Israel asegura que la operación en Cisjordania podría prolongarse incluso tras las liberaciones
Día 20/06/2014 - 03.29h
Tel Aviv podría aprovechar su misión de rescate de tres jóvenes secuestrados para poner en marcha una operación para debilitar a Hamás
Una semana después delsecuestro de tres jóvenes israelíes cerca de Hebrón, en Cisjordania, el ejército israelí ha aumentado la presión sobre Hamás en la zona y ha arrestado a 280 palestinos, la gran mayoría vinculados a la organización islamista. Sesenta de estos detenidos son antiguos presos palestinos en cárceles israelíes que fueron liberados tras el acuerdo de canje del soldado Gilad Shalit en 2011.
El ejército y las fuerzas de seguridad israelíes están llevando a cabo redadas en varias ciudades de Cisjordania, con el foco principal en la ciudad de Hebrón y alrededores, aunque según fuentes militares, ya se han inspeccionado más de ochocientas posiciones, incluyendo domicilios privados, en los que podrían estar retenidos los tres adolescentes.
La operación israelí en Cisjordania, la mayor contra Hamás desde la segunda Intifada, se ha llamado «Volved Hermanos», y aunque tiene como principal objetivo liberar a los tres jóvenes, el otro objetivo es asestar un duro golpe a Hamás en la zona para debilitar su infraestructura. Es por eso que la operación, que ha movilizado a nueve batallones y ha duplicado las fuerzas israelíes en Cisjordania, continuará incluso tras la liberación de los adolescentes.
«No hay una fecha límite para la operación por que ya no es algo solamente sobre los chicos, sino de debilitar profundamente a Hamás en Cisjordania y de paso demostrarles que el secuestro de israelíes conlleva un precio muy alto», comentó durante una conferencia telefónica el portavoz del ejército israelí Peter Lerner.
Debilitar a Hamás
Israel ahora quiere aprovechar también la oportunidad de poder penetrar más profundamente en Cisjordania para poder debilitar a Hamás tras el reciente acuerdo de reconciliación con Fatá, que supondría el refuerzo de la organización islamista en la zona después de varios años en los que ha estado debilitada debido a su enfrentamiento con la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
Pero la operación también podría tener un alto precio para Israel, que desde el pasado viernes ha duplicado las fuerzas de seguridad en la zona, lo que ha aumentado la tensión y las escaramuzas con grupos palestinos, que han llegado incluso a atacar a los soldados con armas de fabricación casera. A pesar de que la ANP ha estado de acuerdo en colaborar con Israel para encontrar a los secuestrados, la población palestina ve en esta operación un eco de la segunda Intifada, incluyendo las redadas nocturnas en domicilios particulares y se siente víctima de un castigo colectivo.
Aunque Hamás no se ha atribuido la autoría de los secuestros, el gobierno israelí asegura que tiene información suficiente para saber sin lugar a dudas que la organización islamista está detrás de las desapariciones.
«Hamas seguirá pagando un precio muy alto por el secuestro de tres chicos cuando volvían a sus casas» afirmó el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, el miércoles tras una reunión con su gabinete.
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