viernes, 25 de febrero de 2011

GAGOMILITARIA NOTICIA.-LIBIA ULTIMA HORA.-GADAFI ENCERRADO EN SI MISMO...







Muamar el Gadafi ha reaparecido esta tarde en la Plaza Verde de Trípoli, donde ha pronunciado un discurso improvisado en el que ha celebrado la fuerza de los manifestantes presentes allí y ha declarado que "¡ésta es la verdadera revolución!".

"¡Que vengan, que nuestra fuerza les derrotará! ¡Nuestra es la realidad revolucionaria! ¡Nuestra es la fuerza de la revolución verde! ¡Moriremos aquí!"

El coronel también ha dicho que "si surge la necesidad", repartirá armas entre las tribus libias. "¡Quienes no me quieren no merecen vivir!", ha rematado.

Mientras las tropas antigubernamentales se acercan a la capital libia, Gadafi le ha asegurado a sus seguidores que "derrotaremos a los que nos amenazan, igual que lo hicimos con los italianos. ¡La revolución le derrotará el imperialismo!".

Gadafi también ha pedido que sus seguidores protejan los intereses petrolíferos del país. El líder libio ha concluido su discurso pidiendo que los presentes "canten y bailen".
Disparos indiscriminados contra los manifestantes

Testigos informan que a lo largo del día manifestantes que intentaron desfilar por las calles de Trípoli fueron atacados por fuerzas leales al régimen.

Desde primera hora del día efectivos de las fuerzas de seguridad vigilaban las mezquitas, preparados para poner fin rápidamente a cualquier manifestación que podría desarrollarse después de la oración del mediodía. Dentro de las mezquitas, los imanes fueron obligados a leer sermones emitidos por el Gobierno, que ordenaban a los fieles a velar por "un retorno a la autoridad" y poner fin a los actos de "sedición" y "sabotaje".

En la ciudad clave de Zawiya -que se encuentra cerca de los depósitos petrolíferos más importantes del país- más de 100 personas perdieron la vida cuando efectivos leales al régimen de Gadafi dispararon sobre una mezquita llena de fieles.

EEUU anuncia sanciones contra Gadafi y no descarta una intervención militar

El Gobierno de EEUU no descarta una intervención militar en Libia ante el uso de la violencia por parte del régimen de Muamar el Gadafi, según ha anunciado este viernes la Casa Blanca.

Además, EEUU ha asegurado que impondrá sanciones unilaterales contra Libia, y buscará coordinar sanciones internacionales.

En su rueda de prensa diaria, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, ha indicado que aunque aún se está ultimando el proceso de imposición de sanciones, ya se ha congelado la venta de armas a Libia, hasta ahora en estudio, y la "muy limitada" cooperación militar existente entre los dos países.

Además, EEUU coordina la imposición de sanciones multilaterales con sus aliados, ha declarado Carney. Entre las medidas que se estudian para hacer que el régimen de Gadafi "rinda cuentas", se incluyen la imposición de un embargo de armamento y la congelación de fondos del régimen.

Dentro del proceso de coordinación, el presidente estadounidense se reunirá el próximo lunes con el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, en la Casa Blanca, ha anunciado el portavoz.

El anuncio de las medidas se produce apenas una hora después de que partiera un avión con los últimos ciudadanos estadounidenses evacuados de Libia, incluidos los últimos diplomáticos presentes en el país.

Tras la salida de este avión, y la llegada a Malta de un ferry con la mayoría de los ciudadanos estadounidenses evacuados, la Embajada de EEUU en Trípoli ha quedado "cerrada", ha dicho el portavoz, hasta nueva orden una vez se restablezca la normalidad en el país.

El jueves, el Departamento de Estado había instado a los ciudadanos estadounidenses a abandonar Libia de manera inmediata.
Ni sostenible ni aceptable

Acerca de la simultaneidad de la evacuación con el anuncio de sanciones, el portavoz presidencial ha insinuado que la Casa Blanca ha diferido la imposición de sanciones hasta tener la seguridad de que sus ciudadanos se encontraban a salvo.

"Nuestro foco está en nuestra obligación de garantizar la seguridad de los ciudadanos estadounidenses y de asegurarnos de que las medidas que tomamos son las apropiadas. Estos han sido los principios que han guiado" el comportamiento del Gobierno estadounidense desde que comenzó la crisis hace once días, ha explicado.

Según ha afirmado, "Gadafi ha perdido la confianza de su gente, está supervisando una violencia brutal contra su gente y ha perdido toda legitimidad a los ojos de su pueblo".

El portavoz no ha pedido directamente la marcha del líder libio, algo que, según ha dicho, "deben decidir sus ciudadanos", pero ha indicado que "está claro que la mayoría de la población ha expresado que el continuo uso de la violencia, las claras violaciones de los derechos humanos, son totalmente inaceptables".

"La situación actual no es ni sostenible ni aceptable", ha insistido Carney.

