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La situación de 'estancamiento' en Libia beneficia a la permanencia de Gadafi
* No culpa a la OTAN de la 'fase de estancamiento' que vive la misión en Libia
* En su opinión, las posibilidades de que los rebeldes expulsen a Gadafi es baja
* 'La capacidad del régimen para atacar civiles, está degradada', afirma
La situación en Libia evoluciona hacia un "punto muerto" que permitiría la permanencia en el poder de Muamar el Gadafi por un tiempo ilimitado. Es la opinión del jefe de las operaciones militares de EEUU en África, el general Carter Ham.
Ham, que lideró las fases iniciales de la misión aliada en Libia, compareció ante el Comité de Servicios Armados del Senado de EEUU, donde respondió a las preguntas del republicano John McCain, entre otros.
El general consideró que la operación militar se encuentra ahora estancada y que es probable que se mantenga así bajo el control de las fuerzas de la OTAN, aunque no culpó al organismo de haber empeorado la situación.
En cuanto a Gadafi, Ham opinó que la posibilidad de que los rebeldes logren expulsarle próximamente del poder es "baja".
Liderazgo de la misión
Pese a que el interés de Estados Unidos es "que deje de estar en el poder", forzar su retirada, como piden algunos líderes republicanos, "no es parte de la misión militar estadounidense", añadió el general.
Una vez materializado el traspaso a las fuerzas de la OTAN el pasado 31 de marzo, la tarea oficial de las tropas estadounidenses se limita a controlar el embargo de armas y la zona de exclusión aérea, además de garantizar la seguridad de los civiles.
En ese contexto, Ham lamentó que la misión no haya logrado proteger a los civiles del pueblo de Misrata, a 200 kilómetros al este de Trípoli, que ha sido objeto de constantes bombardeos de las fuerzas de Gadafi.
"La capacidad del régimen para atacar a los civiles está significativamente degradada, con la excepción de Misrata. Y ese es un reto importante, y una situación por la que me sentiré francamente responsable mientras viva", dijo Ham.
En Libia, parte de la población de la zona oriental del país critica que desde que la OTAN dirige las operaciones, en detrimento de EEUU y Francia, se han reducido considerablemente los ataques aéreos aliados, lo que ha permitido a los gadafistas avanzar hacia el este.
La artillería pesada de Gadafi bombardeó hoy varias zonas en la estratégica ciudad de Ajdabiya, al tiempo que sus aviones atacaron posiciones rebeldes en la carretera que la une con Brega y mataron al menos a cinco combatientes insurgentes.
Fuente Diario "EL MUNDO"
El 'fuego amigo' de la OTAN golpea otra vez a los alzados
Los rebeldes culpan a la Alianza de la muerte de cuatro milicianos en un ataque que pone en entredicho su eficacia
El despliegue del enorme poder de disuasión militar de la OTAN no basta para que Muamar el Gadafi dé su brazo a torcer. Y empleado con sumo comedimiento, el efecto es el opuesto. Sus tropas ganan terreno en los desérticos parajes a 200 kilómetros de Bengasi, han atacado el principal yacimiento petrolífero de Libia, y su táctica en el campo de batalla está generando confusión extrema. De momento, sale ganador. Nadie duda de su habilidad para explotar las circunstancias cambiantes, sobre todo en el bando de los sublevados, entregado al caos. Al menos cuatro rebeldes perecieron y otras 14 resultaron heridos ayer tras un ataque aéreo que estuvo rodeado de confusión a lo largo de la jornada. Los rebeldes aseguraron primero que se trataba de fuego de cazas de la OTAN, y por la tarde, el portavoz militar de los insurgentes afirmó que pequeños aviones de Gadafi transportados a Brega habían ejecutado el bombardeo, a pesar de la vigencia de la zona de exclusión aérea establecida tras la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Esta noche, el jefe del Estado Mayor rebelde, confirmó el número de cuatro víctimas habló de seis desaparecidos y adjudicó el ataque a la Alianza. "Entendemos que ha sido un error de la OTAN, fuego amigo", declaró Abdelfatah Yunes.
"No estamos cuestionando la intención de la OTAN, porque deberían estar aquí para ayudarnos a nosotros y a los civiles", dijo el jefe rebelde. "Esto es una guerra, y durante las guerras ocurren errores, y aquellos que sean responsables de los errores deberían admitirlos y solucionarlos", añadido Yunes. Por su parte la OTAN ha anunciado a través de un comunicado desde su base de operaciones en Nápoles (Italia) que "está estudiando los detalles específicos de ese supuesto ataque contra una columna de tanques fuera de Brega ". Además, recuerda en la nota que "los combates han sido feroces durante varios días". "La situación no es clara y armas mecanizadas viajan en todas direcciones", ha explicado la OTAN, que ha subrayado que continuará cumpliendo con el mandato de las Naciones Unidas y atacando fuerzas que "potencialmente puedan causar daños a la población civil de Libia".
