El presidente de EEUU, Barack Obama, ha instado a China a que condene el comportamiento de Corea del Norte después de que el Ejército de Pyongyang atacara con artillería las isla surcoreana de Yeongpyeong.
Obama ha llamado por teléfono a su homólogo chino Hu Jintao pidiéndole que envíe "un mensaje claro" a Corea del Norte y en el que tache sus acciones de "inaceptables", informó la Casa Blanca en un comunicado.
"El presidente hizo hincapié en la necesidad de que Corea del Norte tiene que poner fin a su actitud de provocación y cumplir con sus obligaciones internacionales, especialmente en relación con la declaración a seis bandas de 2005", dijo la Casa Blanca.
Por su parte, China ha informado de que Hu Jintao ha pedido a Obama una respuesta "calmada y racional" ante los ataques norcoreanos.
"En la situación actual, es imperativo que la respuesta sea tranquila y racional y que podamos evitar con firmeza el deterioro de la situación", afirmó la presidencia China.
Pekín se ha abstenido de criticar a Corea del Norte tras el bombardeo de la isla surcoreana, que dejó cuatro muertos, entre ellos dos civiles, el mes pasado, mientras que el ataque fue ampliamente condenado por la comunidad internacionales.
La llamada de Obama coincide con el incremento de la tensión entre Corea del Norte y Seúl. Las Fuerzas Armadas de Corea del Sur han iniciado nuevos ejercicios de artillería en la costa, casi dos semanas después del ataque norcoreano.
Las maniobras de la Marina surcoreana se llevarán a cabo durante varios días en 29 áreas de las costas oeste, sur y este, entre ellas una de las cinco islas en el mar Amarillo situadas cerca de la frontera con Corea del Norte, informó el Estado Mayor en Seúl.
El nuevo ministro de Defensa de Corea del Sur, Kim Kwan Jin, ha advertido al vecino país comunista de que las Fuerzas Armadas surcoreanas responderán con rapidez y contundencia a una nueva agresión norcoreana empleando también aviones de combate.
Fuente Diario "EL MUNDO"
Corea del Sur ha iniciado hoy sus terceras maniobras militares en apenas tres semanas pese a las reiteradas advertencias de Corea del Norte y ha avisado de que ejercerá su derecho a la legítima defensa si hay más ataques de su vecino comunista.
Las amenazas lanzadas la víspera por Pyongyang no evitaron que militares surcoreanos comenzasen cinco días de ejercicios navales en 29 lugares de las tres costas del país, incluida un área pequeña del Mar Amarillo, donde el pasado 23 de noviembre se produjo el ataque norcoreano contra la isla de Yeonpyeong que causó cuatro muertos.
Esa isla, no obstante, ha sido excluida de los ejercicios de artillería para garantizar la seguridad de sus residentes debido a que se encuentra a solo trece kilómetros de la costa norcoreana. Aquel ataque, sin precedentes desde el final de la Guerra de Corea en 1953, se produjo cuando en la zona fuerzas de Corea del Sur desarrollaban maniobras militares, consideradas una provocación por el régimen comunista norcoreano.
Ayer, Corea del Norte avisó a Seúl y Washington en contra de nuevos ejercicios conjuntos en el Mar Amarillo, donde se encuentra la conflictiva frontera intercoreana, y les advirtió de "posibles consecuencias de sus provocaciones militares". El pasado miércoles, Corea del Sur y EE UU concluyeron otros cuatro días de maniobras navales en las inmediaciones de esa frontera intercoreana con un gran despliegue militar y la participación del portaaviones nuclear George Washington.
Ese imponente portaaviones estadounidense participa estos días en otros ejercicios conjuntos que celebran unos 44.000 militares de Estados Unidos y Japón en una zona más alejada del Mar de Japón (Mar del Este), los mayores organizados entre ambos aliados. Desde el ataque norcoreano del 23 de noviembre los intercambios de advertencias verbales por parte de las dos Coreas han subido de tono si bien Seúl, aunque prevé endurecer sus "reglas de combate", hasta ahora ha ejercido contención.
Cruce de mensajes
Desde Washington el presidente Obama ha pedido a China que transmita a Pyongyang un "mensaje firme" en el que subraye que sus provocaciones son "inaceptables". El presidente chino, Hu Jintao, ya ha respondido al presidente estadounidense, al que ha instado hoy a rebajar la tensión en la península coreana, tras expresarle su preocupación por la situación en la zona.
Según la agencia oficial Xinhua, Hu le dijo al presidente estadounidense, en una conversación telefónica, que todas las partes implicadas deben prevenir el deterioro de la frágil seguridad en la zona. Hu ha pedido una respuesta racional a la tensión en la península coreana y ha advertido a Obama que si no se maneja adecuadamente la situación, se podría dar producir una escalada del conflicto.
Cada una de las dos Coreas, vecinas y enemigas desde hace sesenta años, interpretan a su modo qué es o no una provocación. Para Pyongyang, lo es que militares surcoreanos lleven a cabo maniobras cerca de una frontera que no reconoce en el Mar Amarillo, trazada por la ONU al término de la Guerra de Corea (1950-53), mientras Seúl alega que se desarrollan en sus aguas territoriales.
Fuente Diario "EL PAIS"
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