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viernes, 3 de diciembre de 2010

NUEVOS DOCUMENTOS RELACIONADOS CON LA MANTAZA DE KATYN







Rusia entregó hoy a la parte polaca una nueva partida de documentos desclasificados sobre la matanza ordenada por Iósif Stalin en 1940 y 1941 de más de 20.000 oficiales polacos en Katyn, informó el Kremlin.

La entrega física de la documentación a los representantes polacos se realizó en la sede de la Fiscalía General de Rusia.

"Este paso (...) está llamado a fortalecer las tendencias positivas en la cooperación entre Rusia y Polonia, así como el clima de entendimiento y confianza, incluso en un asunto tan complejo como lo son las trágicas páginas de la historia común", señala el comunicado de la Presidencia rusa.

La nota añade que el "tema de Katyn" será abordado en las negociaciones que mantendrá el presidente ruso, Dmitri Medvédev, con su homólogo polaco, Bronislaw Komorowski, durante la visita oficial que efectuará a Varsovia los próximos días 6 y 7.

El pasado 27 de noviembre, la Duma del Estado, la cámara baja del Parlamento ruso, aprobó una declaración en la que condenó la matanza de Katyn y admitió que fue perpetrada por "orden directa de Stalin y otros dirigentes soviéticos".

Las autoridades soviéticas siempre culparon a los nazis de la muerte de los miles de oficiales polacos y, sólo en 1989, el último dirigente soviético, Mijaíl Gorbachov, reconoció la responsabilidad de la URSS por los hechos de Katyn.

La declaración de la Duma rusa fue calificada de "paso en buena dirección" por el presidente polaco, quien añadió que Varsovia espera ahora un gesto parecido por parte del Kremlin.

VIAJEMOS EN EL TIEMPO

LA MATANZA DE KATYN

La masacre de Katyń, también conocida como la masacre del bosque de Katyn (del polaco zbrodnia katyńska, literalmente «crimen de Katyń»), fue la ejecución en masa de ciudadanos polacos (muchos de ellos oficiales del ejército, hechos prisioneros de guerra) por la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial. En el curso de la masacre, aproximadamente de 15.000[2] a 22.000[3] polacos fueron ejecutados en tres lugares de ejecución masiva durante la primavera de 1940.

El descubrimiento de las tumbas masivas por la Wehrmacht (ejército alemán) condujo a la ruptura de las relaciones entre el gobierno polaco en exilio, con sede en Londres, y la Unión Soviética. La masacre fue empleada con fines propagandisticos por el régimen nazi, mientras que Stalin culpaba a Berlín de la autoría. No fue hasta 1990, bajo el gobierno de Mijaíl Gorbachov, cuando se aclaró la responsabilidad de la Unión Soviética. Este hecho influye hasta ahora en las relaciones entre Polonia y Rusia. En noviembre del 2010 el Parlamento Ruso aprobó una resolución mediante la cual reconoce que fue Stalin quien ordenó la matanza de Katyn.

En principio la expresión se refiere a la masacre de los oficiales polacos confinados en el campo de prisioneros de guerra de Kozielsk[2] en el bosque de Katyn, cerca del pueblo de Gnezdovo, a poca distancia de Smolensk, en la Unión Soviética. Más recientemente la frase se ha venido asociando a la muerte de aproximadamente 22.000 ciudadanos polacos, prisioneros de guerra de los campos de Ostashkov, Kozielsk y Starobielsk y presos de las cárceles del oeste de Bielorrusia y Ucrania, asesinados por orden de Stalin en el bosque de Katyn y las prisiones de Kalinin, Járkov y otras ciudades soviéticas.

Muchos polacos habían sido hechos prisioneros de guerra tras la invasión y la derrota de Polonia por los nazis y la Unión Soviética en septiembre de 1939, una semana después de la firma del pacto secreto Pacto Molotov-Ribbentrop o pacto entre Hitler y Stalin. Numerosos campos de prisioneros fueron usados para el internamiento de los polacos capturados, incluyendo los campos de Ostashkov, Kozielsk y Starobielsk. Los dos últimos se destinaron principalmente para oficiales, mientras que Ostashkov albergó, sobre todo, exploradores, policías y funcionarios de prisiones.