Fuente Diario "EL MUNDO"

Gadafi: "Si quieren pelea, tendrán pelea"

Primera aparición del líder libio ante sus seguidores en una plaza pública desde que comenzó la revuelta.- Al menos cinco muertos durante una manifestación anti-Gadafi en Trípoli.- El régimen lanza un desesperado contraataque para someter a dos ciudades cercanas a la capital

Muamar el Gadafi ha escenificado hoy una muestra de fuerza al aparecer en la plaza Verde de Trípoli y ofrecer un discurso a una multitud de seguidores, a la que ha llamado "a defender Libia y sus intereses petroleros". "Triunfaré sobre los enemigos", ha asegurado Gadafi en la primera aparición pública ante sus fieles desde que comenzó la revuelta -el tercer discurso esta semana-, transmitida en vivo por la televisión estatal y con la que pretende mostrar al mundo que aún cuenta con respaldo en el último reducto donde mantiene todo el poder, tras haber perdido terreno en el oeste y algunas zonas del este del país. El discurso de Gadafi se ha producido mientras en algunos distritos de la capital libia se han registrado hoy enfrentamientos entre manifestantes opositores y las fuerzas de seguridad que han dejado al menos cinco muertos, según testigos.

"Vamos a responder a todo extranjero, como hemos hecho antes en el pasado", ha dicho Gadafi. "Esta es la fuerza del pueblo libio...Si quieren pelea, tendrán pelea", ha agregado Gadafi desde la plaza Verde, en el centro de Trípoli. Miles de personas, portando pancartas y banderas de la Libia de Gadafi, alentaban al líder con gritos de apoyo. En un discurso incendiario, el líder libio ha dicho que está dispuesto a dar armas a sus seguidores para aplacar la revuelta: "Con el pueblo armado, podemos derrotar todas las agresiones. Cuando sea necesario, abriremos todos los depósitos de armas al pueblo de Libia. Libia se convertirá en una llamarada roja", ha dicho.

Gadafi ha decidido refugiarse en Trípoli por lo que policías y soldados en gran número han bloqueado los accesos entre el aeropuerto militar de Mitiga y la capital y están haciendo requisas a los coches, según han contado testigos a Reuters. Otros pobladores hablan de que algunas áreas de la capital libia están bajo control de los opositores. Pero "otras áreas, principalmente las que rodean la zona de Bab al Azizia están bajo el control de los partidarios de Gadafi y de sus fuerzas de seguridad", ha dicho un residente de esta zona, que manifiesta que es "muy peligroso salir de Trípoli".

La policía ha disparado hoy contra una manifestación antigubernamental en el distrito de Janzour, en el oeste de Trípoli, causando la muerte a al menos cinco personas, según dijeron testigos a la agencia Reuters. Mientras en el distrito de Fashlum, en el este de la capital libia, las fuerzas de seguridad han realizado disparos al aire al tiempo que opositores gritaban lemas contra el líder Muamar el Gadafi. La situación en Trípoli es "crítica" según ha informado a través de Twitter el Movimiento Juvenil Libio.En la capital, informa ese grupo opositor, se están registrando "disparos, lanzamiento de gases lacrimógenos y arrestos" y que la gente está fuera de sus casas en unas protestas en las que también están participando mujeres. Según testigos consultados por EL PAÍS en Trípoli, las fuerzas de Gadafi "tiran a matar".

Hoy es día de oración en Libia y las fuerzas de seguridad han sido desplegadas en torno a las mezquitas de Trípoli para reprimir las protestas. La cadena Al Yazira también informa de "intensos tiroteos" en el barrio de Yumhuría y en un sector de la capital donde se instala los viernes un mercado popular.

En las últimas 24 horas, la violencia se ha apoderado de las afueras de Trípoli, pero esta mañana ha llegado a distritos de la ciudad. Testigos cuentan que cerca de la mezquita de Slatnah, en Janzour, cantaban lemas como "con nuestras almas, con nuestra sangre protegeremos Bengasi".

Gadafi pierde el control de varias partes del país

Las fuerzas de seguridad libias han tratado de recuperar el control del poblado de Zauiya, a unos 50 kilómetros al oeste de la capital, pero han sido repelidos por opositores al Gobierno, según los testigos. Esta ciudad estratégica, sede de una terminal petrolera en la autopista principal hacia Trípoli, se ha convertido en el centro de enfrentamientos entre fuerzas leales a Gadafi y civiles -algunos de ellos armados- que quieren la caída del líder libio tras 41 años en el poder.

Zauiya recibió ayer un duro castigo por su rebelión. Fuerzas especiales de Gadafi y los mercenarios africanos del casco amarillo -ya célebres entre los libios por su crueldad- atacaron sin piedad a los habitantes de Zauiya, último punto en el mapa antes de llegar a Trípoli, donde se esconde Gadafi. Algunos testigos hablaban de que los matones dispararon con ametralladoras pesadas y lanzaron granadas. Los ataques dejaron 100 muertos, según el canal de televisión catarí Al Yazira.

