Tecnología
El avión hipersónico X-51A WaveRider se desintegra sobre el Pacífico
Fue lanzado con éxito, pero tuvo un fallo a los 16 segundos en una aleta de control de crucero
Día 15/08/2012 - 21.15h
El avión experimental no tripulado X-51A WaveRider, una aeronave hipersónica capaz de sobrevolar el Pacífico a 5.793 kilómetros por hora, no completó el vuelo de prueba al que lo sometió el martes el Departamento de Defensa de EE.UU. por el fallo en una aleta, informó a Efe una fuente del Pentágono.
El Waverider X-51A fue lanzado con éxito y se desprendió correctamente del bombardero B-52 al que estaba anclado, sin embargo tuvo un fallo a los 16 segundos en una aleta de control de crucero. Según informa Reuters, el avión se desintegró en el aire sobre el Océano pacífico.
«Es lamentable que un problema con este subsistema abortase rápidamente el vuelo antes de poder encender el motor 'scramjet' (encargado de alcanzar velocidades hipersónicas)», dijo Charlie Brink, gerente del Programa de Investigación del X-51A del laboratorio de la Fuerza Aérea estadounidense.
«Todos nuestros datos mostraron que había condiciones adecuadas para el encendido del motor y estábamos muy esperanzados en poder cumplir con los objetivos de la prueba», añadió. Este subsistema de control en particular había demostrado su fiabilidad en los dos últimos vuelos del X-51A, así como en el de mayo de 2010, cuando el WaveRider voló durante más de tres minutos a una velocidad «Mach 4,88», casi cinco veces la velocidad del sonido.
El Pentágono informó de que los funcionarios del programa comenzarán ya una evaluación rigurosa para conocer la causa exacta de todos los factores que provocaron el fallo. El X-51A WaveRider debería haber volado a velocidad hipersónica durante 300 segundos para sumergirse después en aguas del Pacífico, tras lo cual los ingenieros iban a analizar los datos registrado por la nave para desarrollar esta tecnología.
De haber sido una prueba exitosa, el avión se hubiera destruido igualmente durante la misma, haciendo imposible su recuperación. El vuelo de prueba X-51A ha sido el tercer experimento de un programa que comenzó en el año 2004.
El primer WaveRider, construido por Boeing, fue probado en mayo de 2010 a 3.500 kilómetros por hora durante 143 segundos, antes de que un fallo técnico pusiera fin a la prueba antes de tiempo; así como el segundo, de junio de 2011 y que también terminó antes de lo esperado aunque éste sí logró datos concretos.
La Fuerza Aérea tiene previsto desarrollar y utilizar tecnología hipersónica para trasladar misiles o aviones a cualquier parte del mundo en cuestión de minutos en vez de horas con el objetivo de no dejar tiempo de reacción al enemigo.
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Tecnología
Un avión supersónico para cruzar el Atlántico en una hora
EE UU prueba su nuevo «juguete» llamado X-51A con el objetivo de superar al Concorde
El sueño de un vuelo Londres-Nueva York en una hora podría estar más cerca, aunque de momento el transporte de pasajeros no sea viable. Al menos, éso es lo que se proponen Boeing, Pratt & Whitney, el Laboratorio de investigación de las Fuerzas Aéreas de EE UU y la Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados de Defensa en EE UU (DARPA) con la construcción de este avión hipersónico.
La forma de funcionar le da su nombre «Waverider», que traducido al español hace referencia a su capacidad para cabalgar «ride» sobre las ondas de presión «wave» que él mismo genera. Estas ondas a su vez reaccionan en el interior de la nave con el combustible, permitiendo un mejor aprovechamiento de la reserva y alcanzar una mayor velocidad.
El objetivo de los cuatro organismos implicados en su desarrollo es demostrar tanto la viabilidad de los vuelos supersónicos, –con velocidades, al menos, cinco veces superiores a la del sonido– como promocionar sus posibles aplicaciones. Por un lado, con la tecnología utilizada por el X-51A, los ejércitos lograrían alcanzar en minutos objetivos militares situados en las antípodas; y por otro, las empresas aeronáuticas podrían superar el récord nunca batido por el Concorde, que transportó durante 23 años a pasajeros desde Nueva York a París en 3 horas y media, a una velocidad Mach 2.
Bajo la supervisión del Pentágono, el pasado martes tuvo lugar el tercer vuelo de prueba del X-51A Waverider, que despegó de la base Edwards en el desierto de Mojave (California) y tenía por objetivo volar durante 300 segundos alcanzando una velocidad Mach 6 (seis veces la del sonido), nunca lograda hasta ahora.
El proyecto comenzó a funcionar en 2004 y ya había sido probado con anterioridad en 2010 y 2011, misiones que resultaron fallidas aunque sí generaron datos para el avance de la investigación. Esta vez los portavoces de la misión no han dado más información que la relativa al despegue, por lo que de momento no se conoce la suerte que ha corrido la aeronave en su tercer examen oficial.
La forma de funcionar le da su nombre «Waverider», que traducido al español hace referencia a su capacidad para cabalgar «ride» sobre las ondas de presión «wave» que él mismo genera. Estas ondas a su vez reaccionan en el interior de la nave con el combustible, permitiendo un mejor aprovechamiento de la reserva y alcanzar una mayor velocidad.
El objetivo de los cuatro organismos implicados en su desarrollo es demostrar tanto la viabilidad de los vuelos supersónicos, –con velocidades, al menos, cinco veces superiores a la del sonido– como promocionar sus posibles aplicaciones. Por un lado, con la tecnología utilizada por el X-51A, los ejércitos lograrían alcanzar en minutos objetivos militares situados en las antípodas; y por otro, las empresas aeronáuticas podrían superar el récord nunca batido por el Concorde, que transportó durante 23 años a pasajeros desde Nueva York a París en 3 horas y media, a una velocidad Mach 2.
Bajo la supervisión del Pentágono, el pasado martes tuvo lugar el tercer vuelo de prueba del X-51A Waverider, que despegó de la base Edwards en el desierto de Mojave (California) y tenía por objetivo volar durante 300 segundos alcanzando una velocidad Mach 6 (seis veces la del sonido), nunca lograda hasta ahora.
El proyecto comenzó a funcionar en 2004 y ya había sido probado con anterioridad en 2010 y 2011, misiones que resultaron fallidas aunque sí generaron datos para el avance de la investigación. Esta vez los portavoces de la misión no han dado más información que la relativa al despegue, por lo que de momento no se conoce la suerte que ha corrido la aeronave en su tercer examen oficial.
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