En plena refriega entre los dirigentes políticos de la revuelta y la OTAN, a la que acusan de excesiva tibieza mientras el organismo se defiende diciendo que sus ataques no han disminuido, de nuevo ayer, cerca de donde el sábado pasado perecieron 15 personas por fuego amigo, cerca de las instalaciones petroleras de Brega, los pilotos de la Alianza erraron el tiro y mataron a cuatro insurrectos, o fracasaron a la hora de hacer cumplir la prohibición de volar a los aviadores a las órdenes del tirano. Siguiendo con la confusión de la jornada, la televisión Al Arabiya llegó a hablar de 50 rebeldes muertos y la cadena BBC informaba de 13 víctimas mortales. Sea como fuere, no faltan rebeldes que acusan a la OTAN de apoyar a Gadafi.
Los bengasíes, mientras, comienzan a organizarse en su capital. Pelotones de voluntarios limpian algunas avenidas -en otras, los desperdicios inundan aceras-, algunos policías de uniforme azul comienzan a trabajar, los hombres apenas disparan ya al aire a su antojo. Incluso muchos se alegran porque la telefonía móvil local es gratuita, y no se paga por la gasolina en gran parte de Cirenaica. Pero les embarga la inquietud. Están convencidos de que el déspota que les ha gobernado y humillado casi 42 años caerá finalmente. Pero ya nadie dice lo que auguraban en los primeros días de la revuelta, a finales de febrero, cuando muchos garantizaban que al coronel le quedaban días. "Un punto muerto emerge en la guerra de Libia", comentó en el Senado de EE UU el general Carter Ham, encargado de las operaciones militares antes de traspasar, el 31 de marzo, el mando a la OTAN.
El clamor es unánime. El Consejo Nacional -Gobierno de los alzados contra el dictador-, los directivos de la compañía petrolera Agoco, la principal del país, y los libios de Cirenaica quieren muchos más bombardeos de la OTAN. O, cuando menos, urgentes suministros de armamento. "No debemos armarles mientras no sepamos mejor quiénes son [los rebeldes y sus dirigentes]", añadió Ham. Solo cuando se han aproximado a las ciudades de Ajdabiya o Bengasi los aviones aliados se han mostrado contundentes con los tanques de Gadafi. No es el caso desde hace un par de semanas.
Mientras, sus soldados, infinitamente mejor armados y entrenados, asedian Zintan y Misrata, en el oeste. Gadafi resiste. Sabedor de la cautela de la coalición internacional, sus militares y francotiradores continúan perpetrando atrocidades. Vecinos de Misrata -200 kilómetros al oeste de Trípoli, y la única población del occidente libio que no se ha rendido a las tropas del dictador- aseguraban ayer lo que otros residentes heridos destacaban el domingo cuando hicieron escala en Bengasi rumbo a Turquía.
Los militares libios disparan cohetes contra las viviendas de los suburbios, forzando a sus moradores a refugiarse en el centro de la ciudad, hacinadas familias enteras en una sola vivienda. El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció que prepara un plan para lograr un alto el fuego y la retirada del Ejército libio a los cuarteles, y junto a Naciones Unidas exigió corredores humanitarios, otro indicio de que no se está por la labor de ahogar militarmente al régimen. Más bien, se persigue su asfixia financiera y se alientan las deserciones en el entorno de Gadafi. Pero la propuesta ya ha sido rechazada por el coronel Ahmad Bani, portavoz de los rebeldes libios. "Respetamos la posición del pueblo turco, pero la postura de Erdogan no expresa la de su pueblo", aseguró Bani en declaraciones a Al Arabiya.
Fuente Diario "EL PAÍS"
Nuevo mazazo a los rebeldes tras ser atacados por aire
Las fuerzas de Gadafi vuelven a estar a las puertas de la Libia liberada, de donde fueron expulsadas hace menos de dos semanas.
