lunes, 5 de marzo de 2012

GAGOMILITARIA NOTICIAS.-BARACK OBAMA TRANQUILIZA A ISRAEL "NO HABRÁ UN IRÁN CON ARMAS NUCLEARES" Y AMENZA A IRÁN "Y NO VOY DE FAROL"


Barack Obama garantiza a Israel que no habrá un Irán con armas nucleares

Netanyahu visitará hoy la Casa Blanca para buscar un compromiso más explícito de EE.UU. frente a Teherán

Día 05/03/2012

Barack Obama garantiza a Israel que no habrá un Irán con armas nucleares
EFE

Barack Obama trazó ayer con más claridad su línea roja en la crisis iraní. «Los líderes de Irán deberían saber que no tengo una política de contención; tengo una política de prevención de que Irán no obtenga armas nucleares», afirmó ante los 14.000 asistentes en Washington a la cumbre del mayor lobby proisraelí de EE.UU.

Obama, que hoy mantendrá en la Casa Blanca una decisiva entrevista con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, destapó más la carta de un ataque militar de EE.UU. para impedir que Irán tenga armamento nuclear, pero precisó que «la diplomacia tiene aún una oportunidad».
Frente a quienes comienzan a postular que en el fondo bastaría con que EE.UU. aplicara una política de contención frente a un Irán nuclear, como la que protegió a Europa frente a la URSS, Obama aclaró que ese escenario no se contempla. «Ningún gobierno israelí puede tolerar un arma nuclear en manos de un régimen que niega el Holocausto», dijo. Para evitar que Irán adquiera armas nucleares», Obama se declaró dispuesto a utilizar «todos los elementos del poder (militar) norteamericano».

Pero, al mismo tiempo, precisó que los datos que tienen EE.UU. e Israel indican que Irán aún no dispone de un arma nuclear, por lo que «la comunidad internacional tiene la responsabilidad de usar el tiempo y espacio del que disponemos». En ese sentido, emplazó a ver los resultados de las sanciones contra Teherán, que este verano estarán en pleno vigor.

Obama fija así los términos en que discurrirá la entrevista que mantendrá hoy con el primer ministro israelí. Aunque Netanyahu busca compromisos más explícitos de Obama, muy probablemente ambas partes mantendrán la ambigüedad sobre sus últimas cartas. El presidente estadounidense pedirá a Israel que se abstenga de un ataque unilateral contra Irán en los próximos meses, pero sin ofrecer a cambio, según indican diversos expertos, la promesa formal de que EE.UU. atacará ese país más adelante. Tampoco Netanyahu se atará las manos comprometiéndose a no actuar o a avisar a Washington antes de un eventual ataque israelí.

A pesar de la escasa química en la relación entre ambos mandatarios, «la cooperación militar y de inteligencia nunca ha sido tan estrecha», apuntó ayer Obama ante el American Israel Public Affairs Committee. En ese foro, que ve con cierta desconfianza a Obama, el presidente pidió que se dé crédito a sus palabras porque vienen avaladas por los hechos. «He estado siempre al lado de Israel», dijo, destacando el rechazo al reconocimiento de Palestina como Estado de pleno derecho en la ONU. La principal diferencia entre EE.UU. e Israel radica en donde se trazan las líneas rojas frente a Irán. Para Jerusalén basta con que Teherán esté enriqueciendo uranio más allá de los niveles propios de un uso civil, como ha apuntado la Agencia Internacional de la Energía Atómica, para proceder a un ataque contra esas instalaciones, con la urgencia de que algunas de ellas se están completando en lugares de difícil bombardeo. 

Para EE.UU. el momento del ataque sería cuando haya pruebas de que Irán ha decidido comenzar a aplicar el uranio enriquecido a un programa de construcción de armas nucleares. La Casa Blanca teme que Israel esté tentado a ejecutar unilateralmente un ataque en otoño, en plena campaña electoral presidencial estadounidense, cuando Obama no tendría más remedio que alinearse claramente con Israel.