Gadafi, como ha reconocido su hijo, ha perdido el control del este, una vez esfumados, detenidos o muertos los soldados y mercenarios que sembraron el terror durante días. Los leales al tirano contraatacaron ayer en una ciudad del oeste cercana a la frontera con Túnez, y en Musratha, ciudad a un centenar de kilómetros al este de Trípoli que a última hora del jueves Reuters aseguraba que había caído del lado de los rebeldes. La del Gobierno "es una acción desesperada", comentaban algunos rebeldes en Libia oriental, una zona liberada ya de la presencia del régimen. Pero Gadafi -también los dictadores tunecino y egipcio se aferraban al poder antes de su fuga o dimisión- parece dispuesto a no rendirse y acumula tropas y congrega a sus matones en la capital.

Los enfrentamientos armados en el occidente del país entre los recién constituidos consejos populares y las fuerzas del coronel sirvieron ayer de preludio para lo que se aventura como el episodio final del dictador: la batalla de Trípoli. El enfrentamiento decisivo puede comenzar hoy mismo, viernes, el día santo del Islam, la jornada en la que invariablemente la oposición egipcia golpeó con más fuerza al régimen de Hosni Mubarak. Las protestas en la capital libia a partir de esta mañana ya se han anunciado.

Los 200 kilómetros de carretera que conducen hasta Trípoli desde la frontera con Túnez siguen controlados por soldados y brigadas especiales del Gobierno libio, según los testimonios de los refugiados que salen del país por el paso fronterizo de Ras el Ajdir. Sin embargo, varios pueblos y ciudades -entre ellas, Zuara, Sabratah y Zauiya- continúan desde el miércoles tomadas por los ciudadanos.

Un dictador encerrado en sí mismo

El dictador, cada vez más encerrado en sí mismo y en su verborrea, hizo ayer otra declaración por teléfono en la televisión pública, la tercera desde que empezaron las protestas el 15 de febrero. Gadafi abandonó el gesto duro que había protagonizado su discurso del miércoles y lo sustituyó por uno paternalista, más conciliador, pero que rozó lo demencial. "Son jóvenes de 17 años a los que les dan píldoras alucinógenas con las bebidas, la leche, o el Nescafé", dijo el gobernante libio refiriéndose a los ciudadanos que protagonizan la revuelta. Gadafi llamó "hijos de Libia" a los muertos que está dejando la revolución, aseguró que Bin Laden estaba detrás de la revuelta y pidió calma. Así despachó la semana en la que su país se ha levantado contra su tiranía. "Quien rinda las armas y muestre arrepentimiento no será perseguido legalmente. Los comités de la revolución [uno de los baluartes del régimen] llaman a cooperar a los ciudadanos y que informen sobre aquellos que han dirigido a los jóvenes o les han dado dinero, equipos, o los han intoxicado con píldoras alucinógenas", clamó Gadafi, quien todavía habla como si los alzados fueran un grupo que obedece consignas de turbias manos negras. El sátrapa negó que fuera posible ver en Libia lo que se ha visto en Túnez y Egipto, y apeló a su coletilla habitual de que "el poder está en manos del pueblo". "Bin Laden, ese es el enemigo que está manipulando a la gente".

En Shahat, en el este de Libia, los ciudadanos recibieron sus palabras con indignación y gritos de "carnicero" y "asesino". Muchos de los rebeldes libios que controlan el este del país protestaban contra lo que consideran una intoxicación para confundir a los países occidentales y especialmente a Estados Unidos. "Nosotros no somos terroristas, somos hombres que queremos libertad y una vida digna", señalaba Moafer, un ingeniero eléctrico de 24 años de Darna.

En la radio local, un grupo de hombres y algunas mujeres emiten cada día los avances de los revolucionarios en la zona. "Hasta hace unos días todo estaba bajo el control del Estado, no podíamos hablar de democracia, ni de nada que no fuera la vieja revolución de Gadafi y de él mismo. ¿Y ahora dice que somos de Al Qaeda? Míranos, ¿parecemos terroristas?", interpelaba el hombre.

El avance de los rebeldes

El creciente asedio a Gadafi, no obstante, no se ha completado todavía. Según varios medios, en Sirte, ciudad natal del dictador, el Gobierno mantiene el control. Pero las cruciales instalaciones petroleras de Ras Lanuf y Marsa el Brega, en las cercanías de Bengasi, ya están en manos rebeldes. En cualquier caso, el negocio del crudo ha comenzado a resentirse del efecto de los enfrentamientos: la extracción en el país magrebí ha descendido a menos de la mitad de los 1,6 millones de barriles diarios que bombeaba antes de la crisis, según cálculos de analistas del Barclays Capital o Goldman Sachs.

