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lunes, 18 de julio de 2011
18 DE JULIO "EL ALZAMIENTO NACIONAL", SUBLEVACIÓN MILITAR E INÍCIO DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA
El golpe de Estado contra el Gobierno del Frente Popular comenzó el 17 de julio, por la tarde, en Marruecos. Los militares implicados tomaron las ciudades de Melilla, Ceuta y Tetuán en el Protectorado Español del Norte de África, tras conseguir la rendición de los militares leales al Ejecutivo de la Nación. Los sublevados enviaron un telegrama a Canarias acerca del éxito del Alzamiento en Marruecos.
El general Francisco Franco recibió la noticia en un hotel de Las Palmas de Gran Canaria durante la madrugada. Francisco Franco realizó una alocución de radio dirigida a todos los españoles; encargó al general Luis Orgaz la dirección de la sublevación en Canarias y utilizó el avión Dragon Rapide para trasladarse a Marruecos el 18 de julio.
Los días 18 y 19 de julio de 1936, el Alzamiento Nacional se extendió por toda España. La sublevación triunfó en Galicia, Oviedo (Asturias), Álava (Vascongadas), Navarra, la mitad de Aragón, León, Castilla La Vieja, Baleares, la mitad de Extremadura, Sevilla (Andalucía), Canarias y Marruecos. El general cartagenero Miguel Cabanellas, capitán general de la V División Orgánica, lideró con éxito el Alzamiento Nacional en Aragón.
La rebelión fracasó en la mayor parte de Asturias y Vascongadas, Cantabria, la mitad de Aragón, Cataluña, la mitad de Extremadura, Madrid, Castilla La Nueva, Valencia y Murcia. Los sublevados controlaban el Noroeste, la Meseta Norte, el Rif y los archipiélagos, y el Gobierno mantuvo bajo su control las principales ciudades (Madrid, Barcelona, Valencia), la Meseta Sur, el Levante y Andalucía. El triunfo y el fracaso parcial del golpe de Estado provocaron el estallido de la Guerra Civil.
La provincia de Murcia mantuvo su lealtad al Gobierno del Frente Popular. En Murcia, el 6º Regimiento de Artillería Ligera estuvo acuartelado los días 17, 18 y 19 de julio, a pesar del llamamiento de la Guardia Civil y del coronel en la reserva Manuel Bruquetas para secundar la sublevación. Las milicias obreras acordonaron el cuartel de Artillería y se hicieron con el control de la ciudad con patrullas armadas en las calles. En Lorca, las milicias obreras rodearon el cuartel de la Guardia Civil y detuvieron a los líderes locales de Falange, frustrando así los planes de sublevación de las fuerzas de seguridad y los falangistas.
En Cartagena, la oficialidad dirigió el Alzamiento frustrado de la Base Naval en el Arsenal. La marinería reaccionó mediante la detención y posterior ejecución de un número importante de los oficiales. El Gobierno del Frente Popular destituyó al comandante de la Base Naval, Francisco Márquez, por su implicación en el golpe de Estado. En su lugar, el Ejecutivo nombró al segundo maquinista de la Armada Manuel Gutiérrez nuevo almirante de la Base Naval de Cartagena y al teniente de Navío Antonio Ruiz nuevo vicealmirante.
La Base Aeronaval de San Javier se sumó al Alzamiento Nacional el 18 de julio de 1936 de forma pasiva, sin desarrollar acciones militares, a la espera de órdenes del Ejército sublevado en el Norte de África. Manuel Carceller, militar de la Base de San Javier, escapó vestido de campesino e informó en Los Alcázares de la sublevación de los oficiales de su Base.
El Aeródromo de Los Alcázares permaneció fiel al Frente Popular. El comandante del Aeródromo, Juan Ortiz, recibió la orden de la comandancia militar de Cartagena de asaltar la Base Aeronaval de San Javier. La columna Ortiz de Los Alcázares tomó la Base de San Javier el 19 de julio con el apoyo militar de una sección de Infantería de Cartagena, una batería de Artillería de Murcia y los obreros voluntarios del Aeródromo. La Base Aeronaval de San Javier se rindió sin apenas resistencia (el fuego silenciado de una ametralladora) y sus oficiales fueron detenidos. La ocupación pacífica de la Base fue posible por el abandono del bando rebelde por parte de la marinería de San Javier. Una vez sofocado el Alzamiento Nacional en la provincia, el Ministerio de Guerra envió al Regimiento de Artillería de Murcia y a centenares de milicianos voluntarios a sofocar la rebelión de la Guardia Civil en Albacete y Hellín.
El gobernador civil de Murcia, Adolfo Silván, pidió a los murcianos calma y tranquilidad para preservar la paz social. "Es necesario sobre todas las cosas una cordura que lleve la confianza a todos. Ni una huelga y ni siquiera el más pequeño movimiento que pueda entorpecer la acción pacificadora de la autoridad…Que en fábricas y talleres se vea trabajar a todo el mundo es el modo más eficaz de combatir a los enemigos del Régimen". Además, el gobernador civil ejecutó la orden del Ejecutivo para la incautación de los periódicos "desafectos" al régimen (La Verdad de Murcia), con el fin de republicanizarlos.