Obama advierte de que no dudará en recurrir a la fuerza contra Irán

El presidente de EE.UU. opta por la vía diplomática, pero avisa de que no es admisible un Irán con armamento nuclear

Día 05/03/2012 - 08.54h
Obama advierte de que no dudará en recurrir a la fuerza contra Irán
AFP
Manifestación contra una intervención militar en Irán celebrada en Washington

El presidente de EE.UU., Barack Obama, ha asegurado este domingo que espera que las tensiones con Irán por su programa nuclear se resuelvan por la vía diplomática, tras el endurecimiento de las sanciones, pero advirtió que no descarta "usar la fuerza".

"Todos preferimos resolver este asunto diplomáticamente", ha dicho en la conferencia anual del Comité de Acción Política Americano-Israelí (AIPAC), el principal grupo de presión judío en EEUU, pero "no dudaré en usar la fuerza cuando sea necesario para defender a Estados Unidos y sus intereses".
Obama ha señalado que ni para la seguridad de Israel ni para la de Estados Unidos es admisible un Irán con armamento nuclear y "el mundo entero tiene interés en prevenirlo", ya que existe el riesgo de que un arma nuclear iraní "acabe en manos de organizaciones terroristas".

"Los líderes de Irán deben saber que no tengo una política de contención, tengo una política para prevenir que Irán obtenga un arma nuclear", ha sostenido. "He dicho que cuando se trata de impedir que Irán obtenga un arma nuclear, no voy a quitar ninguna opción de la mesa, y cuando lo digo, lo digo en serio", ha añadido.

No obstante, ha dicho que tanto Estados Unidos como Israel saben que Irán aún no tiene un arma nuclear y ha recalcado que Teherán aún puede optar por la diplomacia para resolver la crisis. "Creo firmemente que existe la oportunidad para la diplomacia, respaldada por la presión", ha reafirmado y ha abogado por que la comunidad internacional continúe coordinando más acciones diplomáticas para persuadir a Irán de que se incorpore a la comunidad de naciones en vez de continuar con una política aislacionista.

Sanciones financieras

El pasado 23 de enero, la UE aprobó una prohibición de compra de petróleo a Irán a partir del próximo 1 de julio y nuevas sanciones financieras que prácticamente imposibilitarán las transferencias bancarias de los Veintisiete a Irán y viceversa, si no suspende su programa nuclear.

En referencia a las especulaciones de que Israel podría lanzar una ofensiva preventiva contra Irán, Obama ha sostenido que estar hablando tanto de guerra es imprudente y "sólo ha beneficiado al Gobierno iraní, al elevar el precio del petróleo, del que dependen para financiar su programa nuclear".

En aras de la seguridad de Israel, la seguridad de Estados Unidos, y de la paz y la seguridad del mundo, "ahora no es el momento de bravuconadas, sino de continuar presionando (a Irán) y mantener la amplia coalición internacional que hemos construido", ha recalcado.  

Fuente Diario "ABC"

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Obama pide más tiempo para evitar la guerra con Irán

El presidente afirma que cree "firmemente que la diplomacia y la presión aún pueden tener éxito"


Obama, durante su discurso ante el 'lobby' proisraelí AIPAC. / PETE MAROVICH (EFE)

Barack Obama sostuvo este domingo que aún estamos a tiempo de evitar una guerra con Irán, aunque aseguró que está dispuesto a hacerla si el régimen islámico mantiene el propósito de fabricar armas nucleares. En un discurso ante el principal lobby israelí en Washington, el presidente de Estados Unidos defendió la necesidad de agotar la vía de la diplomacia antes de emprender acciones militares, y advirtió que, tanto su Gobierno como el de Israel, tienen la responsabilidad de consumir la oportunidad que aún queda de que Irán “tome la decisión correcta”.
“Creo firmemente que sigue existiendo la posibilidad de que la diplomacia, respaldada por la presión, tenga éxito”, declaró Obama ante el Comité Americano Israelí de Asuntos Públicos (AIPAC). De acuerdo a su diagnóstico, “Irán está más aislado que nunca, su liderazgo está más dividido”, la comunidad internacional está unida en contra de su programa nuclear, las sanciones económicas con las que varios países le castigan están funcionando y no se puede descartar, por tanto, que el régimen acabe renunciando a la construcción de una bomba atómica.