Las noticias que llegan desde Trípoli hasta la frontera siguen siendo confusas, pero todas apuntan a la creciente soledad de Gadafi, recluido en palacio. Un tunecino que llegó a Ras el Ajdir relató así la situación que se vivía en la capital: "Hay tiroteos y muchos muertos en las calles. Gadafi ya no tiene soldados. Los únicos que están con él son los mercenarios africanos y sus brigadas". La bandera verde del régimen de Gadafi ondea ya solo en los lugares que sus tropas controlan, y el conflicto parece haber asumido ya irremediablemente un cariz tribal, con lealtades basadas en la procedencia regional y lazos de sangre (por ejemplo, a Gadafi le apoyan principalmente los miembros de los clanes Gadafa y Magarha, mientras que le da la espalda el resto del país, una heterodoxa mezcla social dentro de la que destaca la tribu Warfallah). Allá donde los rebeldes han conseguido hacerse con el poder, la antigua enseña tricolor -ornada con la media luna y la estrella- ondea al viento. El rojo, el verde y el negro son el emblema predominante en el este, casi completamente controlado por los rebeldes, a pesar de que en la región permanecen simpatizantes del régimen y la alerta no disminuye en los puestos de control de carretera.

Algunos bancos de Tobruk abrieron ayer después de que durante la madrugada llegara dinero desde Bengasi, ciudad totalmente en poder de los alzados. "Aunque no se puedan pagar los salarios, vamos a intentar asegurar unos 200 dinares por persona para que la gente pueda seguir comprando comida", explicaba Mohamed Saleh, uno de los líderes del comité ciudadano que controla Tobruk. Pero incluso en las zonas rebeldes, donde se intenta mantener cierto orden, sigue habiendo "elementos incontrolados", explicaba Saleh.

Tal como sucedió en Túnez durante el alzamiento, en enero, contra el dictador Zine el Abidine Ben Ali, estos comités de ciudadanos improvisan para tratar de organizar la vida cotidiana en las ciudades, aunque su principal cometido es garantizar un mínimo de seguridad en las calles.

Preocupación internacional

En el resto del mundo crece la preocupación por la deriva del conflicto. A nadie le interesa que el país termine enredándose en una cruenta guerra civil. Obama llamó ayer a Sarkozy y Cameron para analizar una actuación conjunta y "posibles medidas multilaterales". Especialmente preocupada está la UE. Bruselas vivió una jornada de compás de espera en la que Hungría, como presidencia de turno, reveló que para evitar un hipotético éxodo de refugiados hacia Europa, la UE potenciará todos los medios para atender a quienes huyen a través de las fronteras con Túnez y Egipto. Para empezar, la UE habilitará centros de acogida de refugiados.

Mientras tanto, la última ocurrencia de la familia Gadafi, en este caso del hijo del tirano Saif el Islam, fue invitar a los medios de comunicación a una especie de tour, no se sabe si en avión o por tierra, para que vean por sí mismos que todas las imágenes que están llegando del conflicto son falsas. "Que vengan, que vengan y vean que aquí no está pasando nada", dijo negando lo evidente. Este periódico habló ayer por teléfono con un libio que se identificó como periodista y que aseguró que el Gobierno está elaborando una lista de medios para dejarles entrar en el país.

Pero el aparente aperturismo de Saif al Islam casa mal con las interferencias que padecen los satélites de la compañía Thuraya, que ayer aseguró que emprenderá acciones legales contra Libia por impedir la prestación del servicio.

EE UU suspende las actividades en su embajada en Trípoli y anuncia sanciones unilaterales

Washington mantiene "todas las opciones abiertas" contra la violencia en Libia.- La UE acuerda un embargo de armas y la congelación de los bienes de Gadafi

Estados Unidos ha suspendido hoy las operaciones de su embajada en Trípoli, una vez que ha evacuado a todo su personal diplomático, y ha anunciado que aplicará sanciones unilaterales contra el Gobierno de Muamar el Gadafi, aunque no ha ofrecido detalles de cuales serán las medidas. El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, sí ha anunciado hoy en conferencia de prensa que Washington también pretende recortar su limitada cooperación militar con Libia, al tiempo que ha manifestado su apoyo a que Naciones Unidas sancione al país norteafricano. Carney ha dicho que todas las opciones están sobre la mesa, "incluida una potencial acción militar de EE UU" contra la violencia en Libia.

El anuncio estadounidense se produce horas después de que los países de la Unión Europea se hayan puesto de acuerdo para imponer un embargo de armas a Libia, así como congelar los bienes y prohibir los visados de entrada a Muamar el Gadafi -y miembros de su círculo más próximo-, según han indicado distintas fuentes diplomáticas. Las medidas, que incluirán también un embargo sobre el material que puede ser usado en tareas antidisturbios, serán aprobadas formalmente "en los próximos días", muy posiblemente en la reunión de ministros de energía del lunes 28 de febrero. Precisamente hoy, una coalición de ONG (Amnistía Internacional, Greenpeace, Fundació per la Pau e Intermón Oxfam) ha denunciado que España no ha cumplido la legislación sobre comercio de armas hacia Libia y el resto de países del Norte de África y Oriente Próximo envueltosen una ola de protestas.

Varias fuentes comunitarias han explicado que expertos de los Veintisiete están trabajando "a toda velocidad" en los detalles de esas medidas, como por ejemplo en la lista de personas a las que se aplicarán las sanciones. Algunos países comunitarios apuestan más firmemente por aprobar sanciones estrictas, mientras que unos pocos de los Veintisiete mantienen aún algún tipo de reservas, aunque ya se ha alcanzado el consenso en las medidas generales.