Las tropas gubernamentales se situaban al cierre de esta edición al oeste de la ciudad de Ajdabiya, donde ayer cayeron los primeros misiles. Los rebeldes, supuestamente más organizados y preparados desde que la semana pasada los militares profesionales se hicieran cargo de la guerra, no han conseguido detener el avance de las fuerzas del coronel hacia el este: su debilidad es evidente sin el apoyo de la OTAN, a la cual han acusado primero de abandonarlos y ahora incluso de traicionarlos. Ayer, un nuevo incidente en el que murieron al menos 5 rebeldes y otros 10 resultaron heridos ha encolerizado aún más a los combatientes, que fueron bombardeados entre Ajdabiya y Brega por un avión sin identificar. En un principio, los rebeldes acusaron a la OTAN de haberlos atacado de nuevo por error, como ya ocurrió la semana pasada, aunque después rectificaron y un portavoz militar aseguraba que había sido un avión de Gadafi que habría despegado desde Brega –donde existe un pequeño aeropuerto– golpeado los vehículos de los rebeldes y vuelto a tierra en tan poco tiempo que la OTAN no habría podido interceptarlo. Ambas posibilidades son desmoralizantes para los revolucionarios y dejan en evidencia a la OTAN, que admite estar en dificultad ante los trucos de las fuerzas de Gadafi, que han empezado a camuflarse con los rebeldes y a usar escudos humanos, y no parecen dispuestas a detenerse. Ante la posibilidad de que éstas vuelvan a tomar Ajdabiya, parte de sus 100.000 habitantes, que habían regresado hace poco a sus hogares después del último asedio de las tropas gubernamentales hacedos semanas, huyeron de nuevo rumbo a Bengasi. Desde allí, los rebeldes enviaban refuerzos hacia el frente, como Mohamed y su unidad, que han estado entrenándose en los últimos días en el uso de armas pesadas y han pintado su «pick-up» con los colores de la bandera de la Libia libre (verde, rojo y negro) para que nadie les confunda, ni los enemigos, ni los supuestos «amigos» de la OTAN.
Fuente Diario "LA RAZÓN"
Un ataque de la OTAN mata por error a decenas de rebeldes
Las tropas de Gadafi aprovechan la confusión para avanzar y anuncian la toma de Ajdabiya
La actuación de la OTAN en Libia sigue levantando ampollas. Tras las acusaciones de los rebeldes de que están dejando morir a la población de Misrata, se unió ayer la de haber acabado en un bombardeo con la vida de decenas de insurgentes cerca de la ciudad de Brega, en el frente este. No es la primera vez que sufren «daños colaterales» de este tipo, lo que hace cada vez aflorar más protestas contra la alianza en Bengasi, capital de la revolución.
En el frente diplomático, Turquía, único país musulmán de la OTAN, está diseñando una «hoja de ruta» para tratar de acercar a ambos bandos y poner fin al conflicto. Gadafi debe poner fin al asedio de las ciudades rebeldes y permitir la apertura de corredores humanitarios, anunció el primer ministro Tayip Erdogan. Sin embargo, horas después, los rebledes rechazaban esa «hoja de ruta».«No habrá conversaciones antes de que Gadafi dimita o se vaya», dijo un portavoz rebelde.
La presencia de los aviones de la coalición no impide sin embargo que el Ejército de Gadafi siga avanzando. En la tarde de ayer la ciudad de Ajdabiya, entre Bengasi y Brega, volvía a ser asediada por los leales al dictador, que ganaron una treintena de kilómetros. La televisión estatal anunció que las troplas de Gadafi habían entrado ya en Ajdabiya. Un avance en buena parte propiciado por la confusión reinante entre los rebeldes después de que los aviones de la OTAN les bombardeasen por error.
Como pudo comprobar este enviado especial, ya antes de la ofensiva de Gadafi Ajdabiya era una ciudad desierta. Los amasijos calcinados de los tanques y los vehículos militares saludan a la entrada de la localidad, donde son visibles los bombazos y las marcas de los disparos.
Mientras, en el puerto militar de Bengasi los rebeldes preparan una flotilla integrada por tres viejísimos barcos de pesca y un remolcador que zarparán en cuanto las condiciones meteorológicas los permitan en dirección a Misrata. A lo largo del jueves estaban siendo cargados de armas y municiones para enviarlos a esta ciudad, la tercera del país, asediada por los gadafistas. «Lo que llevamos es esencialmente comida aunque también van algunas armas», confiesa uno de los rebeldes a este enviado especial. La evidencia muestra que es más bien al revés: el espacio sobrante es el que se dedica a alimentos.
Unos cientos de metros más allá, en la zona civil del puerto, el remolcador «Saladín» ha sido cargado con varias toneladas de equipos médicos y algunos alimentos. El destino será también Misrata, pero en este caso se trata del primer de la Cruz Roja Internacional.
Fuente Diario "ABC"
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