Esa sería la mejor solución a la amenaza que, según Obama, representa para la seguridad de Israel, de EE UU y de todo el mundo el hecho de que Irán llegue a poseer armas nucleares. “Todos preferimos resolver este asunto diplomáticamente”, afirmó. “Dicho eso”, añadió, “los líderes de Irán no deben de tener ninguna duda sobre la resolución de EE UU, así como no deben de tener ninguna duda sobre el derecho soberano de Israel a tomar sus propias decisiones respecto a sus necesidades en materia de seguridad”.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, que este lunes se reunirá con Obama en la Casa Blanca, no comparte el cálculo del presidente norteamericano sobre el margen de tiempo del que se dispone para frenar la nuclearización de Irán, y ha dejado claro su deseo de bombardear las instalaciones iraníes cuanto antes, en los próximos pocos meses.

Parte del objetivo de la entrevista de este lunes es el de convencer a Obama de esa urgencia y obtener luz verde de la Casa Blanca para una acción militar en solitario o de forma conjunta. Por lo escuchado el domingo en la reunión del AIPAC, la divergencia entre Obama y Netanyahu sobre este asunto se mantiene. El presidente norteamericano no está dispuesto todavía a una guerra que podría transformar por completo la campaña electoral en marcha en EE UU y establecer un perfil absolutamente diferente de su gestión.
Lo máximo que Obama parece dispuesto a conceder es la garantía de que estará al lado de Israel si decide atacar y de que utilizará los recursos militares de EE UU una vez que llegue a la conclusión de que todos los esfuerzos diplomáticos están agotados.

“He dicho que, en lo que respecta a evitar que Irán obtenga armas nucleares”, manifestó en su discurso, “no voy a descartar ninguna opción, y lo digo en serio. Eso incluye todos los elementos del poder norteamericano: un esfuerzo político para aislar a Irán, un esfuerzo diplomático para formar una coalición y asegurarnos que el programa iraní está bajo vigilancia, y, sí, un esfuerzo militar para estar preparados para cualquier contingencia”.

Es la primera vez que Obama se refería expresamente a los esfuerzos militares, y lo ha hecho después de muchos meses en los que el régimen iraní ha rechazado todos los intentos de negociación presentados por la comunidad internacional y, sobre todo, después de una creciente presión del Gobierno de Israel y sus aliados en Washington para que Obama enseñe la estaca. Finalmente, accedió. No pronunció el discurso belicista que parte de la audiencia hubiera deseado. Aseguró que, como comandante en jefe, siente “una clara preferencia por la paz sobre la guerra”. Pero, citando a Teddy Roosevelt, resumió su política hacia Irán en una frase: “Hablemos suavemente y llevemos un gran palo”.

Esta conferencia del AIPAC es la culminación de esa presión. Cada año, estas reuniones son una oportunidad de medir la influencia del lobby proisraelí en este país. En esta ocasión, además de Obama y del propio Netanyahu, intervendrán, entre otros, el jefe del Pentágono, Leon Panetta, los líderes de ambos partidos en las dos Cámaras del Congreso y los cuatro candidatos republicanos a la presidencia.
El AIPAC es el termómetro que medía la voluntad de Obama de ir a la guerra, así como su grado de amistad con Israel. Obama ha sido un presidente visto bajo sospecha desde un principio por los más partidarios del actual Gobierno israelí. Sus constantes conflictos con Netanyahu a propósito de las conversaciones de paz con los palestinos no han hecho más que alimentar esas sospechas.

El presidente norteamericano insistió este domingo, ante el silencio de quienes le escuchaban, en que la paz con los palestinos sobre la base de dos Estados independientes era la mejor solución para garantizar a largo plazo la seguridad de Israel. “No voy a pedir disculpas por apostar por la paz”, insistió Obama, quien afirmó que, pese a las críticas que ha recibido, durante sus tres años de presidencia ha estado “siempre y en cada momento al lado de Israel”.

En su reunión, este lunes, con Netanyahu intentará escenificar alguna forma de reconciliación. A ocho meses de las elecciones, es muy mal negocio en EE UU aparecer en los medios de comunicación en enemistad o en desacuerdo con el primer ministro de Israel. Pero esa reconciliación dependerá también de la actitud con la que entre al Despacho Oval Netanyahu, un hombre de firmes propósitos y escasa cintura. Si su voluntad es la de conseguirlo todo con respecto a Irán, no es fácil que Obama pueda darle satisfacción.


