadores españoles a pescar en unas aguas que España considera propias, pues no las reconoce como británicas ya que no se cedieron por el Tratado de Utrecht de 1713.
García-Margallo ha adelantado que uno de los mensajes que trasladará a su colega británico, William Hague, será la necesidad de "volver a la aplicación del acuerdo de 1999", por el que se permitía a la flota gaditana faenar en las aguas en disputa, siempre y cuando no se adentraran a menos de 225 metros de la costa.
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CONFLICTO | Confrontación de embarcaciones
La policía de Gibraltar y la Guardia Civil se enfrentan en las aguas de la bahía de Algeciras
- Patrulleras gibraltareñas han salido para impedir faenar a tres pesqueros
- Embarcaciones de la Royal Gibraltar Police han pasado a gran velocidad
- También ha acudido al lugar una embarcación de la Royal Navy
Patrulleras de la Royal Gibraltar Police y de la Royal Navy han salido esta noche al paso de tres pesqueros de Algeciras para impedirles echar las redes en aguas próximas a la colonia, lo que ha provocado una confrontación con embarcaciones de la Guardia Civil que protegían a los pescadores.
Según han confirmado fuentes del sector pesquero, los tres barcos de Algeciras se aproximaron sobre las 21.00 horas a la bocana sur del puerto de Gibraltar con la intención de echar las redes.
Antes de hacerlo, cuando encendieron los luceros de sus barcos para iluminar el fondo de mar y echar las redes, se han aproximado varias patrulleras de la Royal Gibraltar Police, haciendo pasadas a su alrededor a gran velocidad, lo que ha provocado momentos de gran tensión e incluso, según las fuentes, de peligro.
Inmediatamente se han acercado al lugar varias embarcaciones y un helicóptero de la Guardia Civil para proteger a los pescadores, tal y como el gobierno español les ha encomendado.
También ha acudido al lugar una embarcación de la Royal Navy, que ha realizado varias comunicaciones por radio con la Guardia Civil para instar a los agentes a que abandonaran la zona.
Se trata de uno de los incidentes más graves de los que se han producido en las aguas próximas a la colonia desde el pasado mes de marzo, cuando la policía gibraltareña comenzó a hostigar a los pesqueros españoles que faenan en la zona basándose en un acuerdo suscrito en 1999.
El ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, ha esgrimido que ese acuerdo era ilegal porque iba contra una ley medioambiental local de 1991 que prohíbe la pesca en la zona con redes.
El incidente se produce un día después de que Picardo y la cofradía de pescadores de La Línea suscribieran un "memorandum de entendimiento" por el que los pescadores se comprometían a faenar únicamente con el palangre y a no desafiar la ley gibraltareña en tanto una comisión de expertos independientes analizaba que tipo de artes se pueden utilizar en la zona, ya que los pescadores españoles alegan que las suyas son legales en la UE.
Este acuerdo invitaba a sumarse a los pescadores de Algeciras, que no participaron en la reunión del martes y que esta noche han salido a faenar.
Según han confirmado fuentes del sector pesquero, los tres barcos de Algeciras se aproximaron sobre las 21.00 horas a la bocana sur del puerto de Gibraltar con la intención de echar las redes.
Antes de hacerlo, cuando encendieron los luceros de sus barcos para iluminar el fondo de mar y echar las redes, se han aproximado varias patrulleras de la Royal Gibraltar Police, haciendo pasadas a su alrededor a gran velocidad, lo que ha provocado momentos de gran tensión e incluso, según las fuentes, de peligro.
Inmediatamente se han acercado al lugar varias embarcaciones y un helicóptero de la Guardia Civil para proteger a los pescadores, tal y como el gobierno español les ha encomendado.
También ha acudido al lugar una embarcación de la Royal Navy, que ha realizado varias comunicaciones por radio con la Guardia Civil para instar a los agentes a que abandonaran la zona.