La UE también se está preparando para aplicar una zona de prohibición de vuelos sobre Libia, a la espera de una posible decisión al respecto del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, con el fin de evitar los ataques de la aviación militar de Gadafi contra la población. Grupos de técnicos comunitarios continúan también los trabajos en consultas con EEUU y están pendientes de la reunión hoy del Consejo de Seguridad de la ONU.

El embajador adjunto de Libia ante la ONU, Ibrahim Dabbashi, ha asegurado hoy que Gadafi -ante quien se declaró en rebeldía esta misma semana-, está "loco" y no se dejará capturar vivo. "Aguantará hasta el último momento, hasta que le maten o se suicide", añadió. Asimismo, declaró que Libia probablemente interrumpirá en breve sus exportaciones de petróleo por motivos de seguridad, pero, precisó, el sector "se encuentra en buenas manos bajo el control del pueblo y no sufrirá perjuicios".

Sanciones de la ONU

Barack Obama habló ayer con los primeros ministros británico, David Cameron, e italiano, Silvio Berlusconi, y con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, para coordinar esfuerzos y articular una respuesta conjunta e inmediata para poner fin a la crisis en Libia. Obama planteó a sus colegas europeos un abanico de medidas, incluido un plan de asistencia humanitaria para la población libia. La Casa Blanca dijo que todas las opciones estaban encima de la mesa y no descartó la imposición de sanciones económicas.

Francia y Reino Unido han recogido el guante lanzado por Washington y presentarán hoy mismo un borrador de resolución ante el Consejo de Seguridad de la ONU para que lo someta a votación, previsiblemente la semana que viene. El proyecto de resolución contempla, entre otras medidas, el embargo de armas al régimen de Gadafi, la imposición de sanciones financieras y la petición dirigida a la Corte Penal Internacional para que procese a los líderes libios por crímenes contra la humanidad. La ministra de Exteriores francesa, Michele Alliot-Marie, que ha revelado parte del contenido de este borrador, ha matizado que las sanciones también podrían incluir la prohibición de viajar para miembros del régimen libio.

Parece que existe un consenso entre los 15 miembros del máximo órgano de decisión de la ONU para acelerar las negociaciones y que el texto salga adelante la próxima semana. Francia intenta que el voto se materialice hoy mismo. "Queremos una resolución contundente", ha apuntado la ministra francesa.

La ONU denuncia la matanza de civiles

Por su parte, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, la sudafricana Navi Pillay, ha denunciado el asesinato masivo de personas por parte de las fuerzas leales a Gadafi y ha reclamado una acción conjunta de la diplomacia internacional para frenar la violencia. Al término de una reunión de emergencia en Ginebra, la responsable de Naciones Unidas ha dicho que miles de personas han caído bajo el fuego de los helicópteros y tanques empleados por el sátrapa libio para ahogar las protestas.

Alemania también ultima de manera unilateral sanciones contra la dictadura libia por la cruenta represión de las revueltas, según ha anunciado el ministro de Exteriores germano, Guido Westerwelle. "Ya no vale seguir imponiendo ultimatums. Es el momento de actuar", ha dicho Westerwelle. Al igual que su colega francesa, el ministro alemán ha abierto la puerta a la prohibición de viajar para la familia Gadafi y la congelación de sus cuentas en el extranjero, aunque no ha hablado de sanciones económicas. El canciller ha dicho que empezará hoy mismo a contactar con sus colegas internacionales, incluidos los socios de la Unión Europea.

Reunión de urgencia de la OTAN

La OTAN ha afirmado hoy que estará preparada para afrontar "cualquier eventualidad" en Libia, si bien por ahora no quiere obstaculizar el proceso de evacuación de ciudadanos extranjeros, cuya seguridad es la máxima prioridad. "Seguiremos realizando consultas a fin de estar preparados para cualquier eventualidad", señaló el secretario general, el danés Anders Fogh Rasmussen, en un breve comunicado tras una reunión de urgencia de los embajadores de la Alianza para discutir el agravamiento de la situación en Libia.

La OTAN "continuará supervisando de cerca la situación en coordinación con otras organizaciones internacionales", añadió Rasmussen en referencia sobre todo a posibles decisiones que pueda tomar Naciones Unidas. Los embajadores han discutido principalmente el proceso de evacuación de ciudadanos extranjeros y cómo garantizar su seguridad, indicaron fuentes diplomáticas.

Testigos: "Las personas en la calle no están armadas, los jóvenes se enfrentan con su cuerpo"

Los partidarios del régimen se llevan cadáveres de manifestantes de un hospital de Trípoli.- Se escuchan disparos en algunas zonas de la capital, mientras la situación en el este del país, 'liberado', es de relativa normalidad

Pese a los intentos del régimen de Muamar el Gadafi de acallar a su pueblo y las dificultades para comunicarse en Libia, EL PAÍS ha conseguido contactar con algunos testigos de lo que allí está sucediendo: residentes en Libia, españoles que estaban allí trabajando, familiares de personas que intentan salir del país... Los últimos testimonios tratan de dibujar la situación que viven los libios en la capital, Trípoli, escenario de la que, presumiblemente, será la última batalla.

