Santos sobre el proceso de paz: “Las operaciones militares van a continuar”
El presidente de Colombia ratifica que las conversaciones comenzarán en Oslo en octubre
El mandatario asume toda la responsabilidad ante un eventual fracaso del proceso
Las FARC acogen con optimismo el proceso
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, se dirige a la nación. / AFP
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha anunciado este martes en una comparecencia solemne desde el palacio presidencial en Bogotá del comienzo de un proceso de paz entre el Gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC. El presidente ha detallado los puntos marco en los que se basan las conversaciones con la guerrilla que se dieron a conocer la semana pasada. La intervención televisada, rodeada de solemnidad, supone la ratificación al máximo nivel del comienzo del proceso de paz. Entre otros detalles, Santos ha anunciado que las operaciones militares no van a cesar en ningún caso, y ha alertado de que puede haber nuevos atentados de las FARC mientras se producen las conversaciones. El diálogo durará "meses, no años", y será cancelado en el momento en que no se perciban avances respecto a la hoja de ruta pactada.
Unos minutos después de la declaración de Santos, el máximo jefe de las FARC, Timochenko o Timoleón Jiménez, en un vídeo emitido por una delegación de la guerrilla ha acogido con "optimismo" el proceso, que atiende "al clamor de la población colombiana", pero ha señalado que permanecen "asediados" y ha alertado al Gobierno a que no cometa "la misma trama del pasado".
El pasado 27 de agosto Santos reveló que "se han desarrollado conversaciones exploratorias con las FARC para buscar el fin del conflicto" y prometió que en los "próximos días" daría a conocer sus resultados. Con esta declaración, confirmó versiones periodísticas sobre un acuerdo alcanzado por las partes en La Habana, que según ese pacto será la sede permanente del diálogo, con Cuba y Noruega como "garantes", y Venezuela y Chile como "acompañantes".
Bajo el nombre de Acuerdo general para la terminación del conflicto, el presidente afirmó que ya se ha firmado un acuerdo entre el Gobierno de Colombia y las FARC que "establece un procedimiento, una hoja de ruta, para llegar al final". Este no es el acuerdo definitivo, precisó Santos, sino el que sienta las bases de la negociación. El presidente asumió personalmente toda la responsabilidad ante un eventual fracaso: "La responsabilidad caerá sobre mis hombros, y nadie más". En tal caso, dijo, el Gobierno al menos tendrá la tranquilidad de que no cedió ante la violencia.
Entre las novedades más importantes de lo pactado entre las partes está el compromiso de no cesar en las operaciones militares contra la guerrilla y que no habrá zonas desmilitarizadas dentro del acuerdo. En este contexto, Santos ha alertado de que puede haber nuevos atentados terroristas y ha pedido "paciencia" al pueblo colombiano al mismo tiempo que ha prometido responder con toda contundencia. También ha alertado contra posibles "saboteadores" de las conversaciones.
Santos tuvo palabras de reconocimiento especialmente para los militares que han combatido a la guerrilla durante casi 50 años y para las víctimas del conflicto armado. "Yo sé lo que es la guerra", dijo, aludiendo a su etapa como ministro de Defensa. Pero afirmó que "combatimos para alcanzar la paz" durante estos años.
En un momento de su intervención, el presidente de Colombia reconoció que las FARC han trabajado "con seriedad" en los meses previos a este acuerdo, y se mostró esperanzado en que aborden la siguiente fase de negociación "con la misma seriedad". Un acuerdo o documento preliminar divulgado la semana pasada precisa que las partes emprendieron los acercamientos el pasado 23 de febrero y que han previsto formalizar la instalación de la mesa de negociaciones en Oslo, el próximo 5 de octubre.
Según el mismo texto, la apertura formal del diálogo tendría lugar un mes después del "anuncio público" del acuerdo por parte de Santos, que gobierna desde agosto de 2010, con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en actividad desde 1964 y con unos 8.500 combatientes.
En su alocución de finales de agosto, el gobernante hizo mención del interés del Ejército de Liberación Nacional (ELN), segunda guerrilla del país, de unirse al proceso de paz, y le envió el mensaje de que también podía "ser parte de este esfuerzo por terminar el conflicto".
"Con él se desata el proceso de diálogo para la paz en nuestra patria", ha manifestado Timochenko, quien ha admitido la colaboración de Venezuela y Noruega en el proceso. "Cuánta muerte y destrucción para finalmente concluir que la salida no es la guerra", ha continuado el máximo jefe de la guerrilla, "sino el diálogo civilizado. Nuestra patria no merece esta guerra que declararon contra ella".
Pese al mensaje de bienvenida al diálogo, el máximo responsable de las FARC ha aprovechado para manifestar que siguen "asediados". "Pese a tales señales", ha afirmado Timochenko, "las FARC guardamos la aspiración de que el régimen no intenta cometer la misma trama del pasado".
"Haber llegado a La Habana es el triunfo del clamor nacional por la paz, de la protesta social, de los paros y huelgas contra el capital transnacional, de la multiplicación de múltiples sectores", ha continuado Timochenko, quien ha apuntado que la "llave" de la paz no reposa solo en el presidente Santos.
