“La seguridad del mundo depende de las acciones que tomemos”, aseguró este martes el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, durante su discurso en la Cumbre de Seguridad Nuclear de Seúl, que entra en su segundo y último día. Con la presencia de 53 países, sus objetivos son impedir otro accidente como el de la central japonesa de Fukushima y evitar que grupos terroristas se hagan con armas atómicas. Una iniciativa liderada por Obama, quien en 2009 pronunció en Praga su histórico discurso sobre la reducción del arsenal nuclear mundial y hace dos años impulsó la primera reunión de este foro en Washington.
Allí se marcó la meta de asegurar o destruir en 2014 todas las reservas mundiales de uranio enriquecido, que ascienden a 1.600 toneladas, y plutonio, que suman 500 toneladas. En total, con ellas se podrían fabricar 100.000 armas nucleares, que se añadirían a las más de 20.000 que, oficialmente, ya poseen Rusia (11.000), EE.UU. (8.500), Francia (300), Reino Unido (225), China (240), Pakistán (90-110), India (80-100) e Israel (60).
“Estamos cumpliendo los compromisos de Washington y la mayor parte de los materiales nucleares del mundo no acabarán en manos de terroristas, pero la amenaza permanece porque algunos de esos componentes son todavía vulnerables en demasiados lugares”, advirtió Obama, quien recordó que “basta un puñado de plutonio o uranio para matar a cientos de miles de personas inocentes”.
Según el Panel Internacional de Materiales de Fisión, un instituto de investigación de Princeton, un terrorista solo necesita 25 kilos de uranio enriquecido u ocho de plutonio para fabricar una “bomba sucia”.
“Los terroristas no tienen compasión y no dudarán un momento en acabar con vidas inocentes para conseguir sus objetivos. En esta era no hay ningún lugar libre del terrorismo nuclear y todos compartimos el mismo destino”, abogó por la unidad el presidente de Corea del Sur y anfitrión de la cumbre, Lee Myung-bak.
Por su parte, el presidente de China, Hu Jintao, prometió estrechar su colaboración con el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) porque, a pesar de los progresos logrados desde 2010, la situación “sigue siendo grave”.
Además de reducir el arsenal atómico mundial y proteger mejor las centrales nucleares, la cumbre quiere controlar los materiales radiactivos que se utilizan en hospitales y otros centros civiles, que pueden combinarse con explosivos en lo que se denomina “bombas sucias”. En este sentido, Francia, Bélgica y Holanda, tres de los principales suministradores de isótopos con fines médicos, han acordado eliminar el uso de uranio enriquecido en el proceso de producción.
La cumbre, sin embargo, ha sido eclipsada por la intención de Corea del Norte de lanzar a mediados de abril un supuesto satélite espacial que, en realidad, podría ser la prueba encubierta de un misil de largo alcance con capacidad para golpear las costas de Alaska o de la costa oeste americana con una ojiva nuclear. Un asunto que Obama ha abordado con los presidentes de Rusia, Dmitry Medvedev, y China, Hu Jintao, a quienes ha pedido que ejerzan su influencia sobre el régimen estalinista de Pyongyang para detener dicho lanzamiento, que viola la Resolución 1874 de la ONU.
“Aunque la excusa es poner en órbita un satélite espacial para conmemorar el 100 aniversario del nacimiento de Kim Il-sung, fundador de Corea del Norte, se trata de una exhibición de fuerza de su nieto y nuevo caudillo, Kim Jong-un, porque su poder no está todavía muy consolidado tres meses después de suceder a su difunto padre, Kim Jong-il”, analizó para ABC el profesor Shin Chang-hoon, experto del Instituto Asan de Estudios Políticos.
La amenaza de la «bomba sucia»
Pablo M. díezenv.esp. en seúl
- Desde 1993 hasta 2011, el Organismo Internacional de la Energía Atómica ha detectado 2.164 casos de pérdida, robo o desaparición de materiales nucleares que podrían ser empleados para fabricar una “bomba sucia”.
- Este descontrol es especialmente grave en los antiguos territorios de la extinta Unión Soviética, que al final de la Guerra Fría disponía de 22.000 bombas atómicas repartidas por Rusia, Armenia, Bielorrusia, Kazajstán y Ucrania.
- Tras el desplome de la URSS, algunos casos demuestran el caos en que se sumió su arsenal nuclear, como el cierre de un mercado negro de uranio 235 en Moldavia en junio del año pasado o la detención de un contrabandista ruso en Georgia que quería vender 80 gramos de uranio enriquecido por un millón de dólares en 2006. Pero ni Moldavia ni el Líbano, dos lugares de tránsito habituales para las mafias que trafican con armas, están presentes en Seúl.
- Según el Panel Internacional de Materiales de Fisión, un instituto de investigación de Princeton, un terrorista solo necesita 25 kilos de uranio enriquecido u ocho de plutonio para fabricar una “bomba sucia”, y hay al menos dos millones de kilos de ambos componentes procedentes de armas atómicas y centrales nucleares. Con ellos se podrían fabricar 100.000 bombas atómicas que se sumarían a las más de 20.000 ya existentes.