Las personas consultadas hasta ahora por este periódico han descrito un este tranquilo y un oeste, con la capital, Trípoli, sumergida enla incertidumbre. Miles de libios y de extranjeros intentan salir del país. En la capital, rodeada de militares, se escuchan disparos en algunas zonas, aunque en otras la gente sale e incluso acude a trabajar. Mientras, las milicias del dictador intentan borrar pruebas de la matanza de civiles, y se han llevado por la fuerza cadáveres de manifestantes de un hospital durante la noche.

M.D., ingeniero, desde Hai-Andulas, a las afueras de Trípoli: "Escuchamos disparos desde hace un par de días"

Después de dos días sin noticias de nuestros contactos en Trípoli, el ingeniero informático libio M.D. cuenta que está a salvo. "La última noche fue tranquila aunque llevamos escuchando disparos desde hace un par de días pero no hay ataques aéreos", dice. M.D. comenta que la situación en Trípoli es mucho más tranquila que la que están viviendo otras ciudades como Tayota y la zona de Dahmany al Zaiat, donde hay mercenarios que "persiguen a cualquiera que parezca un manifestante".

El área de Fashloom es la más peligrosa de Trípoli, según este ingeniero informático libio que dice no dormir más dedos otres horas desde que empezaronlas revueltas. "Creo que el régimen es muy débil. La pregunta es cuándo y por qué precio caerá el régimen de Gadafi", declara M.D. desde Hai-Andulas, a 10 km de Fashlooom. Este ciudadano libio asegura que no han logrado comprar pan en la última semana y que viajar por la noche es muy peligroso.

"Tenéis que saber que Gadafi no va a abandonar el poder pacíficamente. Ya lo dijo en su discurso, morirá matando", dice M.D.. El ingeniero libio ha logrado hablar con su hermana, quien,desde Bin Ashour, ha podido ver como las fuerzas de seguridad repelían las protestas tras la oración.

Un libio-español, 42 años, trabajador de una empresa de catering en Trípoli: "Estamos cansados de tanta opresión"

Hace unos días enterró a su primo de 26 años; tiene miedo, como la mayoría de los libios, pero no piensa dejar su país pese a ello, no va a regresar a España, en donde ha vivido la mayor parte de su vida. No ha luchado con sus manos en las revueltas por respeto a sus padres, pero le encantaría. "Los libios sólo quieren libertad, estamos cansados de tanta opresión. Hemos estallado por un efecto dominó, pero ya le tocaba a Libia. La población libia es muy joven, tienen muchas aspiraciones y quieren democracia", cuenta en una llamada telefónica.

Por el momento, en su zona de Trípoli, no tienen falta de comida, aunque en las tiendas cada vez faltan más cosas. Aunque no participe en las revueltas, sí las ha presenciado. "Las personas en la calle no están armadas, salvo los núcleos cercanos al poder. Los jóvenes se enfrentan con su cuerpo", asegura, mientras cuenta que hay luchas en cada calle de la capital porque "todo es espontáneo, nada está organizado".

Pese al miedo constante y la "brutalidad de la represión", confía en que llegue pronto la libertad. "Este país tiene recursos suficientes y gente muy dispuesta. Sólo hace falta confianza y soporte del exterior".

Samir Ahmad, 35 años, agente comercial libio en Barcelona: "Solo les queda comida para una semana"

Samir Ahmad, empleado en una marmolería, también estaba ayer entre los 300 manifestantes de Sant Jaume. Él está sólo en España. Llegó a la Ciudad Condal en 2000 porque "era crítico con el régimen" y no quiso poner en peligro a los suyos.La familia de Ahmad vive en Trípoli. Él lleva tres días sin dormir por no poder estar allí "luchando hasta el final". "Estuve en la ciudad por trabajo hace dos semanas, pero tuve que volver a por material y ya no me dejaron regresar".

El comercial libio recibió noticias de su madre esta mañana. "Me ha dicho que están bien, pero solo les queda comida para una semana. Después de eso, el destino está oculto", relata con tristeza. Las tiendas están desabastecidas porque el puerto está cerrado.

Souheib Oueslati, biólogo de Túnez: "Han abierto fuego contra civiles"

"Los tunecinos que han vuelto de Libia cuentan historias de violencia extrema" ha relatado a este diario Oueslati desde el país vecino. "Hablan de una guerra civil, una masacre a manos de Gaddafi, que ha abierto fuego contra civiles, con artillería pesada y avione. Ha sembrado el pánico en la calle".

A. A., 33 años, dentista, Gergaresh (Trípoli):"Pretende que vivamos feices mientras corre la sangre"

La dentistacuenta que ha perdido la comunicación telefónica totalmente y que, durante la tarde, ha escuchado disparos.Sus vecinos dicen que hay más protestas en Tajura, Sooq Aljumoa, Fashloom y Gurji. A. A. afirma que el discurso de Gadafi no le "convence". El mandatario ha ofrecido mil dinares libios a cada familia para "ganar apoyos". "Pretende que es vivamos felices y que salgamos a danzar a la calle mientras corre la sangre".

