Lamentablemente hoy a las 12 del mediodía a muerto en Mollet
del Vallés José Cirujeda Esteve a los 98 años. Cirujeda combatió en la guerra
civil pilotando Bombarderos RZ Natacha y Túpolev SB Katiuskas. Durante la
batalla del Ebro fue derribado en un servicio de bombardeo en Vilalba dels Arcs
el 12 de agosto de 1938, consiguiendo saltar en paracaídas toda la tripulación
sin novedad aunque con quemaduras de segundo grado. Una vez recuperado de las
quemaduras en la cara y las manos volvió al servicio activo al cabo de unos
pocos meses.
Desgraciadamente en su primer servicio después de su recuperación
volvió a ser derribado por los Bf 109 alemanes. En esta ocasión salió ileso
mientras que uno de sus compañeros murió al saltar en paracaídas. Cirujeda no
volvió a volar mes en la guerra española, apenas pudo exiliarse en Francia en
1939 donde fue internado en el campo de concentración de Argelès. Finalmente
consiguió un salvoconducto para viajar en un mercante a la URSS. Allí conoce a
su futura esposa Polina Matvets con la que se casará en 1941 poco antes de
marchar al frente.
José Cirujeda fue destinado a una unidad especial de
guerrilleros y apenas terminado el entrenamiento es traladado al 983 Regimiento
de Caza acantonado en Tbilisi donde prueba los aparatos de caza LaGG-3 que
salen de la fábrica. Finalmente se destinado al 439 Regimiento de Caza cerca de
Yaroslavl. Entre sus misiones de combate destacan la protección de puentes,
líneas ferroviarias y aparatos de transporte LI-2 en Korosten, Ovruch,
Chérnigov, Gomel, Bobruisk, Baránavichi y otros. La lista de aparatos pilotados
por Cirujeda es larga, ya que en la guerra española voló el Breguet XIX,
Kolhooven, Caudron, RZ Natacha, Dragón Rapide, Focke Wulf, González Gil y el
Túpolev SB Katiuska. En la URSS pilotó los siguientes aparatos: PO-2, UTI-4,
LaGG-3, I-153, Hurricane, YAK-7B, YAK-9, P-39 Airacobra, P-63 Kingcobra.
En nombre de ADAR y
en el mío propio, rendimos nuestro sincero pésame a la familia Cirujeda.
ISAAC MONTOYA SALAMÓ
Amigo José; descansa
en paz mientras emprendes tu último vuelo hacia la eternidad.
Mi tio Pepito, un hombre honesto y de intachable moral
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