lunes, 11 de febrero de 2013

GAGOMILITARIA NOTICIAS.-MALÍ, LA GUERRA DE UN NUEVO GIRO


Los yihadistas quieren convertir Malí en un nuevo Afganistán

Día 11/02/2013 - 01.47h

Los militares se enfrentan a terroristas suicidas, minas y tácticas de guerrilla

La guerra en Malí se parece cada vez más a la de Afganistán. Los yihadistas se defienden frente a la superioridad de las tropas internacionales con tácticas de guerrilla, colocación de minas y terroristas suicidas. Francia no va a tener fácil, como es su intención, retirarse del terreno en pocos días y dejar a militares locales y de otros ejércitos africanos al frente de la situación.

Un segundo terrorista se inmoló en la ciudad de Gao en la noche del sábado. Lo hizo en el mismo control militar en el que otro kamikaze había accionado el cinturón explosivo que llevaba un día antes. En ninguno de los dos ataques hubo que lamentar víctimas mortales. Tropas francesas detonaron en la mañana del domingo tres minas localizadas en la misma zona.

Horas después las calles de Gao fueron escenario de un enfrentamiento entre tropas francesas y malíes contra un grupo de radicales islámicos armados que los atacaron por sorpresa y se hicieron fuertes en una comisaría.

«Hay muchos islamistas muertos», informó sin dar detalles más precisos el coronel Mamadou Sanake, del Ejército malí, informa France Presse. Las mismas fuentes estimaban en varias decenas los miembros del grupo terrorista Movimiento para la Unidad y la Yihad en África Occidental (Muyao) al frente de la ofensiva. Todo un órdago en la mayor ciudad del norte del país, recuperada de las manos insurgentes a finales de enero.

Tensión en las calles

Durante varias horas se vivieron momentos de tensión en Gao, con disparos desde uno y otro bando de armamento ligero y pesado y la población civil tratando de buscar refugio en sus casas, informa Afp.
París reconoce que tras expulsar al grueso de los yihadistas de los cascos urbanos de las ciudades que queda una presencia residual de rebeldes, pero hasta ahora no habían tenido que hacer frente a una acción armada de este tipo. Estos ataques muestran, en todo caso, que los grupos a los que combate una coalición militar internacional encabezada por Francia no están dispuestos a arrojar la toalla.

Al cierre de esta edición no había balance oficial de víctimas, algo que viene ocurriendo desde que Francia puso en marcha la llamada operación Serval el pasado 11 de enero, es decir, hoy hace un mes. No es que en la guerra no esté habiendo muertos, es que París no parece querer informar del asunto a pesar de amplio respaldo que su presencia en el conflicto malí cuenta entre sus ciudadanos.

Muyao, de la franquicia de Al Qaida, anunció el jueves a través de un portavoz a France Presse que su estrategia iba a ser la de llevar a cabo estos ataques y atentar con kamikazes. También se responsabilizó de las seis muertes de malíes a consecuencia de la explosión de dos minas en la carretera que lleva desde Gao hacia Bamako, a unos 1.200 kilómetros de distancia.


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Los yihadistas de Malí se infiltran en Gao a pesar del control del Ejército

Grupos de islamistas radicales ocupan varios edificios en la ciudad



Soldados malienses patrullan en Gao este domingo. / PASCAL GUYOT (AFP)

Hace solo unos días parecía que la ciudad de Gao, en el norte de Malí, estaba totalmente bajo el control del Ejército maliense con la ayuda del Ejército francés. La campaña bélica proseguía su avance hacia el norte, llegando incluso a Tessalit, y los terroristas solo tenían capacidad de respuesta colocando minas y lanzando ataques suicidas (dos en las últimas 72 horas). Sin embargo, la guerra rebrotó este domingo en las calles de Gao cuando un número indeterminado de terroristas que estaban en los alrededores de la ciudad consiguieron infiltrarse de nuevo y ocupar sigilosamente varios edificios del centro. Soldados malienses y franceses se han desplegado en la localidad y se han enfrentado con armamento pesado a los yihadistas.

El comienzo de este ataque hay que fijarlo el sábado por la noche. En ese momento, un terrorista suicida que intentaba abalanzarse sobre el puesto de control militar a la entrada de la ciudad por la carretera que conduce a Burem era abatido por los soldados malienses. Sin embargo, el desconcierto generado por esta acción provocó la retirada de los militares durante algunas horas, lo que permitió a muchos terroristas que permanecían en los alrededores de la ciudad entrar en la misma durante la noche.

Según varios testimonios, los miembros de MUYAO se escondieron en edificios abandonados como la antigua comisaría de policía y otros del centro. Los vecinos empezaron a denunciar la presencia de gente sospechosa y durante toda la mañana se desencadenó una auténtica búsqueda calle por calle y casa por casa de posibles terroristas. Los soldados malienses comenzaron a patrullar las calles del centro y al menos tres sospechosos fueron detenidos.

Sin embargo, sobre las dos de la tarde, cuando llegaron al edificio de la antigua comisaría que fue sede de la policía islámica durante los meses de ocupación yihadista, se encontraron con una fuerte resistencia. Un número indeterminado de miembros de MUYAO comenzó a disparar contra ellos, lo que provocó una respuesta por parte de los soldados. Una unidad del Ejército maliense tomó posiciones alrededor del inmueble y solicitó refuerzos. Durante dos horas intercambiaron disparos con los terroristas, que consiguieron ocupar también otros edificios próximos mientras la población civil se refugiaba en sus casas.
Sobre las cuatro de la tarde, el Ejército francés hizo acto de presencia. Primero blindados y otros vehículos de transporte de tropas y luego los helicópteros. En un primer momento, los franceses se vieron sorprendidos por la intensidad del fuego que disparaban los terroristas, pero con el paso de las horas fueron avanzando. En ese momento se escuchaban disparos no solo en los alrededores de la comisaría, sino en otros puntos de la ciudad.

La situación a última hora de la tarde del sábado era de enorme confusión. El Ejército francés evacuaba a la mayoría de los periodistas que están en la ciudad, prácticamente todos concentrados en un solo hotel, en dirección al aeropuerto. Al menos un civil falleció en los enfrentamientos.

La presencia de terroristas en los alrededores de Gao ya había sido advertida hace días por los ejércitos maliense y francés, que habían iniciado una campaña para localizarlos en los pueblos situados a pocos kilómetros de la ciudad. Sin embargo, las aldeas ubicadas en torno a la carretera que conduce a Burem, por donde huyeron muchos yihadistas en las horas previas a la recuperación de la ciudad, hace dos semanas, no había sido del todo investigada. Y la población ya había advertido de que allí aún quedaban muchos muyahidin escondidos.

No en vano de allí han procedido los dos ataques suicidas que ha sufrido Gao en las últimas 72 horas. El primero tuvo lugar el viernes por la mañana, cuando un joven adolescente con un cinturón de explosivos bajo su ropa se abalanzó contra el puesto de control militar. Un soldado resultó herido y el agresor murió en el acto. El segundo ataque suicida tuvo lugar el sábado por la noche. Un hombre con explosivos adosados fue abatido por los soldados malienses y explotó en el acto sin producir más víctimas que él mismo.

La acción de los miembros de MUYAO parece más bien desesperada, pero los enfrentamientos han sido duros y han tenido lugar en el centro de la ciudad, lo que ha complicado las cosas por la presencia de población civil. Pero ha mostrado a las claras que esta guerra está lejos de quedar resuelta mientras no se logre ocupar todo un vasto territorio donde existen aún muchas bolsas de resistencia, según reconoció hace unos días el propio Ejército francés.


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