La dentista libia, que vive en Gergaresh, un barrio costero con hoteles de Trípoli,aseguró a este diario ayer haber visto a las milicias entrar en un centro hospitalario y llevarse los cuerpos de los manifestantes caídos en las calles, pese a la oposición de los médicos. La noche anterior habían entrado para prohibir a los trabajadores que tomaran fotos o vídeos de los muertos y heridos.

Adel Abdelmola, libio residente en Barcelona: "Es muy significativo que miles de personas se hayan concentrado hoy en la Plaza Verde"

Adel Abdelmola fue uno de los libios que se manifestaron ayer en la plaza Sant Jaume de Barcelona en apoyo a su pueblo. Su familia vive en Zawia, donde murieron anoche 60 personas. Les han cortado la luz y sólo tienen teléfono por la noche, intermitentemente. "Los viernes son festivos, días para quedarse en casa con la familia, así que es muy significativo que miles de personas se hayan concentrado hoy en la Plaza Verde", explica Abdelmola. Su hermano y su padre están allí, manifestándose.

Abdelhamed, 23 años, estudiante de medicina: "Ya no necesitamos para nada a Gadafi"

"Tenemos agua, tenemos comida, los hospitales tienen suficiente material... ya no necesitamos para nada a Gadafi". Abdelhamed suena tranquilo e ilusionado por el teléfono. Los días anteriores han sido duros para él y sus vecinos de la localidad de Tobruk, en el este de Libia, a unos 130 kilómetros de la frontera egipcia. Ha perdido dos amigos en las revueltas y muchos están heridos. Él mismo ha tenido un contacto muy directo con los heridos, pues estudia medicina y ha pasado mucho tiempo en los hospitales. Hoy, con la ciudad liberada del yugo de Gadafi, Abdelhamed descansa y su voz suena a esperanza. ¿Volver hacia atrás? "Nunca. No podríamos. Tendría que acabar con todos nosotros muertos".

Mahmud Shari, 31 años, comerciante, Zliten: "La gente no sale de casa, porque nadie sabe quién está con Gadafi y quién con las protestas"

Mahmud Shari, comerciante de 31 años de Zliten, en el este de Libia, cuenta que la noche ha sido tranquila pero el ambiente en la ciudad, que había sido liberada, está enrarecido desde que hace dos días, tras el discurso de Gadafi, sus simpatizantes causasen 30 heridos. "La gente no sale de casa, porque nadie sabe quién está con Gadafi y quién con las protestas", explica Shari en conversación telefónica y añade que "los vecinos están esperando a ver cómo se resuelve la situación en Trípoli antes de volver a la calle con normalidad". Los bancos, tiendas y oficinas están cerrados. Solo funciona el hospital y a partir de las seis de la tarde no hay nadie en las calles de esta ciudad de 200.000 habitantes, a 150 kilómetros de Trípoli.

Shari habla entusiasmado de la vecina Misrata, a unos 45 kilómetros al este de Zliten. La población tiene el control total de la ciudad. "Hay banderas en cada edificio, la gente está armada, y todo está abierto: bancos, farmacias, tiendas", cuenta con pasión. Piensa ir a ver cómo está todo allí hoy o mañana. No le preocupa que haya peligro en la carretera, porque dice, el este del país es del pueblo.

Comerciante, 52 años, pro-Gafadi, Trípoli: "Somos una democracia y todo lo que se está contando no es verdad"

Un comerciante de 52 años que prefiere mantener el anonimato "por razones de seguridad", asegura que Trípoli volvió a la normalidad anoche, y que hoy la gente está trabajando y el banco central ha reabierto. "Todo es propaganda de Occidente y de Al Yazira", afirma negando que en Libia se esté perpetrando una matanza. "Somos una democracia y todo lo que se está contando no es verdad. Todos estamos con Gadafi, por supuesto".

El comerciante cuenta por teléfono que hace dos días, después del discurso de su líder, fue a la plaza Verde "a protestar contra Occidente". "Ni siquiera tengo un arma", explica para justificar que los partidarios de Gadafi no son agresivos. "Puede haber algo de violencia en otros sitios", admite el testigo, que sugiere sin embargo que la razón es que "la gente quiere proteger a sus familias" de los manifestantes pro-democráticos.

Mouhamed, profesor de 29 años en Trípoli: "Disparan a matar, al torso y la cabeza"

Al cuñado de Mouhamed lo mataron hace unos días de un tiro en la cabeza. Este profesor de 29 años está en Trípoli y asegura que hay tiroteos contra la población y que quien dispara lo hace para matar, con balas al torso y a la cabeza. "Muchos de los que disparan están vestidos de civiles, hablan francés, no son libios y tienen complexión de negros africanos", asegura en un correo electrónico. "Muchos de los heridos en las calles son rematados a golpes por personas que llevan cascos amarillos".

