El Ejército de Malí acepta tropas extranjeras pero solo en el norte
Estados Unidos apuesta por soluciones no solo militares sino también políticas y humanitarias mientras las ONG alertan de que la crisis alimentaria en la zona se agrava
Día 16/08/2012 - 02.12h
Los grupos yihadistas que se han hecho con el poder en el norte de Malí afianzan sus posiciones como autoridad local mientras se sigue debatiendo en torno una posible intervención militar extranjera en la zona. Viendo las imágenes de los jeques que lideran esos grupos rebeldes aliados con Al Qaida del Magreb Islámico (AQMI) recibiendo en Kidal entre abrazos a los miembros del Gobierno de Burkina Faso, que dirige la negociación regional, no da la impresión de que vaya a haber un ataque de una fuerza multinacional a corto plazo.
El jefe del mando militar estadounidense en África (Africom) visitó este lunes Uagadugú, capital burkinesa, donde abogó por la vía política y humanitaria además de la militar. «Mi punto de vista es que no se trata únicamente de buscar una solución militar en el norte de Malí», dijo el general Carter Ham tras reunirse con el presidente del país, Blaise Compaoré, informa la agencia France Presse.
La Comunidad Económica de Estados del África Occidental (Cédéao, según sus siglas en francés) afirma tener lista una fuerza integrada por 3.300 hombres para tratar de atajar la rebelión de grupos yihadistas que tratan de imporner la «sharía» (ley islámica) e independentistas tuareg en las tres provincias del norte de Malí: Tombuctú, Gao y Kidal.
Aunque en un número mucho menor, el Ejército malí acepta la llegada de militares extranjeros para ayudarles en una misión en la que se han mostrado incapaces por ellos mismos desde los primeros levantamientos el pasado mes de enero. Eso sí, rechaza la presencia de esas tropas fuera de la zona en conflicto. «No hay debate sobre la persencia de tropas de la Cédéao en Bamako (la capital), pero pueden enviar algunas al norte. Podemos aceptar entre 600 y 800 militares de esa organización en apoyo a nuestros soldados», dijo el martes el jefe del Estado Mayor de Malí, Ibrahima Dahirou Dembele, informa Reuters.
Una parte de la población ha escapado del conflicto en los últimos meses. Los que se quedan sufren, además de las restricciones impuestas por los grupos armados, el agravamiento de la crisis alimentaria en la región del Sahel, como han denunciado esta semana ONGs como Médicos Sin Fronteras (MSF) y Acción Contra el Hambre (ACH).
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