La Patrona de la Infantería Española sigue en su capilla de Empel
diciembre 8, 2012 en Edad Moderna, Tercios de España
La Virgen de la Inmaculada, patrona de los Tercios de Flandes e Italia sigue hoy día en su capilla del viejo Empel, donde obró su milagro y donde existe presencia de la infantería española.

La capilla se encuentra en la misma colina donde tuvo lugar el milagro de Empel, junto al río Mosa, donde supuestamente fue hallada mientras los españoles cavaban trincheras para defenderse de la flota holandesa que se disponía a cañonearlos a quemarropa después de haber roto los diques y haber inundado la campiña.

Entrada a la Capilla. En el cartel se puede leer “Milagro de Empel” (imagen tomada de www.ame1.org)

Interior de la capilla con la bandera española y el distintivo de Infantería

La capilla se encuentra en Oud Empel o viejo Empel, que era el emplazamiento original junto al río Mosa. La aldea que allí existía fue destruida en un bombardeo durante la segunda guerra mundial y el nuevo Empel se construyó unos kilómetros más al este.

El viejo Empel en 1946, destruido por la guerra

Interior de la Capilla en la actualidad
El milagro se hizo oficial por bula papal en el año 1854. Para aquellos que prefieran otras explicaciones, imagínense como un maestre de campo cercado en una colina con cinco mil soldados a su cargo, y con una perdición segura, podría actuar precisamente el día de la Inmaculada Concepción.
En cualquier caso, las aguas se helaron y el Tercio cercado arrasó a la flota holandesa, de la que no pudo escapar ningún barco.

Mapa con la situación acaecida en Empel en 1585. Nótese al Tercio apiñado en la lengua de tierra que hay en la parte izquierda superior.
--O--
La Inmaculada Concepción Patrona de la Infantería Española – El Milagro de Empel
diciembre 6, 2012 en Batallas de los Tercios, Edad Moderna, Tercios de España
El llamado Milagro de Empel fue un suceso acaecido el 7 y 8 de diciembre de 1585, a raíz del cual la Inmaculada Concepción fue proclamada patrona de los Tercios españoles y actual Infantería española.

De acuerdo con la tradición, el 7 de diciembre de 1585, el Tercio del Maestre de Campo Francisco de Bobadilla (compuesta por unos cinco mil hombres) combatía durante la Guerra de los Ochenta Años en la isla de Bommel, situada entre los ríos Mosa y Waal, bloqueado por completo por la escuadra del almirante Holak. La situación era desesperada para los Tercios Españoles pues, además del estrechamiento del cerco había que sumarle la escasez de víveres y ropas secas.
El jefe enemigo propuso entonces una rendición honrosa pero la respuesta española fue clara: «Los infantes españoles prefieren la muerte a la deshonra. Ya hablaremos de capitulación después de muertos». Ante tal respuesta, Holak recurrió a un método harto utilizado en ese conflicto: abrir los diques de los ríos para inundar el campamento enemigo. Pronto no quedó más tierra firme que el montecillo de Empel, donde se refugiaron los soldados del Tercio.
En ese crítico momento, de acuerdo con la tradición, un soldado del Tercio cavando una trinchera tropezó con un objeto de madera allí enterrado. Era una tabla flamenca con la imagen de la Inmaculada Concepción.

Anunciado el hallazgo, colocaron la imagen en un improvisado altar y el Maestre Bobadilla, considerando el hecho como señal de la protección divina, instó a sus soldados a luchar encomendándose a la Virgen Inmaculada:
Este tesoro tan rico que descubrieron debajo de la tierra fue un divino nuncio del bien, que por intercesión de la Virgen María, esperaban en su bendito día.
Según indica la citada tradición, un viento completamente inusual e intensamente frío se desató aquella noche helando las aguas del río Mosa. Los españoles, marchando sobre el hielo atacaron por sorpresa a la escuadra enemiga al amanecer del día 8 de diciembre y obtuvieron una victoria tan completa que, según dichas versiones, el almirante Holak llegó a decir: «Tal parece que Dios es español al obrar, para mí, tan grande milagro».

Aquel mismo día, entre vítores y aclamaciones, la Inmaculada Concepción es proclamada patrona de los Tercios de Flandes e Italia. Así es como se convierte la Inmaculada Concepción en patrona de la actual Infantería Española.

De acuerdo con la tradición, el 7 de diciembre de 1585, el Tercio del Maestre de Campo Francisco de Bobadilla (compuesta por unos cinco mil hombres) combatía durante la Guerra de los Ochenta Años en la isla de Bommel, situada entre los ríos Mosa y Waal, bloqueado por completo por la escuadra del almirante Holak. La situación era desesperada para los Tercios Españoles pues, además del estrechamiento del cerco había que sumarle la escasez de víveres y ropas secas.
El jefe enemigo propuso entonces una rendición honrosa pero la respuesta española fue clara: «Los infantes españoles prefieren la muerte a la deshonra. Ya hablaremos de capitulación después de muertos». Ante tal respuesta, Holak recurrió a un método harto utilizado en ese conflicto: abrir los diques de los ríos para inundar el campamento enemigo. Pronto no quedó más tierra firme que el montecillo de Empel, donde se refugiaron los soldados del Tercio.
En ese crítico momento, de acuerdo con la tradición, un soldado del Tercio cavando una trinchera tropezó con un objeto de madera allí enterrado. Era una tabla flamenca con la imagen de la Inmaculada Concepción.

Anunciado el hallazgo, colocaron la imagen en un improvisado altar y el Maestre Bobadilla, considerando el hecho como señal de la protección divina, instó a sus soldados a luchar encomendándose a la Virgen Inmaculada:
Este tesoro tan rico que descubrieron debajo de la tierra fue un divino nuncio del bien, que por intercesión de la Virgen María, esperaban en su bendito día.
Según indica la citada tradición, un viento completamente inusual e intensamente frío se desató aquella noche helando las aguas del río Mosa. Los españoles, marchando sobre el hielo atacaron por sorpresa a la escuadra enemiga al amanecer del día 8 de diciembre y obtuvieron una victoria tan completa que, según dichas versiones, el almirante Holak llegó a decir: «Tal parece que Dios es español al obrar, para mí, tan grande milagro».

Tabla de la Virgen
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