El 5 de marzo de 1940, de acuerdo con una nota para Stalin preparada por Lavrenty Beria, miembros del politburó soviético - Stalin, Vyacheslav Molotov, Lázar Kaganóvich, Mijaíl Kalinin, Kliment Voroshílov y Beria - firmaron una orden de ejecución de activistas "nacionalistas y contrarrevolucionarios" detenidos en campos y prisiones de la parte oeste ocupada de Ucrania y Bielorrusia. Esto provocó el asesinato de unos 22.000 ciudadanos polacos, incluyendo unos 15.000 prisioneros de guerra. La extensa definición de "acusado" incluyó un número significativo de miembros de la inteligencia polaca además de policías, reservistas y oficiales militares en activo.

El descubrimiento de la masacre precipitó la ruptura de las relaciones diplomáticas entre la Unión Soviética y el gobierno polaco en el exilio en Londres en 1943. La Unión Soviética negó las acusaciones hasta 1990, cuando la URSS reconocíó que el NKVD fue responsable de la matanza y su encubrimiento.

El 19 de septiembre de 1939, el Comisario de Seguridad del Estado de primer rango, Lavrentri Pavlovich Beria (el comisario popular para asuntos internos), siguiendo órdenes de Stalin, llamó al Consejo del NKVD de la URSS para prisioneros de guerra e internos (dirigido por el Capitán de la Seguridad del Estado, Pyotr K. Sopruneko) y ordenó establecer campos para los prisioneros polacos. Fueron: Jukhnovo (estación de tren de Babynino), Yuzhe (Talitsy), Kozelsk, Kizelshchyna, Oranki, Ostashkov (Isla Stolbny en el lago Seliger, cerca de Ostashkov), Putyvli (estación de Tetkino), Starobielsk, Vologod (estación de Zaenikevo) y el campo de Gryazovets.

En el período entre el 3 de abril y el 19 de mayo de 1940, alrededor de 22.000 prisioneros de guerra y prisioneros comunes fueron asesinados. Cerca de 6.000 prisioneros de guerra del campo de Ostashkov, unos 4.000 del campo de Starobielsk, 4.500 del campo de Kozielsk y 7.000 prisioneros de la parte oeste de Bielorrusia y Ucrania.

Solo 395 prisioneros fueron salvados de la matanza. Fueron sacados de los campos de Yuknov y llevados a Gryazovets. Fueron los únicos que escaparon de la muerte.

Si bien los alemanes negaron conocer esta masacre hasta 1943, un informe británico de la Oficina de Relaciones Exteriores de la postguerra llega a sugerir que la matanza fue realizada por sugerencia o bajo complicidad alemana.

Hasta el 99% de los prisioneros restantes fueron asesinados posteriormente. Las personas de Kozielsk lo fueron en el lugar habitual de ejecuciones en masa de Smolensko, llamado el bosque de Katyn. Las de Starobielsk, dentro de la prisión del NKVD de Járkov y los cuerpos fueron enterrados cerca de Pyatikhatki. Los oficiales de policía de Ostashkov fueron asesinados en la prisión del NKVD de Kalinin (Tver) y enterrados en Miednoje.

Durante la vista de Dimitrii S. Tokarev, anterior jefe de la Junta del Distrito del NKVD en Kalinin, se ofreció información detallada acerca de las ejecuciones en la prisión del NKVD de Kalinin.

De acuerdo con Tokarev, los fusilamientos empezaban por la tarde y terminaban al amanecer. El primer transporte, el 4 de abril de 1940, trajo 390 personas, y los verdugos se encontraron con un trabajo duro por tener que matar a tantas personas en una sola noche. Los siguientes transportes no trajeron más de 250 personas. Las ejecuciones fueron realizadas con pistolas tipo Walther de fabricación alemana suministradas por Moscú.

Las ejecuciones fueron metódicas. Después de revisar la información personal del condenado, éste era esposado y llevado a una celda aislada. Los sonidos de las ejecuciones eran enmascarados con máquinas ruidosas (tal vez ventiladores) durante la noche. Tras ser metida en la celda, se disparaba inmediatamente a la nuca de la víctima. Su cuerpo era sacado por la puerta de enfrente y depositado en uno de los cinco o seis vagones que esperaban, de donde era cogido el siguiente condenado. El procedimiento se desarrollaba cada noche, excepto en la fiesta del 1 de mayo.

Cerca de Smolensk, los polacos, con sus manos atadas a la espalda, eran conducidos a las fosas y matados con un tiro en la nuca.