"Llegamos a la mesa de diálogo sin rencores ni arrogancias", ha señalado el jefe de la guerrilla en la parte final del discurso, en la que también a reconocido a los soldados del Ejército como "colombianos del pueblo". "Hemos jurado vencer y venceremos", ha concluido Timochenko su intervención.
"Tenemos por delante también el reto de acompañar al proceso que se debe iniciar en unas semanas para buscar la paz de este país, un proceso que, sin duda, va a ser difícil, pero que si nos proponemos sacarlo adelante, estoy seguro de que así será", dijo Santos durante una ceremonia en la que juraron sus cargos seis de sus ministros.
En el mismo acto añadió que esas conversaciones de paz requieren "del concurso de todos los miembros del Gabinete, de todos los miembros del Gobierno y de todos los colombianos".
Santos tomó juramento de sus cargos a los nuevos ministros del Interior, Fernando Carrillo; de Hacienda, Mauricio Cárdenas Santa María; Salud, Alejandro Gaviria; Minas, Federico Renjifo; Ambiente, Juan Gabriel Uribe, y Transporte, Cecilia Alvarez, en una ceremonia especial en la Casa de Nariño, sede del Ejecutivo.
Según el presidente colombiano, es el "equipo para jugar el segundo tiempo del partido, un segundo tiempo que está lleno de retos, lleno de desafíos, donde tenemos muchísimas metas por cumplir" como la de la reconciliación.
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También insistió en que este proceso «debe ser serio, realista y eficaz». En ese sentido manifestó: «Hemos trabajado con seriedad y las FARC también. Todo lo que hemos acordado se ha respetado; si las FARC abordan la siguiente fase con la misma seriedad, tenemos buenas perspectivas». El presidente anunció que el diálogo de paz se celebrará en el exterior, al confirmar que Cuba y Noruegaseguirán siendo «anfitriones y garantes», mientras que Chile y Venezuela acompañarán el proceso, tras agradecer a estos países el apoyo durante las conversaciones exploratorias. A continuación detalló los cinco puntos que formarán la agenda del diálogo entre el Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Unos minutos después de la declaración de Santos, el máximo jefe de las FARC, Timochenko o Timoleón Jiménez, en un vídeo emitido por una delegación de la guerrilla ha acogido con "optimismo" el proceso, que atiende "al clamor de la población colombiana", pero ha señalado que permanecen "asediados" y ha alertado al Gobierno a que no cometa "la misma trama del pasado".
El pasado 27 de agosto Santos reveló que "se han desarrollado conversaciones exploratorias con las FARC para buscar el fin del conflicto" y prometió que en los "próximos días" daría a conocer sus resultados. Con esta declaración, confirmó versiones periodísticas sobre un acuerdo alcanzado por las partes en La Habana, que según ese pacto será la sede permanente del diálogo, con Cuba y Noruega como "garantes", y Venezuela y Chile como "acompañantes".
Bajo el nombre de Acuerdo general para la terminación del conflicto, el presidente afirmó que ya se ha firmado un acuerdo entre el Gobierno de Colombia y las FARC que "establece un procedimiento, una hoja de ruta, para llegar al final". Este no es el acuerdo definitivo, precisó Santos, sino el que sienta las bases de la negociación. El presidente asumió personalmente toda la responsabilidad ante un eventual fracaso: "La responsabilidad caerá sobre mis hombros, y nadie más". En tal caso, dijo, el Gobierno al menos tendrá la tranquilidad de que no cedió ante la violencia.
"La responsabilidad caerá sobre mis hombros, y de nadie más"
El presidente colombiano, José Manuel Santos
Santos tuvo palabras de reconocimiento especialmente para los militares que han combatido a la guerrilla durante casi 50 años y para las víctimas del conflicto armado. "Yo sé lo que es la guerra", dijo, aludiendo a su etapa como ministro de Defensa. Pero afirmó que "combatimos para alcanzar la paz" durante estos años.
En un momento de su intervención, el presidente de Colombia reconoció que las FARC han trabajado "con seriedad" en los meses previos a este acuerdo, y se mostró esperanzado en que aborden la siguiente fase de negociación "con la misma seriedad". Un acuerdo o documento preliminar divulgado la semana pasada precisa que las partes emprendieron los acercamientos el pasado 23 de febrero y que han previsto formalizar la instalación de la mesa de negociaciones en Oslo, el próximo 5 de octubre.
Según el mismo texto, la apertura formal del diálogo tendría lugar un mes después del "anuncio público" del acuerdo por parte de Santos, que gobierna desde agosto de 2010, con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en actividad desde 1964 y con unos 8.500 combatientes.
En su alocución de finales de agosto, el gobernante hizo mención del interés del Ejército de Liberación Nacional (ELN), segunda guerrilla del país, de unirse al proceso de paz, y le envió el mensaje de que también podía "ser parte de este esfuerzo por terminar el conflicto".