Las fuerzas políticas de izquierdas en la provincia de Murcia condenaron el golpe de Estado del 17, 18 y 19 de julio de 1936. El Comité Provincial del Frente Popular en Murcia realizó un llamamiento a sus partidarios en defensa del Gobierno de España. "Mantener la más estrecha unión. Permanecer atentos y vigilantes a los movimientos de nuestros enemigos, que son los de España y los de la República, aguardando la orden de afrontar en todos los terrenos la lucha. Cada uno en su puesto, con la máxima disciplina. A través de los Comités de cada organización serán transmitidas en el momento adecuado las órdenes y las consignas del Frente Popular. Cuando ellas lleguen, que sean cumplidas sin excusa ni pretexto, con entusiasmo y con rigor".
El Gobierno de España respondió al golpe de Estado con una alocución a los españoles sobre el golpe de Estado, la disolución de las unidades sublevadas, la destitución de los oficiales rebeldes y la declaración de facciosos para los protagonistas del golpe de Estado. El primer ministro, Santiago Casares Quiroga, presentó su dimisión el 18 de julio a consecuencia del Alzamiento Nacional y el presidente de la II República, Manuel Azaña, nombró en su sustitución a Diego Martínez Barrio. El nuevo jefe del Ejecutivo buscó sin éxito una salida negociada al conflicto con el general Emilio Mola para evitar la Guerra Civil. El director del Alzamiento rechazó la propuesta porque llegaba demasiado tarde. La Guerra Civil era un hecho. La provincia de Murcia formaría parte del bando republicano hasta el final de la contienda.
Antonio Gómez-Guillamón Buendía
18 de Julio Alzamiento Nacional.- Definición y Analisis
Alzamiento Nacional es el nombre con el que los sublevados contra el gobierno de la Segunda República Española y, posteriormente, el gobierno franquista denominaron al pronunciamiento que se produjo entre el 17 y el 18 de julio de 1936 y cuyo fracaso parcial condujo a la Guerra Civil Española. La historiografía moderna ha desechado esta denominación por ser partidista e inexacta.
La expresión alzamiento nacional se había venido usando en la vida política y social española desde el siglo XIX.Así, por ejemplo, en abril de 1931 dicha expresión figuraba en el decreto por el que se daba carta de naturaleza a la bandera de la II República Española:
"El alzamiento nacional contra la tiranía, victorioso desde el 14 de abril, ha enarbolado una enseña investida por el sentir del pueblo con la doble representación de una esperanza de libertad y de su triunfo irrevocable".
Decreto de 27 de abril de 1931 de Presidencia del Gobierno Provisional de la República.
Durante todo el periodo del Franquismo, el así llamado Glorioso Alzamiento Nacional[1] fue uno de los temas favoritos de la historiografía, la propaganda y la iconografía gubernamentales. El Alzamiento del 18 de julio estaba considerado como el momento fundacional del régimen y el inicio del Movimiento Nacional.
Se le daba tal importancia a la fecha como hito fundacional del régimen que eran frecuentes en discursos, declaraciones y artículos las referencias al espíritu del 18 de julio como sinónimo del núcleo más profundo e importante de la ideología franquista. En los últimos años del régimen y los primeros años de la Transición Española era habitual por parte del aparato del régimen y de sus partidarios hablar del «espíritu del 18 de julio» para oponerse a las propuestas de reforma y apertura política. A las primeras elecciones democráticas celebradas en 1977 se presentó una coalición post-franquista o neofranquista denominada Alianza Nacional del 18 de Julio. La expresión sigue siendo un sinónimo de la ideología franquista usado en foros de Internet, artículos periodísticos y páginas web de nostálgicos del régimen, aunque otras veces se usa para indicar el clima de confrontación y violencia de aquellos días de 1936.
Especialmente importante dentro del esquema propagandístico del régimen era el adoctrinamiento de las nuevas generaciones, por lo que desde la educación elemental hasta el bachillerato se explicaba y exaltaba el Alzamiento haciendo siempre hincapié en las mismas ideas, adaptadas a cada edad. Algunas de dichas ideas eran:
*El Alzamiento fue el levantamiento de la verdadera España contra la anti España encarnada en la República, los separatismos y los movimientos obreros. Para la propaganda franquista no eran unos españoles los que se levantaban contra otros españoles, sino que era España misma, su esencia histórica, la que se levantaba contra sus enemigos y en particular, contra el comunismo internacional.
«España (...) no toleró la vil injuria (...) aceptó el reto y se puso en pie; aprestándose a la defensa de su honor histórico».
«(...) muchos españoles, engañados por propagandas extranjeras habían sido engañados por estas ideas y servían de ciego instrumento (...). Los crímenes (...) se producían en todo momento, obedeciendo órdenes de Moscú».
*El objetivo del pronunciamiento era salvar a España, es decir, los valores conservadores que los golpistas consideraban los propios de España, incluyendo el catolicismo.