Las calles de la capital, cuenta, están llenas de cuerpos mutilados y quemados y los hospitales rebosan de personas heridas y ya empiezan a estar escasos de material sanitario. Mouhamed cree que no hay bombas pero se escuchan algunas explosiones en los alrededores de la ciudad. "Se dice que la ciudad está fuera del control del Gobierno y lo que se ve en las estrechas calles de Trípoli son las maniobras desesperadas del sistema para mantenerse vivo".

Amir Siddiqui, ingeniero paquistaní empleado en Libia: "El problema es llegar a la capital por carretera"

Amir Siddiqui, un ingeniero paquistaní empleado en el sector petrolero, cuenta en un foro de expatriados que muchas compañías internacionales mantienen personal en sus oficinas de la capital para "cuidar" de sus trabajadores de los campos petroleros. "La situación en Trípoli no es tan mala como reflejan las noticias", afirma, "no hay problemas para moverse, todavía vamos a la oficina y no hemos tenido problemas hasta ahora", contaba. Para él, el problema de los cientos de expatriados que pretenden salir del país es llegar a la capital por carretera.

Nana Ahmed, saharaui residente en Madrid, con dos hermanas desplazadas a Libia: "Llevan una semana sin comer"

Nana Ahmed, una activista saharaui residente en Madrid, ha podido hablar de nuevo con sus dos hermanas, de 19 y 27 años, que están en un internado en Libia y de las que no tenía noticas desde el pasado sábado: "Tuve que esperar hasta las dos de la madrugada para poder hablar con ellas. Las líneas no funcionaban". Según ha explicado, los teléfonos móviles están operativos pocos momentos del día y cuando consigue hablar con sus hermanas lo hace en clave al referirse a Gadafi.

El régimen del presidente las había apadrinado para que cursasen sus estudios. "No pueden levantarse contra Gadafi, están en tierra de nadie", dice. El Gobierno libio tenía becadas a estas dos saharauis y se ha encargado de su manutención hasta que comenzaron las revueltas y todo el personal abandonó el edificio donde se encuentran. Se han puesto en contacto con el Frente Polisario, que les ha dicho que la única posibilidad de ser evacuadas es que lo hagan en un avión de los que ha fletado Argelia.

Ahmed asegura que sus dos hermanas, estudiantes de periodismo y bachillerato respectivamente, tienen esperanzas de la llegada del avión que las repatrie: "Mi hermana mayor hace tres días estaba en Trípoli pero se tuvo que marchar. Es una locura, lleva una semana sin comer".

Ahmed Gebrel, diplomático libio en Albayda: "Gadafi trata de manipular a la opinión pública"

En el pueblo de Albayda, una ciudad liberada (aquellas libres del régimen del dictador en las que el Ejército se ha puesto del lado de los manifestantes), bancos y oficinas están abiertos. Solo siguen cerrados los colegios, describe Ahmed Gebrel, un diplomático libio de 37 años. Gebrel, que ayer se acercó a la frontera con Egipto, donde estuvo recibiendo a periodistas extranjeros y equipos médicos, iba a asistir esta mañana a una asamblea general de su localidad para organizarse. Cuenta que los próximos pasos que darán será coordinarse con todas las ciudades liberadas, que asegura, son mayoría en el este.

El antiguo diplomático afirma que el discurso de anoche del dictador provocó la ira de los ciudadanos, que se echaron a la calle. "Gadafi trata de manipular a la opinión pública diciendo que detrás de las protestas hay radicales y terroristas", dice Gebrel, que lo niega rotundamente.

Khaled Shari, libio residente en Valencia: "La gente está muy animada, con la moral más alta que nosotros, que estamos preocupados"

Tras el discurso, los comités revolucionarios, pilares fundamentales del régimen, salieron a la calle a atacar a la población en ciudades como Zliten, donde causaron 30 heridos. Se lo han contado a Khaled Shari, libio residente en Valencia, sus hermanos. Los partidarios de Gadafi "usaron palos y fusiles kaláshnikov, con la poca munición que les queda", afirma Shari. Según le ha contado su hermano Mahmud, la población se enfrentó a ellos y consiguieron frenarles.

"La gente está muy animada, con la moral más alta que nosotros, que estamos preocupados en la distancia", dice Shari, residente en España desde hace 30 años. Sus hermanos le transmiten que "esto no tiene marcha atrás".

Elisenda López, mujer de un británico en Libia: "La gente está harta de tanta sangre"

Los habitantes de Bengasi han vivido una noche "muy movida, con muchos disparos", dice Elisenda López, pareja del británico David Livingstone. Su marido espera, en esta ciudad del este -la segunda más grande de Libia- una forma de salir del país. En la calle se percibe que los libios ya no pueden más: "La gente está harta de tanta sangre", asegura.

En Libia "se ha actuado tardísimo", protesta Elisenda. "Los únicos que llevan muchos días trabajando son los turcos: han ido a por su gente". Reino Unido ha enviado una fragata a Trípoli, pero para ella no es una solución: David está en Bengasi, a 1.000 kilómetros.

Esta información está siendo elaborada por Belén Hernández, Gloria R. Pina, Raquel Seco, Paula Escalada Medrano y Aurora Muñoz.

Fuente Diario "EL PAIS"

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