Se trata de uno de los incidentes más graves de los que se han producido en las aguas próximas a la colonia desde el pasado mes de marzo, cuando la policía gibraltareña comenzó a hostigar a los pesqueros españoles que faenan en la zona basándose en un acuerdo suscrito en 1999.
El ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, ha esgrimido que ese acuerdo era ilegal porque iba contra una ley medioambiental local de 1991 que prohíbe la pesca en la zona con redes.
El incidente se produce un día después de que Picardo y la cofradía de pescadores de La Línea suscribieran un "memorandum de entendimiento" por el que los pescadores se comprometían a faenar únicamente con el palangre y a no desafiar la ley gibraltareña en tanto una comisión de expertos independientes analizaba que tipo de artes se pueden utilizar en la zona, ya que los pescadores españoles alegan que las suyas son legales en la UE.
Este acuerdo invitaba a sumarse a los pescadores de Algeciras, que no participaron en la reunión del martes y que esta noche han salido a faenar.
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Duro enfrentamiento entre la Guardia Civil y la Royal Navy
La Benémerita se enfrentó anoche con la patrulla inglesa que acosaba a tres pesqueros. Las embarcaciones llegaron a tocarse en el peor choque desde que estalló la crisis
MADRID-La tensión acumulada en jornadas posteriores estalló anoche en el incidente más grave entre patrulleras de la Royal Navy y la Guardia Civil en aguas en torno al Peñón. Varios barcos de pesca, palangreros especialmente, habían faenado «con normalidad» ayer y durante la jornada anterior en las aguas que rodean el Peñón de Gibraltar. Hasta la noche. A las nueve de la noche, seis embarcaciones pesqueras partían del puerto de Algeciras hacia la zona cercana del puerto de Gibraltar a echar las redes. Hacia las 23:00 horas, lanchas de la Policía de Gibraltar se acercaron a la zona donde faenaban. Primero hicieron rápidas pasadas por el área para luego ir cercando más y más a los pesqueros españoles. En primero término hostigaron a los botes auxiliares de los pesqueros españoles impidiéndoles hacer su trabajo y pidiéndoles que se marcharan, lo que llevó a un enfrentamiento directo con las patrulleras del Servicio Marítimo de la Guardia Civil que se encontraban en la zona y trataban de proteger a los botes de pesca. Las lanchas gibraltareñas se dedicaron entonces durante más de una hora a hostigar a los botes auxiliares para impedir que hiciesen su labor, con numerosas pasadas a gran velocidad alrededor.
La tensión fue creciendo con intecambios verbales entre unos y otros agentes hasta que apareció una patrullera de la Armada británica para enfrentarse a la Guardia Civil. En ese momento, según los medios del Peñón, un helicóptero español sobrevoló la zona. El «conjunto» había llegado a una escena casi prebélica.
Mientras la Policía gibraltareña mantenía su acoso a los pesqueros españoles, la patrullera de la Royal Navy entablaba una discusión subida de tono con los guardias civiles, frente a frente, hasta que ambas embarcaciones llegaron a rozar casco con casco.
La Royal Navy, según los medios locales, avisó en varias ocasiones a los miembros de la Benemérita de que estaban en aguas de Gibraltar, pero los agentes españoles no se movieron. En un momento dado, el número de lanchas superaba al de los pesqueros. Así, al cierre de esta edición permanecían en la zona el británico «HMS Sabre», cuatro patrulleras de la Policía gibraltareña, seis botes de pesca españoles y dos patrulleras de la Guardia Civil. Tras más de tres horas de tensa discusión y choques entre unos y otros, los pesqueros españoles abandonaron la zona, seguidos de cerca, eso sí, por el patrullero de la Armada británica HMS Sabre.
Durante el resto del día, los pescadores afirmaron haber llevado a cabo su tarea «sin inconvenientes», e incluso la Guardia Civil no tuvo que acompañar a los palangreros, aunque permanecían alerta para atender cualquier posible incidencia. El día anterior, los pesqueros se mantuvieron alejados de las aguas que la colonia considera suyas.