«los ideales del glorioso Alzamiento Nacional fueron: la defensa de la civilización cristiana y patria; el restablecimiento del orden; la mejora del obrero y de las clases humildes; la propagación de la cultura hispana y la repulsión de las doctrinas marxistas y comunistas. Ha devuelto a España su tradicional sentido religioso, anulando la obra sectaria y masónica de la República».
«Al levantamiento militar le llamó Movimiento Nacional, movimiento de salvación de España, Santa Cruzada en defensa de la Fe y de la Patria».
*La amenaza de revolución comunista y la violencia imperante hicieron inevitable el Alzamiento.
«(...) pesaba sobre España la terrible amenaza de una revolución comunista, con la cual se pretendía, bárbaramente, hacer de nuestro pueblo un esclavo de Rusia».
«(...) ante todo este maremágnum, el Ejército (...) tiene la sagrada obligación de intervenir cuando lo que peligra es el ser mismo de la Patria».
Los alzados eran conscientes de que estallaría una guerra terrible, pero su deber patriótico les obligó a salvar a España
«(...) aun sabedores del dolor que la guerra supone, no titubearon en producirlo. (...) Es lo mismo que cuando una persona necesita una operación (...) y son, precisamente, aquellos que más le aman quienes le llevan al cirujano».
*Francisco Franco, como fiel intérprete de la voluntad de la nación, tuvo un papel fundamental en la gestación de la sublevación y fue desde el primer momento su líder indiscutible
«El general Franco, de brillantísima e intachable historia, se puso al frente del Ejército y empezó la Guerra de Liberación de España
«El Africano, el soldado, el legionario Franco, había sabido oír la voz rebelde de una juventud ilusionada y se convertía en su caudillo un 18 de Julio (sic) de 1936».
«Durante los primeros meses de la guerra, Franco luchó como un general más; pero todos adivinaron en él al caudillo salvador de España».
Aunque el pronunciamiento comenzó el 17 de julio en el Protectorado Español en Marruecos, fue al día siguiente, 18 de julio, cuando se extendió al resto del territorio nacional. Por ello el día designado para la conmemoración anual del Alzamiento Nacional era el 18 de julio.
El 18 de julio fue declarado fiesta nacional y siguió siendo durante toda la dictadura y hasta el año 1977
Aunque el pronunciamiento comenzó el 17 de julio en el Protectorado Español en Marruecos, fue al día siguiente, 18 de julio, cuando se extendió al resto del territorio nacional. Por ello el día designado para la conmemoración anual del Alzamiento Nacional era el 18 de julio.
El 18 de julio fue declarado fiesta nacional y siguió siendo durante toda la dictadura y hasta el año 1977
En casi todas las ciudades y pueblos importantes existió una calle, avenida o barrio con el nombre de 18 de julio. Muchas otras calles llevaban nombres de los protagonistas del golpe. También hubo hospitales, colegios, etc. con nombres relacionados.
La fecha del 18 de julio y lo que significó ha perdido toda su relevancia política y social en la España de principios del siglo XXI. Encuestas recientes publicadas el 18 de julio de 2006 por El País[6] y El Mundo.
El 74,4% dice saber lo que pasó el 18 de julio de 1936, pero un 23,1% dice no tener ni idea.
Los nombres de los principales líderes del pronunciamiento son desconocidos para el 31,9% de los encuestados.
El 43,1% cree que deben «preservarse monumentos, estatuas o calles dedicadas a recordar el 18 de julio de 1936 o a sus protagonistas». El porcentaje sube hasta el 66,1% entre los votantes del Partido Popular.
Apenas a un 4,4% de los encuestados el 18 de julio les inspira un sentimiento positivo, mientras para el 61% es algo negativo.
El 30% cree que la sublevación militar del 18 de julio de 1936 «estuvo justificada», mientras que la mitad opina no hubo ninguna justificación.
Unos pocos nostálgicos del régimen franquista siguen realizando conmemoraciones públicas o privadas, pero su repercusión popular y mediática es prácticamente nula.
Aunque con la llegada de la democracia y el paso de los años muchas de las referencias al Alzamiento desaparecieron de los callejeros, en fecha tan tardía como 2011 todavía existe una calle o avenida llamada «18 de julio» en capitales de provincia como Ávila y Toledo
como Santa Cruz de Tenerife mantuvieron numerosas vías con nombres de los protagonistas del golpe (General Mola, General Goded, General Moscardó, etc.) hasta entrado el siglo XXI.
El Dictamen de la Comisión sobre ilegitimidad de poderes actuantes el 18 de julio de 1936 se hizo público a principios de abril de 1939, con la pretensión de fundamentar la nueva legitimidad surgida tras la victoria en la Guerra Civil Española.
En un auto dictado el 16 de octubre de 2008, Baltasar Garzón introdujo el "alzamiento nacional" como nuevo objeto del procedimiento de denuncia de las desapariciones forzadas, tipificándolo como delito contra los altos organismos de la nación y la forma de gobierno, objeto competencia de la Audiencia Nacional.
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