
MUERTE EN LA ARENA POR: JOSÉ TORRES
Marco el retiarius yace en la arena del anfiteatro, sus latidos se hacen más intensos a medida que trascurren los eternos segundos en el que el público enfervorecido pide su muerte. De pie y sin aliento después de una lucha intensa con su adversario, Lucio el secutor espera con su pugio fuertemente empuñado la decisión del editor, un político con pretensiones de ascender en su carrera, este sabe que su reputación y posición depende de que este combate tan esperado termine con un público satisfecho con lo que acurra en la arena, y aunque sabe que deberá pagar el doble de su precio por la muerte de este excelente gladiador, debe de sentenciar la vida de Marco. Ahora Lucio se presenta ante los ojos del retiarius como la de un difuminado verdugo fantasmagórico, puede que esta aterradora visión sea a causa de la abundante pérdida de sangre causada por un profundo corte en el muslo de Marco, Lucio recibe el veredicto que condena a Marco, el público enmudece, Lucio se arrodilla y coge la cabeza del que fue su rival por detrás, ahora Marco sabiendo de su destino se sume en un remanso de calma, solo puede oír el distorsionado estruendo del público que ahora clama pidiendo su muerte, ya no es dueño de su vida que ahora está en manos de Lucio, este con la voz grave que produce el sonido metálico del su yelmo dice algo al que fue su compañero de ludus, tal vez una despedida, tal vez una cruel frase irónica producida por su envidia del que fue ídolo de las masas. Sin más esperas Lucio hunde su puñal en la garganta de Marco, un borboteo de sangre recorre el cuello de Marco ahora sin vida. El público aclama al nuevo héroe que acaba de nacer en la arena.
Marco el retiarius yace en la arena del anfiteatro, sus latidos se hacen más intensos a medida que trascurren los eternos segundos en el que el público enfervorecido pide su muerte. De pie y sin aliento después de una lucha intensa con su adversario, Lucio el secutor espera con su pugio fuertemente empuñado la decisión del editor, un político con pretensiones de ascender en su carrera, este sabe que su reputación y posición depende de que este combate tan esperado termine con un público satisfecho con lo que acurra en la arena, y aunque sabe que deberá pagar el doble de su precio por la muerte de este excelente gladiador, debe de sentenciar la vida de Marco. Ahora Lucio se presenta ante los ojos del retiarius como la de un difuminado verdugo fantasmagórico, puede que esta aterradora visión sea a causa de la abundante pérdida de sangre causada por un profundo corte en el muslo de Marco, Lucio recibe el veredicto que condena a Marco, el público enmudece, Lucio se arrodilla y coge la cabeza del que fue su rival por detrás, ahora Marco sabiendo de su destino se sume en un remanso de calma, solo puede oír el distorsionado estruendo del público que ahora clama pidiendo su muerte, ya no es dueño de su vida que ahora está en manos de Lucio, este con la voz grave que produce el sonido metálico del su yelmo dice algo al que fue su compañero de ludus, tal vez una despedida, tal vez una cruel frase irónica producida por su envidia del que fue ídolo de las masas. Sin más esperas Lucio hunde su puñal en la garganta de Marco, un borboteo de sangre recorre el cuello de Marco ahora sin vida. El público aclama al nuevo héroe que acaba de nacer en la arena.
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