Guardias civiles, policías y delincuentes juntos en el banquillo por robar 400 kilos de cocaína
Anticorrupción pide hasta 39 años de cárcel para la banda que asaltaba a narcos en Barcelona con información confidencial
Día 16/04/2012 - 00.46h
Foto de Archivo
Siete guardias civiles, dos policías nacionales y una decena de delincuentes habituales se sentarán a partir de hoy en el banquillo, acusados de robar 400 kilos de cocaína en el puerto de Barcelona en 2005 y de asaltar a narcotraficantes, gracias a la información privilegiada con que contaban. El juicio contra la banda del puerto se prolongará hasta junio, en la Audiencia de Barcelona, y contará con grandes medidas de seguridad. Se trata de uno de los tres casos de corrupción policial destapados en los últimos años en la Ciudad Condal. La Fiscalía Anticorrupción solicita penas de hasta 39 años para los procesados.
La Fiscalía describe dos tramas -una de delincuentes y otra de agentes- que actuaban de común acuerdo para obtener y compartir abundante provecho económico y que manejaban información confidencial «a la que tenían acceso por los respectivos cargos y puestos que ocupaban en los diferentes Cuerpos de Seguridad del Estado, el uso de vehículos oficiales, uniformes policiales, relaciones con otros delincuentes y confidentes policiales».
La actuación era sencilla: se informaban del lugar donde se almacenaba droga, bien a través de investigaciones o recurriendo a confidentes, asaltaban a los narcos para quitársela como si se tratara de una actuación policial -con la supuesta detención de los traficantes y la incautación del alijo- y así desvalijaban a los propietarios.
«A causa del sigilo y destreza alcanzados por el grupo y, principalmente, por la marginalidad de sus víctimas, pudieron ocultar eficazmente tales operaciones exitosas en las que los mercaderes de la droga o sus transportistas fueron desposeídos del género ilícito», señala Anticorrupción en su escrito de acusación.
La compleja investigación ha estado salpicada de problemas. Entre el 18 de septiembre de 2006 y el 30 de enero de 2008 durmió en un cajón, tras ser detenidos algunos de los miembros de la banda, entre otras razones porque dos de los procesados amedrentaron a la juez, secretario judicial y fiscal destinados en el Juzgado de Martorell cuando se les tomó declaración. En 2008 la banda al completo fue delatada por el arrepentido Juan Pedro L. F., quien fue condenado por matar a dos vigilantes de seguridad de un furgón blindado en Terrassa (Barcelona). En este juicio se le piden seis meses de prisión. El fue la pieza clave para situar la relación de los delincuentes con los guardias civiles y los policías.
«Mientras haya préstamos en el Banco y mientras haya hipotecas» no habrá problemas. Esa frase, que figura en las escuchas policiales entre dos de los delincuentes, sirve para sustentar el grado de corrupción que atribuían a los guardias civiles y policías con los que trabajaban codo con codo. La Fiscalía les imputa a los agentes entre otros los delitos de asociación ilícita, contra la salud pública, cohecho activo y blanqueo de capitales. El Guardia Civil que lideraba la trama de funcionarios Antonio S. M., se enfrenta a 26 años y medio de prisión.
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