miércoles, 29 de agosto de 2012

GAGOMILITARIA NOTICIAS.-25º ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE LEE MARVIN, EL MARINE MAS DURO DE HOLLYWOOD


25 años sin Lee Marvin, el marine que intimidó a Hollywood

Uno de los duros por excelencia de la historia del cine rodó con John Ford y Fritz Lang, y ganó un Oscar al mejor actor en 1966

Día 28/08/2012 - 19.53h


¿Se imaginan lo que hubiese dado Stallone por reclutar a Lee Marvin como el padrino de todos sus mercenarios? ¿Cuántos dedos de una mano para resucitar al mismísimo Liberty Valance, a Cat Ballou, a Charlie Storm, a Chino, al mayor Reisman o al hijo de perra de Vince Stone, que osó destrozar el rostro de Gloria Grahame con café hirviendo en «Los sobornados»? Marvin le puso cuarzo y veneno a todos y cada uno de ellos, fulminando con su mirada de metro noventa a cualquiera que se le cruzase en su camino, desde el mismísimo Bogart en «El motín de Caine», al buenazo de Jimmy Stewart en «El hombre que mató a Liberty Valance», pasando por el restante once titular de los «Doce del patíbulo», o incluso a Clint Eastwood en «La leyenda de la ciudad sin nombre», donde demostró que el western-rap también era lo suyo.

Madera de héroe

No es de extrañar que Marvin, de padre publicista y madre redactora de modas (caprichos de la genética) fuese para marine, aunque una herida de guerra en la batalla de Saipan, junio del 44, le hiciera reciclarse en fontanero y, de rebote, en actor. Los inicios no fueron gratos (en una de sus primeras películas, «Hong Kong», le tocó trabajar con Ronald Reagan) pero su imponente presencia empezó a llamar la atención de directores como Don Siegel, Edward Dmytryk o László Benedek, quien le subió a la moto de Marlon Brando en «Salvaje» (1953).
Los 60 fueron sus mejores años, con títulos de estraza y seda como «Los comancheros», «La taberna del irlandés», «Código del hampa», «Los profesionales», «A quemarropa», «Infierno en el Pacífico»... donde maestros como Aldrich, Brooks, Curtiz o Ford ya confiaban el protagonismo absoluto a un especialista en personajes duros y hasta odiosos pero que, en la vida real, apoyó públicamente los derechos de los gays en la revista «Playboy» (curiosa paradoja), y que obtuvo su único Oscar (imponiéndose a Laurence Olivier nada menos) en una comedia de disparos al aire y visión doble como «La ingenua explosiva» (1965).

Mordiendo a «Tiburón»

En el tramo final de su carrera la puntería se le desvió en ocasiones (rechazó protagonizar el «Tiburón» de Spielberg quizá porque sabía que podría zamparse al bicho de un bocado), pero siguió dando muestras de su talento en películas que encienden cerillas en la barba como «Los indeseables» (junto a Paul Newman), «El emperador del norte» (al lado de Ernest Borgnine), «Uno Rojo, división de choque» (nuevamente Sam Fuller) y, en 1986, «Delta Force», al lado del «mercenario» Chuck Norris.
Fue su último trabajo, ya que el 29 de agosto de 1987 fallecía inesperadamente de un infarto, agravado por un tabaquismo crónico. Tenía solo 63 años. En su lápida en el cementerio militar de Arlington County, Virginia, puede leerse: «Lee Marvin. Soldado de Primera del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos. Segunda Guerra Mundial». Y punto.



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