miércoles, 24 de octubre de 2012

GAGOMILITARIA CULTURA.-EL HISTORIADOR BRITÁNICO KEITH LOWE, EN SU NUEVO LIBRO "CONTINENTE SALVAJE" NOS PRESENTA LA EUROPA DE LA POSGUERRA SUMIDA EN EL ODIO


Libros / «CONTINENTE SALVAJE»

«¡Si no sabes odiar, te enseñaremos!»

El historiador británico Keith Lowe estudia los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial y describe una Europa en donde una gran parte de su población no había aceptado aún que la carnicería había terminado. El odio siguió durante meses y años

Día 24/10/2012 - 01.52h
Posguerra en la Vieja Europa. Hambre, miseria, tragedia. El Continente es una escombrera, una ignominia, como demuestra esta conversación entre un oficial comunista, que se había saltado la cola del pan, y un teniente coronel de la milicia comunista búlgara:

-Y ahora cuéntame: ¿quiénes son tus enemigos?, pregunta el teniente coronel.
El ciudadano K. se queda un momento pensativo, y contesta:
-Realmente no lo sé, creo que no tengo enemigos.
Teniente coronel (a voz en grito): ¡No tienes enemigos! ¿Pretendes decir que no odias a nadie y que nadie te odia a ti?
K: Nadie, que yo sepa.
Teniendo coronel (colérico, levantándose de la silla): Estás mintiendo. ¿Qué clase de hombre eres que no tienes enemigos? ¡Si no tienes enemigos está claro que no perteneces a «nuestra» juventud, no puedes ser uno de «nuestros» ciudadanos!... ¡Y si realmente no sabes odiar, te enseñaremos! ¡Te enseñaremos de inmediato!

El escritor disidente búlgaro Giorgi Markov recrea este diálogo emblemático del periodo de la posguerra, no solo en su nación, sino en el conjunto del Continente europeo. «En cierto sentido», sostiene Keith Lowe -uno de los más destacados nuevos historiadores británicos- en su libro «Continente salvaje» (Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores), «el jefe de la milicia tiene razón: era prácticamente imposible salir de la Segunda Guerra Mundial sin enemigos». Fue una carnicería de más de 35 millones de personas.

Los otros holocaustos

«Aunque el exterminio de los judíos -relata Keith Lowe en su libro- fue el genocidio más visible a nivel continental, hubo otras ausencias igualmente devastadoras a escala local:

Croacia: la Ustacha asesinó a 592.000 serbios, musulmanes y judíos intentando hacer una limpieza étnica en todo el país.

Volinia: Tras la exterminación de los judíos, los nacionalistas ucranianos asesinaron a decenas de miles de polacos.

Egeo: los búlgaros aniquilaron a las comunidades griegas de las zonas que invadían a lo largo de la margen septentrional del Egeo.

Voivodina: los húngares hicieron lo mismo con los serbios en esta región yugoslava.

El éxodo más dramático de un grupo étnico, explica Lowe, tuvo lugar en 1945 cuando «el Ejército Rojo, en su avance, expulsó a varios millones de alemanes de Prusia Oriental, Silesia y Pomerania, dejando tras de sí un paisaje de pueblos fantasma. Algunas de las casas tenían todavía platos de comida en las mesas, como si los hubieran abandonado a toda prisa».

«El odio -concluye el historiador británico- fue la clave del éxito del comunismo en Europa, como ponen de manifiesto infinidad de documentos que instan a los activistas del partido a fomentarlo. El comunismo no solo alimentó la animosidad contra los alemanes, los fascistas y los colaboracionistas; también incitó a una nueva aversión hacia la aristocracia y las clases medias, los terratenientes y los kulaks. Después, a medida que la guerra mundial se convertía poco a poco en la guerra fría, estas pasiones se tradujeron en inquina hacia Estados Unidos, el capitalismo y Occidente. A cambio, todos esos grupos también aborrecieron el comunismo en igual medida».


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