No voy de farol”, advierte Obama a Irán

EE UU usará todos los medios para que Teherán no tenga la bomba atómica

Washington


Respondiendo a las dudas de Israel sobre su firmeza respecto a Irán, Barack Obama ha advertido que no va de farol cuando advierte que está dispuesto a utilizar todos los medios necesarios para impedir que el régimen islámico tenga la bomba atómica.
“Creo que el Gobierno israelí sabe que, como presidente de Estados Unidos, yo no voy de farol”, afirma Obama en una entrevista aparecida este viernes en la página web de la revista The Atlantic. “Yo no me dedico a hacer ruido publicitando cuáles son exactamente mis intenciones, pero creo que tanto el Gobierno iraní como el israelí saben que, cuando Estados Unidos dice que es inaceptable que Irán tenga armas nucleares, quiere decir exactamente eso”.

La Administración norteamericana ha declarado en varias ocasiones que está considerando “todas las opciones” para impedir que el programa nuclear iraní evolucione hacia la construcción de una bomba. Pero siempre ha añadido que, por el momento, se apuesta por las soluciones diplomáticas, y nunca ha precisado si está dispuesta a lanzar un ataque militar.

Esa indefinición ha creado gran angustia en el Gobierno israelí, que cree que la transformación de Irán en una potencia nuclear está a punto de entrar en una fase irreversible y apuesta por emprender acciones militares en los próximos meses. Israel ha utilizado todos los recursos posibles para conseguir que EE UU comparta esa visión y respalde el recurso a la guerra. Esa presión se está haciendo más ostensible en vísperas de la entrevista que Obama y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, sostendrán el lunes en la Casa Blanca.

Esta semana un grupo bipartidista de senadores particularmente fieles a la amistad con Israel, encabezados por Joe Lieberman, presentó en el Congreso un proyecto de resolución que da de antemano vía libre a que Obama ordene el bombardeo de Irán, si lo considera necesario. Numerosos artículos y entrevistas aluden estos días al peligro inminente que Irán representa y a los beneficios que se obtendrían de un bombardeo de sus instalaciones nucleares.

Obama, que ha tratado de aplacar hasta ahora la impaciencia israelí, está invitado el domingo a hablar ante la conferencia anual de la AIPAC (Comité Americano Israelí de Asuntos Públicos, en sus siglas en inglés), el principal lobby israelí en Washington. Se espera que el presidente insista en que las sanciones económicas contra Irán están surtiendo efecto y que es necesario seguir confiando en esa vía. Pero es probable también que haga algo más explícita la amenaza militar en el caso de que las sanciones se acaben mostrando infructuosas.

Hasta ahora, todos los esfuerzos de EE UU han ido dirigidos a evitar que Israel lance un ataque por su cuenta. Los principales responsables norteamericanos de seguridad, desde el jefe del Pentágono, Leon Panetta, hasta el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Thomas Donilon, han pasado por Jerusalén en las últimas semanas con el mensaje de que un bombardeo en estos momentos representaría una gran amenaza para el propio Israel y, posiblemente, no conseguiría el objetivo de paralizar por mucho tiempo el programa nuclear iraní.

Ninguna de esas visitas parece haber modificado el criterio de Netanyahu de que el régimen iraní solo renunciará a construir una bomba atómica ante la certeza de que sufriría serias represalias militares. Es probable que en los próximos días Obama eleve el tono en esa dirección, para que lo oigan tanto en Teherán como en Jerusalén.

Es difícil anticipar dónde acabará este pulso. Obama y Netanyahu, que han tenido múltiples desacuerdos desde que ambos están al frente de sus países, intentarán en su próxima entrevista dar una imagen de cooperación respecto a Irán, pero no es fácil que las visiones contrapuestas de ambos se resuelvan en una entrevista.

Obama y Netanyahu tienen cálculos diferentes sobre el estado actual del programa nuclear iraní y distintos intereses políticos a corto plazo. Para Obama es muy arriesgada una operación militar de esa envergadura a ocho meses de las elecciones. Para Netanyahu, esos ocho meses son, precisamente, el tiempo en que Obama será más vulnerable a sus presiones.

Fuente Diario "EL PAÍS"

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