Con la intención de olvidar el incidente, distintos funcionarios rusos, polacos, ucranianos y bielorrusos investigaron el asunto. Sin embargo, nuevos documentos prueban cómo Stalin había ejecutado a otros 11.000 polacos que vivían en las antiguas provincias orientales, anexionadas a la URSS. También tras la invasión del verano de 1941 fueron ejecutados otros 3.000 mil prisioneros polacos.
" ... Yeltsin volvería a aparecer en una ceremonia oficial para colocar la primera piedra de un cementerio polaco en Katyn. Sin embargo, el presidente ruso no prosiguió con sus manifestaciones a pesar de lo sucedido. Señaló, por el contrario, que el terror propio del Estado totalitario que había sido la URSS no sólo había afectado a los polacos, sino, fundamentalmente, a los ciudadanos de la antigua Unión Soviética. A continuación añadió que la cuestión no debía servir para erosionar las relaciones entre Rusia y Polonia."

En 1998, Borís Yeltsin y Alexander Kwasniewski acordaron alzar sendos monumentos en Katyn y Mednoye.

Algunos historiadores, juristas, políticos y publicistas pro-soviéticos hoy en día se acogen a la versión oficial soviética. En particular, los historiadores Yuri Zhukov y Aleksandr Kolesnik apoyan y exponen argumentos sobre la no responsabilidad del lado soviético. Conocidos partidarios de la versión soviética son: el vicepresidente del Comité de la Duma Estatal para asuntos constitucionales y de la construcción, miembro de la fracción del Partido Comunista de la Federación Rusa (PKFR) V. I. Ilyujin ; el líder de la fracción “Gran Rusia” (Velikaya Rossia) A. N. Savelyev, los publicistas A. B. Shirokorad y Yu. Mujin, los politólogos V. N. Shved y S. E. Strygin, así como el Ph. D. en ciencias históricas Yu. M. Slobodkin.

Los partidarios de la versión soviética en particular afirman que la ejecución de los polacos fue una acción planificada de exterminio de la aristocracia polaca y de los judíos polacos por parte de los alemanes en 1941. Parte de dicha acción fue la llamada "Masacre de los profesores de Lvov" (1941), reconocida como delito de las tropas de ocupación alemanas. De otro lado, si la ejecución de los polacos hubiera sido perpetrada por el Comisariado del pueblo para asuntos internos (NKVD), este asunto hubiera sido utilizado de manera inmediata por Nikita Jrushchov en el XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) para la desmitificación del culto a la personalidad de Stalin. Aseveran también que los documentos descubiertos en 1990 y luego publicados oficialmente en 2010 son falsos y que fueron fabricados por fuerzas enemigas a la URSS con el objeto de desacreditar al Estado de los sóviets.

El 19 de abril de 2010, en la Duma Estatal el PKFR organizó una mesa redonda sobre el tema “Katyn – aspectos jurídicos y políticos”. En este acto participaron los más importantes partidarios de la versión soviética de la masacre de Katyn. Como resultado del trabajo realizado se redactó una carta al presidente de Rusia Dmitri Medvédev, en la cual se declara que “el contenido y la circunstancias del hallazgo de los principales documentos sobre los cuales se construye la versión “polaca”, ponen en duda su verdadera autenticidad, y dan fundadas razones para hablar de una falsificación, por parte de A. N. Yakovlev, D. A. Volkogonov y otros funcionarios de alto rango gubernamental y partidista, de hechos históricos asociados a la tragedia de Katyn”.

En junio de 2010 Viktor Ilyujin declaró que ha podido recaudar pruebas de la falsificación de algunos documentos claves sobre la masacre de Katyn, en particular de la carta de Lavrenti Beria N° 794/B y de la nota de Shelepin a Jrushchov del 3 de marzo de 1959. Según su información, en la creación de estos documentos estuvieron involucrados el ex director del Archivo Estatal Ruso R. G. Pijoy, el ministro de prensa e información de Rusia M. N. Poltoranin y el primer vicedirector de la Agencia de Seguridad del presidente de Rusia G. G. Rogozin.

En las imagenes que acompañan a esta entradas se incluyen dos fotos de la reconstruccion de los hechos que se hizo para la pelicula Katyn, NO TIENEN VALOR HISTORICO pero nos ayunda a comprender la magnitud de la tragedia.

GAGOMILITARIA

1 comentario:

ENSPO dijo...

Ahora va a resultar que un régimen que ha exterminado a 30 millones de personas tiene alguna credibilidad, en boca de sus apologetas negacionistas, para cuestionar la realidad de los crímenes de Stalin. Es verdaderamente vergonzoso que el artículo termine dando voz a semejantes energúmenos, para dejar abierta la posibilidad de decir que, en realidad, la masacre de Katyn fue obra de los nazis.