Las malas maneras de la Royal Navy ya volvieron provocar el martes el enésimo incidente en aguas próximas a Gibraltar, cuando la Armada británica exigió al filo de la medianoche del lunes al martes la retirada de la patrullera de la Guardia Civil que estaba protegiendo a los barcos pesqueros españoles de las aguas que Gibraltar reclama como suyas. Los agentes del Servicio Marítimo de la Comandancia de la Guardia Civil, a instancias del Gobierno español, que apenas unas horas antes había recalcado que garantizaría el apoyo y la protección de los pescadores, se encontraba en labores de prevención, cuando recibió varios mensajes de la Armada británica a través de la radio marítima para que se alejaran de las aguas cercanas al Peñón, según informaron a LA RAZÓN fuentes de la Guardia Civil.
La Royal Navy se había mantenido al margen del conflicto, precisamente hasta la madrugada del pasado viernes, cuando expulsó a seis embarcaciones españolas que trataban de faenar en aguas próximas a la Roca. El martes, el enfrentamiento no llegó hasta tal extremo, y pese a la insistencia de la Armada británica, la Guardia Civil mantuvo su posición, tal y como había ordenado el Gobierno, sin que se produjeran mayores incidentes. En esta ocasión, los barcos de Puerto Chico (La Línea) no pudieron faenar debido a las condiciones meteorológicas y marítimas. Pero poco después, a eso de las 05:00 horas, otros tantos barcos de la flota linense, en este caso del puerto de La Atunara, decidieron llevar sus pesqueros hasta las aguas en litigio y han podido faenar cerca del Peñón.Fuentes del Instituto Armado aseguraron el martes a este diario que esta mayor conflictividad que está llevando a cabo la Armada británica se debe, en parte, a que los militares británicos no conocen de primera mano la situación al rotar la «flotilla» cada seis meses. Algo que no ocurre con la Policía Gibraltareña, destinada de forma estable en la zona y con la que también hay incidentes, pero con la que al poco tiempo se suele normalizar la situación.
LOS TRABAJADORES ESPAÑOLES EN EL PEÑÓN PIDEN SUAVIZAR LA RELACIÓN CON GIBRALTAR
La Asociación Sociocultural de Trabajadores Españoles en Gibraltar (Ascteg) ha pedido al Gobierno español que suavice su política en el conflicto por el bloqueo del Peñón a los pescadores campogibraltareños, al considerarse «perjudicados» por la intensificación de las colas en la frontera. Su propósito es «que cambien las relaciones entre España y Gibraltar», que se están deteriorando por «motivos políticos» que este colectivo considera «absurdos e infantiles» para la época actual, informa Efe. Así, Ascteg señala que los trabajadores españoles –4.368 fijos en Gibraltar y otros tantos a tiempo parcial o en el servicio doméstico– se están viendo perjudicados por la intensificación de las colas de vehículos en la frontera, que no entienden si no es por «las instrucciones que no dicen que se han dado a la Guardia Civil para demorar vehículo a vehículo cuatro minutos». En este sentido, entienden esta supuesta medida del Gobierno como «inhumana, injusta y contraria a los derechos» de los ciudadanos europeos al libre tránsito».
La tensión fue creciendo con intecambios verbales entre unos y otros agentes hasta que apareció una patrullera de la Armada británica para enfrentarse a la Guardia Civil. En ese momento, según los medios del Peñón, un helicóptero español sobrevoló la zona. El «conjunto» había llegado a una escena casi prebélica.
Mientras la Policía gibraltareña mantenía su acoso a los pesqueros españoles, la patrullera de la Royal Navy entablaba una discusión subida de tono con los guardias civiles, frente a frente, hasta que ambas embarcaciones llegaron a rozar casco con casco.