- Desde la I Cumbre de Seguridad Nuclear en Washington hace dos años, EE.UU. y Rusia han eliminado 37 toneladas de plutonio, con las que se podrían fabricar 17.000 bombas atómicas. Además, Kazajstán ha protegido 13 toneladas de uranio enriquecido y Ucrania ha sacado el uranio enriquecido de su país.
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Obama insta en la Cumbre de Seúl a Medvedev a acelerar la reducción de los arsenales nucleares
«Tenemos más armas de las que necesitamos»
27 Marzo 12 - - Ángel Villarino / Corresponsal en Asia
«Tenemos más armas nucleares de las que necesitamos». Barack Obama revisó ayer la oratoria antinuclear de aquel famoso discurso pronunciado en Praga en 2009, cuando generó enormes expectativas abogando enérgicamente por erradicar la bomba atómica. Esta vez tampoco le puso fecha a la culminación de su «sueño», ni concretó una hoja de ruta, pero la mención fue suficiente para marcar la jornada de apertura de la II Cumbre de Seguridad Nuclear, que se celebra esta semana en Seúl y en la que participan líderes de más de cincuenta países.
El presidente de Estados Unidos prometió que abordará de nuevo el tema del desarme con los dirigentes rusos, responsables del otro gran arsenal. «Seguiremos buscando conversaciones con Rusia sobre un paso que nuncahemos dado antes: reducir no sólo las cabezas nucleares estratégicas,sino también las armas tácticas y las cabezas de reserva», manifestóObama. «Podremos mantener nuestro poder de disuasión y a la vez realizar mayores reducciones», continuó, insistiendo en que EE UU no perderá poder por ello, al contrario de lo que denuncia la oposición republicana en Washington.
En todo caso, no se espera que se avance demasiado al respecto en los próximos días. Entre otras cosas porque el hombre fuerte de Moscú, Vladimir Putin, no acudirá a Seúl, sino que lo hará el presidente saliente, Dmitri Medvedev, con quien Obama firmó en abril de 2010 el nuevo Tratado START sobre reducción del armamento nuclear, un pacto que el Congreso ratificó en diciembre de ese año, pero cuya puesta en marcha ha estado lastrada por polémicas como el escudo de defensa antimisiles que el Pentágono quiere colocar sobre Europa. El primerapretón de manos con Putin previsto por la agenda de la Casa Blanca tendrá lugar en mayo, durante la cumbre del G-8 que tendrá lugar en Camp David, en la residencia de descanso presidencial.
Al margen de si avanza o no el desarme, la Cumbre de Seúl afrontará alo largo de hoy y mañana otras cuestiones ligadas a la seguridadnuclear, desde el riesgo al «terrorismo atómico» hasta el futuro de la energía de fisión tras el accidente de Fukushima. También estarán en el punto de mira los dos países sospechosos de estar buscando labomba: Irán y Corea del Norte. Y es que, aunque el tema de laproliferación no está en agenda y no se abordará directamente en las sesiones oficiales, se espera que se abra el diálogo durante losencuentros bilaterales.
El propio Obama, que lleva ya dos días en Seúl, no ha dejado de hablar de ello. Lo hizo el domingo, lanzando una nueva advertencia a Corea del Norte. Y lo volvió a hacer ayer, en referencia no sólo al régimen comunista de Pyongyang, sino también a Irán. Sobre el país de los ayatolás, el presidente estadounidense dijo que todavía hay algo de margen para la diplomacia, pero al mismo tiempo advirtió de que «el tiempo se agota». «Los líderes iraníes», agregó, «deben actuar con la seriedad y sentido de urgencia que el momento requiere. Deben cumplirsus obligaciones». Desde Teherán se continúa asegurando que elprograma nuclear es para uso civil y no militar, algo que Obamadescartó, calificando de «negación, engaño y decepción» la postura iraní.
El aislamiento de PyongyangA Corea del Norte le llegó el turno después, con un mensaje directo: «A estas alturas os debería haber quedado claro que vuestras provocaciones y la búsqueda de armas nucleares no están logrando la seguridad que buscáis, sino que la están minando. En lugar de la dignidad que deseáis, os estáis encontrando cada vez más aislados». Después, durante la reunión a puerta cerrada que mantuvieron Obama y el presidente chino, Hu Jintao, Pekín, el único aliado de la dinastía Kim, se habría comprometido a esforzarse para disuadir a Pyongyang, aunque en unos términos confusos considerados por muchos analistas como pura retórica. El régimen norcoreano podría estar camuflando, bajo el pretexto de lanzar un satélite, un nuevo ensayo balístico de largo alcance que se llevaría a cabo el 15 de abril. Todo a pesar de los compromisos firmados en febrero a cambio de ayuda humanitaria.
El presidente confía en su reelecciónLos micrófonos de las cámaras que cubrían el encuentro entre Obama y Medvedev en Seúl recogieron un comentario inusualmente sincero del presidente norteamericano. «Tras mi reelección tendré más flexibilidad», dijo Barack Obama al presidente ruso en funciones que le responde que transmitiré «ese mensaje» a Vladimir Putin. No es habitual escuchar a un político expresarse con tanta franqueza sobre su convicción de que será reelegido. Un exceso de confianza puede llevar a muchos electores a no votar.
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