"La salida no es la guerra"
Varios representantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han ofrecido tras la declaración de Santos una rueda de prensa en La Habana. El jefe de la delegación, Mauricio Jaramillo, ha presentado un vídeo en el que el máximo jefe de la guerrilla, Timochenko o Timoleón Jiménez, alias de Rodrigo Londoño Echeverri, ha anunciado que suscribieron el 27 de agosto "el acuerdo general para la terminación del conflicto".
"Cuánta muerte y destrucción para finalmente concluir que la salida no es la guerra"
Timochenko, jefe de la guerrilla.
Pese al mensaje de bienvenida al diálogo, el máximo responsable de las FARC ha aprovechado para manifestar que siguen "asediados". "Pese a tales señales", ha afirmado Timochenko, "las FARC guardamos la aspiración de que el régimen no intenta cometer la misma trama del pasado".
"Haber llegado a La Habana es el triunfo del clamor nacional por la paz, de la protesta social, de los paros y huelgas contra el capital transnacional, de la multiplicación de múltiples sectores", ha continuado Timochenko, quien ha apuntado que la "llave" de la paz no reposa solo en el presidente Santos.
"Llegamos a la mesa de diálogo sin rencores ni arrogancias", ha señalado el jefe de la guerrilla en la parte final del discurso, en la que también a reconocido a los soldados del Ejército como "colombianos del pueblo". "Hemos jurado vencer y venceremos", ha concluido Timochenko su intervención.
Un Gobierno para la negociación
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, tomó juramento el lunes 3 a los nuevos ministros tras un cambio de Gabinete que se interpreta como hecho a la medida del proceso de paz. Este proceso "se debe iniciar en unas semanas", dijo Santos durante el acto."Tenemos por delante también el reto de acompañar al proceso que se debe iniciar en unas semanas para buscar la paz de este país, un proceso que, sin duda, va a ser difícil, pero que si nos proponemos sacarlo adelante, estoy seguro de que así será", dijo Santos durante una ceremonia en la que juraron sus cargos seis de sus ministros.
En el mismo acto añadió que esas conversaciones de paz requieren "del concurso de todos los miembros del Gabinete, de todos los miembros del Gobierno y de todos los colombianos".
Santos tomó juramento de sus cargos a los nuevos ministros del Interior, Fernando Carrillo; de Hacienda, Mauricio Cárdenas Santa María; Salud, Alejandro Gaviria; Minas, Federico Renjifo; Ambiente, Juan Gabriel Uribe, y Transporte, Cecilia Alvarez, en una ceremonia especial en la Casa de Nariño, sede del Ejecutivo.
Según el presidente colombiano, es el "equipo para jugar el segundo tiempo del partido, un segundo tiempo que está lleno de retos, lleno de desafíos, donde tenemos muchísimas metas por cumplir" como la de la reconciliación.
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Santos anuncia la apertura del diálogo tras fijar la hoja de ruta con las FARC
El presidente de Colombia confirma que comenzará la primera quincena de octubre en Oslo y que no habrá alto el fuego
Día 04/09/2012 - 20.43h
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, anunció este martes el inicio de un proceso de paz con la guerrilla de las FARC, tras confirmar que se alcanzó un acuerdo marco que «establece una hoja de ruta», concluidas las primeras «conversaciones exploratorias», informa Efe.
En un mensaje a la nación desde el Palacio de Nariño, el exministro de Defensa de Álvaro Uribe aseguró que «las negociaciones comenzarán la primera quincena de octubre en Noruega» y que luego proseguirán en Cuba, indica Afp.
También aseguró a los colombianos que no habrá alto el fuego y les pidió «paciencia y fortaleza», según Reuters.
Este acuerdo, según Santos, es resultado de unas conversaciones «discretas» que se han llevado a cabo «durante seis meses en La Habana, con el acompañamiento de Cuba y Noruega», en las que se acordaron «el propósito, la agenda y las reglas del juego» para lograr un acuerdo final.
Juan Manuel Santos, de 61 años y que se encuentra en la mitad de su mandato de cuatro años, ha reiterado que solo consideraría la posibilidad de negociar con las FARC si estuviera convencido de que la narcoguerrilla estaba dispuesta a negociar de buena fe.
Después de este diálogo, «tengo la convicción de que estamos ante una oportunidad real de terminar de forma definitiva el conflicto armado interno; se trata de un camino difícil, pero es un camino que debemos explorar», manifestó el presidente.
«Si las FARC abordan la siguiente fase con la misma seriedad, hay buenas perspectivas»
Mayor acceso a la tierra
Se trata de desarrollo rural y mayor acceso a la tierra; garantías del ejercicio de oposición política y participación ciudadana; fin del conflicto armado, que implica abandono de las armas y reinserción a la vida civil por parte de los guerrilleros; búsqueda de solución al problema del narcotráfico; y derechos de las víctimas.
El pasado 27 de agosto, la cadena venezolana Telesur informó de que el Gobierno de Colombia y las FARC firmaron ese día en Cuba un acuerdo para iniciar en octubre en Oslo un diálogo que conduzca a la paz de la nación sudamericana, después de medio siglo de conflicto armado
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