La Royal Navy, según los medios locales, avisó en varias ocasiones a los miembros de la Benemérita de que estaban en aguas de Gibraltar, pero los agentes españoles no se movieron. En un momento dado, el número de lanchas superaba al de los pesqueros. Así, al cierre de esta edición permanecían en la zona el británico «HMS Sabre», cuatro patrulleras de la Policía gibraltareña, seis botes de pesca españoles y dos patrulleras de la Guardia Civil. Tras más de tres horas de tensa discusión y choques entre unos y otros, los pesqueros españoles abandonaron la zona, seguidos de cerca, eso sí, por el patrullero de la Armada británica HMS Sabre.
Durante el resto del día, los pescadores afirmaron haber llevado a cabo su tarea «sin inconvenientes», e incluso la Guardia Civil no tuvo que acompañar a los palangreros, aunque permanecían alerta para atender cualquier posible incidencia. El día anterior, los pesqueros se mantuvieron alejados de las aguas que la colonia considera suyas.
Las malas maneras de la Royal Navy ya volvieron provocar el martes el enésimo incidente en aguas próximas a Gibraltar, cuando la Armada británica exigió al filo de la medianoche del lunes al martes la retirada de la patrullera de la Guardia Civil que estaba protegiendo a los barcos pesqueros españoles de las aguas que Gibraltar reclama como suyas. Los agentes del Servicio Marítimo de la Comandancia de la Guardia Civil, a instancias del Gobierno español, que apenas unas horas antes había recalcado que garantizaría el apoyo y la protección de los pescadores, se encontraba en labores de prevención, cuando recibió varios mensajes de la Armada británica a través de la radio marítima para que se alejaran de las aguas cercanas al Peñón, según informaron a LA RAZÓN fuentes de la Guardia Civil.
La Royal Navy se había mantenido al margen del conflicto, precisamente hasta la madrugada del pasado viernes, cuando expulsó a seis embarcaciones españolas que trataban de faenar en aguas próximas a la Roca. El martes, el enfrentamiento no llegó hasta tal extremo, y pese a la insistencia de la Armada británica, la Guardia Civil mantuvo su posición, tal y como había ordenado el Gobierno, sin que se produjeran mayores incidentes. En esta ocasión, los barcos de Puerto Chico (La Línea) no pudieron faenar debido a las condiciones meteorológicas y marítimas. Pero poco después, a eso de las 05:00 horas, otros tantos barcos de la flota linense, en este caso del puerto de La Atunara, decidieron llevar sus pesqueros hasta las aguas en litigio y han podido faenar cerca del Peñón.Fuentes del Instituto Armado aseguraron el martes a este diario que esta mayor conflictividad que está llevando a cabo la Armada británica se debe, en parte, a que los militares británicos no conocen de primera mano la situación al rotar la «flotilla» cada seis meses. Algo que no ocurre con la Policía Gibraltareña, destinada de forma estable en la zona y con la que también hay incidentes, pero con la que al poco tiempo se suele normalizar la situación.
LOS TRABAJADORES ESPAÑOLES EN EL PEÑÓN PIDEN SUAVIZAR LA RELACIÓN CON GIBRALTAR
La Asociación Sociocultural de Trabajadores Españoles en Gibraltar (Ascteg) ha pedido al Gobierno español que suavice su política en el conflicto por el bloqueo del Peñón a los pescadores campogibraltareños, al considerarse «perjudicados» por la intensificación de las colas en la frontera. Su propósito es «que cambien las relaciones entre España y Gibraltar», que se están deteriorando por «motivos políticos» que este colectivo considera «absurdos e infantiles» para la época actual, informa Efe. Así, Ascteg señala que los trabajadores españoles –4.368 fijos en Gibraltar y otros tantos a tiempo parcial o en el servicio doméstico– se están viendo perjudicados por la intensificación de las colas de vehículos en la frontera, que no entienden si no es por «las instrucciones que no dicen que se han dado a la Guardia Civil para demorar vehículo a vehículo cuatro minutos». En este sentido, entienden esta supuesta medida del Gobierno como «inhumana, injusta y contraria a los derechos» de los ciudadanos europeos al libre tránsito».




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